Venganza

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Tal vez el plan no había salido como esperaban porque no lograron que Degel o Albafica los vieran como los bichos raros que son... pero al menos pasaron un agradable rato de risas a costa de la humillación esos dos.

¿Qué más da? Tarde o temprano su Deggie terminaría por darse cuenta del error que estaba cometiendo y regresaría a él como siempre debió ser.

Después de cambiarse por ropa deportiva, entro con el animo renovado al gimnasio donde la clase ya estaba esperándolo, chocó  los cinco con Minos y se fue a su puesto para empezar la clase: dieron 20 vueltas a la cancha, luego hicieron estiramientos para pasar a los sets de abdominales, lagartijas y squats 4 series de 20 cada uno.

Al terminar, decidieron quedarse un poco para un partido de basquetbol donde unos chicos del edificio de ingeniería les propusieron una reta y después de ganarles 62 a 57 fueron a enjuagarse el sudor en las regaderas.

Sin embargo, una serie de extraños acontecimientos les rodearon al par de peliplatas: primero, el jabón de Unity no parecía servir porque no hacía espuma y ni siquiera estaba escurridizo cuando lo metía en la regadera luego la esponja de Minos estaba completamente llena de pequeñas agujas que cada que quería pasarla por sus brazos recibía dos o tres arañazos por donde la pasara.

—¿Qué mierda...?

La peor parte fue cuando terminaron, ya estando algo irritados secaron su cabello y se amarraron la toalla al rededor de la cintura mas su improvisado baño se fue al carajo cuando pusieron un pie fuera de la regadera donde alguien había puesto un gran rastro de jabón líquido para burbujas: Minos cayó de espaldas golpeándose la cabeza en el pequeño escalón y Unity le dio un fuerte beso al piso llenándose la cara y el cabello de jabón.

—¡Mierda!

—¿Quién ha hecho esto?

Minos estaba furioso, cuando encontrara al payaso que se había atrevido a hacerle estas jugarretas se las vería con él. Con la cara roja de ira, fue hasta donde guardó su ropa pero ¡Sorpresa! solamente estaban sus boxers de pescaditos y una notita donde se podía leer: ¿Ya no es divertido cuando estas del otro lado de la barda, verdad Minos? Por cierto, linda ropa interior. Con un cangrejo dibujado al final.

—Hijo de...

—¿También se llevaron tu ropa?— Unity se acercó a él aún con la toalla en la cintura: al parecer se habían llevado toda su ropa.

—Grrr... Cuando los encuentre ya verán esos... esos...

Furiosos ambos salieron de los vestidores en toalla y con varios moretones en el cuerpo además de que Minos parecía como si se hubiera peleado con un gato hambriento, su vergüenza creció al pasar por los pasillos atestados de estudiantes que se preparaban para ir a casa recibiendo burlas, chiflidos y uno que otro piropo indecente.

Dio la vuelta para llegar a la cafetería donde en la mesa de hasta el fondo un par de peliañiles los esperaban con una cámara para inmortalizar su humillación acompañados de los que pensaban eran sus conquistas quienes los reprendieron por reírse de esa manera y por tomar venganza de su propia mano.

—¡ANTARES, MÁS TE VALE QUE TENGAS UN SEGURO DE VIDA PORQUE VOY A MOLERTE A GOLPES!— Unity se acercó furioso a Kardia con el fin de soltarle un puñetazo pero no contó con la agilidad del bicho quien lo tomó del brazo y lo estrelló en la mesa.

—Oh ¿el pequeño está furioso porque recibió un poco de su propio chocolate?— Kardia se le acercó al oído mientras lo amenazaba.—Que sea un nerd no significa que no me sepa defender idiota, así que la próxima vez que trates de siquiera de pensar en ponerme en ridículo piensa dos veces en las consecuencias que no seré tan benevolente como hoy ¿Quedó claro?

El bicho lo empujó causando que se cayera de la mesa para luego lanzarle su ropa en la cara.

—Ahora, lárgate.


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—Kardia, eso fue muy cruel.

—Manigoldo, quiero una explicación.

Ambos intercambiaron una mirada cómplice pero al ver los rostros molestos de los dos dejaron de sonreír.

—Bien... ¿Recuerdas las bromas pesadas que nos jugaron el otro día?— Kardia miró a los ojos a Degel mientras el otro asentía. —Hicimos una deducción detallada y nuestra conclusión es que fueron ellos dos.

—No entiendo.

—Escucha, Alba-chan...— el cangrejo le tomó ambas manos. —Ya habíamos tenido un pequeño incidente con esos chicos donde prácticamente tuvimos que salir corriendo porque nos superaban en número así que era imposible que hubiera sido alguno de nuestros compañeros ya que ellos ya lo habían hecho con anterioridad y no salieron muy bien parados por eso evitan meterse con nosotros; por lo que los únicos idiotas que pudieron haber planeado esta estupidez fueron ellos para que ustedes nos vieran como el par de fracasados que somos.

—Exactamente.— Kardia asintió.

—Pero... ¿No creen que fue muy cruel?— Albafica seguía aferrado a su punto.

—Tal vez eso debieron pensar antes de tratar de meterse con nosotros.— Kardia le dio un sonrisa algo sádica que despertó algo en Degel quien estuvo a punto de estrellarlo en los casilleros para besarlo pero tomó un gran respiro juntando todo su autocontrol y logró apartar aquellos pensamientos tan impulsivos para llevarlos a lo más recóndito de su mente. Si quería que esto funcionara debía calmarse pero... el heleno se lo ponía difícil con esa sonrisa tan ¡Ah! y esos ojos que ¡uff!

—Deggie ¿Estás bien? Pareces distraído.

—E...estoy bien.— sus mejillas se tiñeron de  un suave carmín y Albafica lo miro con picardía mientras levantaba ambas cejas como burla.

—¡Chicos!

Aquella voz hizo que Albafica, Degel y Kardia se detuvieran de repente mirándose con algo de terror en los ojos mientras que el cangrejo solamente los veía curiosos y al levantar la mirada se topó con un chico peliceleste parecido a Fica solamente que este resaltaba su caminata moviendo las caderas sensualmente como toda una diva y detrás de él, su hermano con la mirada juguetona de siempre.

—¡Fica!— el chico se abalanzó a su pececito para envolverlo en un abrazo mientras que él se acercaba a su hermano.

—¿Qué hay holgazán?— chocaron los puños para después desacomodarle el cabello como cuando era un niño.

—¿Cómo estás Kardia? ¡Qué gusto verte Deggie!— el peliceleste saludó a sus amigos con un beso en la mejilla y después se giró a verlo a él. —Wow ¿Tú eres el chico por quien mi hermano se esforzó tanto en recuperar?

—Así es.—le extendió la mano para que la estrechara mas no contó con que Afrodita lo empujara hacia él para abrazarlo.

—Pues no estás nada mal.— el tono coqueto del peliceleste le hizo estremecerse.


Mientras que Albafica y Deathmask ya estaban hirviendo en sus propios celos y Kardia y Degel solo los veían incrementar su ira.

Sería una tarde entretenida.




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Holaaa!❤

¿Cómo están? Espero que bien :D

Al fin pudieron vengarse con justicia de el par de locos aunque pobre Minos jajajaja quedó todo arañado xD

Espero que les guste y gracias por leer.

Los quiero, Bye. ❤

Tratando de ser "cool" (multipareja)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora