2 AÑOS DESPUÉS

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-Waoh!- Exclamé al entrar a la que sería mi habitación. Era hermosa!

Mi mente repetía que no me apegara a esto, pero me era imposible con ese color azul turquesa en las sábanas. Estoy segura de que eso fue obra de Matthias.

Puse mi ropa en el closet, luego busqué a Nat y le preparé su habitación, todo estaba lleno de animales de peluches y predominaba el color rosa pastel por todas partes.

-Te gusta esta habitación?- Le pregunté mientras le quitaba sus zapatos.

-Si, tiene color rosa!- No hay algo que esta niña ame más que el pastel de chocolate y el color rosa, parecía que está casa estaba diseñada para los gustos de las dos.

-Bueno, puedes ir a jugar pero ten cuidado- Ella asintió y se fue corriendo.

En la tarde me dediqué a conocer más la casa, habían unas 4 habitaciones y un balcón que no atreví a pisar debido al frío que supuse había fuera.
Y no pude evitar pensar que justo abajo vive Matthias, a solo un techo de distancia de mi.

Esa noche dormí como no lo había echo en muchísimo tiempo, y es que cuando vives en un barrio peligroso será mejor dormir con un ojo abierto para estar alerta de todo.

En la mañana desayuné lo que había en el refrigerador, yogurt con frutas.
Los próximos veinte minutos leí el periódico, hasta que Nat se acercó a mi.

-Mami, puedo tomar una manzana?- Nat tenía las mejillas más rosadas de lo normal, pero supuse que era por estar corriendo de un lado a otro.

-Si, ve- Desapareció de allí a la velocidad de la luz, el timbre sonó y fui a ver quien era.

-Matthias- Dije al encontrarme con su cuerpo, cubierto por unos pantalones y sudadera de algodón, exquisito.

-Samanta, puedo pasar?- Sonreí irónica.

-Es tu casa- Le dije haciéndome a un lado para que pasara.

-Ya se instalaron?- Asentí.

-Si, a Nat le encantó el color rosa de su cuarto.

-Me alegro, en donde está Nat?- Mire alrededor.

-Tiene que estar en la cocina- Dije extrañada al no oírla jugar.
Empezamos a buscarla por todo el lugar, encontrándola en su cama.

-Nat? Qué pasa?- Le pregunté acercándome.

-No me siento bien- Dijo.

-Pero estabas bien hace un minuto, que tienes? Que comiste?-

-Tengo frío y me duele aquí- Señaló su cabeza.
Instintivamente puse mi mano en su frente.

-Tiene fiebre- Le dije a Matthias, estaba preocupada - Cuando tenía 6 meses le dió una gripe muy fuerte y se transformó en neumonía- Dije.

-Quieres que la llevemos al doctor?-Asentí.

-No quiero que eso pase de nuevo-

-Bien, vamos- Matthias tomó a Nat en brazos y también tomó una manta para arroparla.

Yo tomé mi bolso y me puse los zapatos, dos minutos después ya estábamos en su auto camino al hospital.

-Crees que sea malo?- Me preguntó Matthias con semblante de preocupación.

-Pues, Nat se enferma muy pocas veces, así que no se si será muy malo esto- Le dije, no me di cuenta de lo rápido que llegamos.

-Que síntomas tiene la pequeña?- La doctora estaba examinando a Nat.

-Fiebre, y dijo que le dolía la cabeza -

- Le haremos análisis de sangre y veremos, tiene alguna complicación?-

-A los 6 meses tuvo neumonía-Contesté.

-Bueno, examinaremos sus pulmones también-Asentí- Se va a quedar usted o su pareja?- Me preguntó, me resultó gracioso eso de "pareja".

-Yo- Contesté- Matt, puedes esperar aquí- El asintió.

A Nat se le hicieron varios estudios, y era hora de dar un diagnóstico.

-Lo que tiene Natalie el una infección pulmonar, puede que sea una secuela de su neumonía. Lo mejor sería que se quedará aquí para asegurarnos de que sus pulmones no comiencen a producir líquido-

-Pero de va a recuperar verdad?- Le pregunté preocupada, no quiero pasar lo mismo.

-Si, trataremos de hacer lo mejor-

-Gracias doctora- A Nat se la llevaron para internarla, y yo fui con Matthias.

-Que dijeron?- Matthias se paró de inmediato.

-Nat tiene una infección pulmonar producto de su neumonía, la internarán- Dije casi rota al recordar esas trágicas dos semanas que pase con Nat luchando por su vida.

-Oh Sam, no llores. Estará bien- No me di cuenta de que de mis ojos brotaban lágrimas.
Pero me di cuenta de que él me abrazaba, un abrazo cálido que me llenaba de seguridad, él me llenaba de seguridad.

-Vamos Sam, tenemos que ir con Nat-Limpié mis mejillas, y nos dirigimos al cuarto en donde tenían a Nat.

-Hola pequeña, cómo estás?- Le pregunté.

-Mejor- Me dijo.

-Eso está bien- Dije sentándome a su lado.

-Mami, quien es él?- Preguntó cuando Matthias apareció en su campo de visión.

-Te lo diré cuando estes bien-

-Eso no es justo!- Dijo.

-Sam, creo que tienes que decírselo- Matthias tocó mi hombro.

-Este no es el momento Matthias-Dije.

-Y cuando se lo dirás? Cuando tenga dieciocho y esté enojada con el mundo?-Suspiré, aquí vamos.

-Bueno Nat, sabes que Peppa tiene una familia- Ella asintió-Ahora imagina que tu eres Peppa, yo soy mamá cerdita y él, Matthias, es papá cerdito- Dije tratando de explicarle lo mejor.

-Papá cerdito es el papá de Peppa, entonces Matthias es mi papá?- Asentí.

-Si Nat, yo soy tu papá- Dijo Matthias.

-Entonces somos una familia?- Ahora no sabía cómo responder a esa pregunta.

-Algo así- Terminé con la conversación.

Pasaron dos días antes de que Nat pudiera volver a casa, su infección desapareció, pero me dejaron muy en claro lo de protegerla de los resfriados.

Durante esos dos días Matthias venía cada vez que tenía tiempo, me traía comida y me brindaba su apoyo, no se que hubiera sido de nosotras si Matthias no hubiera estado allí.

Pero no me puedo encariñar con el, no otra vez.

Bueno, tal vez las cosas cambian.