Plan invertido

494 63 32
                                    

—¿Cómo les fue, don Juanes?

Zaphiri tenía una sonrisa burlona plasmada en la cara pues había quedado con ese par para ir a comer pero llegaron con un aura de molestia y una mueca de decepción.

—Fue un desastre.

Kardia se sentó ruidosamente en la silla de su lado izquierdo y escondió su cara en sus brazos cruzados por encima de la mesa, su hermano esperó a que se explicara pero al parecer no quería exponerle los detalles de su fracazo.

—¿Qué pasó Maní? ¿Nadie notó su cambio radical de look?

—Oh sí que lo hicieron— el tono de molestia en la voz del cangrejo lo confundió un poco. —Tanto que no nos dejaron solos todo el maldito día.

La última oración fue la pieza del rompecabezas y Zaphiri logró entender el porqué del humor de perros que les afligía.

—Oh, vamos chicos no es el fin del mundo— le dio una mordida a su rebanada de pizza y siguió hablando —Mañana será un nuevo día así que cálmense.

Ambos peliazules alargaron la mano para tomar un poco de la deliciosa pizza de la caja y comieron con desgane, malditos adolescentes precoces no los habían dejado solos ni un maldito minuto y los platónicos de ambos parecían rehuirles cada vez que trataban de acercarse, incluso Albafica le permitió a Minos ayudarlo a llevar sus cosas y Unity le besó la mano a Degel, algo que al principio les molestó muchísimo a ambos pero conforme pasaban los minutos se dieron cuenta que tal vez estaban condenados a que su sueño amoroso no se realizara.

—Ugh! voy por algo de soda antes de que me ahogue en su misma depresión.

Zaphiri se levantó en dirección al despachador de sodas y mientras la gaseosa tomaba espacio en su vaso se asomó por la ventana de cristal, logrando ver como los chicos que les robaban el aliento a sus pequeños se aproximaban al restaurante seguidos por su tormento de todas las tardes ¿Qué hacía Sadalmeik con esos chicos?

Miró por encima de su hombro y vio como sus compañeros soltaban suspiros cansados y mordían con monotonía el trozo de harina. Tendría que sacrificarse si quería ayudarlos.

Soltó un bufido exasperado y caminó de regreso a la mesa.

—Quiten esa cara si quieren cumplir su meta del día.

Ambos vieron extrañados la seña que hizo con la cabeza en dirección a la mesa más se llevaron una gran sorpresa cuando vieron quien venía entrando por la puerta, rápidamente se acomodaron la ropa, se sentaron correctamente y comenzaron a hablar como si nada hubiera pasado. Zaphiri no sabía si reír o golpearse la frente.

Las miradas de ambos chicos quedaron enlazadas con su hermano y el cangrejo, causándole una gran sonrisa, luego miró al castaño que venía atrás de ellos con la mirada perdida en las pantallas donde se exhibía el menú; tomó una gran bocanada de aire y caminó hasta él.

—¡Hola Krest! ¿Cómo va todo?—le causó un poco de gracia la forma en la que el francés se sobre saltó cuando colocó su brazo por encima de sus hombros pero se tragó la risa y les sonrió amablemente a los otros dos—Mucho gusto, yo soy Zaphiri Antares soy compañero de Krest en la tesis y me preguntaba si les gustaría acompañarnos a comer.

Señaló la mesa donde estaban el cangrejo y su hermano que hicieron un gesto en forma de saludo con un ligero rubor en sus mejillas.

Tratando de ser "cool" (multipareja)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora