2 AÑOS DESPUÉS

19

El tiempo pasaba, el invierno se iba y la primavera venía a darnos algo de luz.

Febrero se esfumaba entre la rutina, Natalie crecía cada vez más, Matthias y yo éramos más amigos cada día, todo iba bien, sin sobresaltos, hasta que recibí esa llamada.

-Si?- Contesté al número desconocido que me había llamado.

-Es usted Samanta Willis?- Una voz masculina habló.

-Si, por qué?- Pregunté.

-Al fin la encontramos-

-De que habla?- Pregunté.

-Somos del departamento de búsqueda y localización de personas- Me dijo.

-Pero quien me estaría buscando a mi?- Pregunté, no entendía nada.

-Podría venir mañana a primera hora? Hay alguien que quiere hablar con usted- Me dijo.

-Claro, deme la dirección-El desconocido me dio su dirección, no sabía de que se trataba todo, pero quería saber quien me estaba buscando.

-Mami, puedo ir con papá al supermercado?- Nat y Matthias caminando hacia mi me sacaron de mis pensamientos.

-Que pasa Sam?- Me preguntó Matthias.

-Recibí una llamada muy extraña, me citaron mañana a primera hora para que hable con alguien que me estaba buscando-Le dije.

-Vaya, si que es extraño, vas a ir?-

-Claro, la intriga me gana-Contesté.

-Bueno, llevaré a Nat conmigo a comprar unas cosas, vienes?-Asentí, no quería quedarme sola en casa.

Compramos algunas cosas que hacían falta, Nat se antojó de unas hamburguesas y Matthias como buen consentidor que es se la compró.

-No deberías de comprarle todo lo que ve- Le dije a Matthias.

-Haz visto lo feliz que se pone?- Me preguntó.

-Si, pero no la malacostumbres- El rodó los ojos.

Volvimos a casa, Nat se durmió en el coche.

-Gustas?- Le ofrecí vino a Matthias.

-Por supuesto-Contestó sonriendo.

Esa noche hablé muchísimo con Matthias, pero el sueño ganó la batalla y me tuve que ir a a dormir, para despertar y tener que ir a ese lugar.

-Quien crees que me esté buscando?- Le pregunté a Matthias mientras entrábamos a aquel edificio.

-No lo sé- Me dijo, me estaba ocultando algo y lo descubriría después.

-Hola, soy Samanta Willis- Le dije a la señorita de la recepción.

-Hola, síganme- La seguí hasta una oficina, dentro había un hombre y una mujer sentados.

-Hola- Dijimos Matthias y yo al unísono al entrar.

-Hola, tomen asiento- Dijo el hombre de unos 40 años.

-Quiero saber porque estoy aquí-Le dije.

-Verás, aquí nos dedicamos a buscar a las personas que nos indican. Tu Samanta, haz sido buscada por Olivia durante quince años- Dijo señalando a la mujer sentada a centímetros de mí.

-Pero no entiendo, yo no tengo a nadie que me quiera buscar- Dije.

-Samanta, tus padres murieron en el crucero- Asentí, como lo sabía?- Tus padres tenían familia, hermanos, padres etcétera. Olivia es la hermana de tu madre- Me quedé callada, sorprendida, todo este tiempo he tenido una familia, esta señora me ha estado buscando, y es la hermana de mi madre.

-Perdimos el contacto contigo cuando pasó el accidente , tus padres vivían en Los Ángeles como toda tu familia, te hemos estado buscando por mucho tiempo- Dijo Olivia al borde del llanto.

-Es decir que yo tengo tíos, primos e incluso abuelos?-Pregunté, quería llorar.

-Si, y todos están felices de haberte encontrado. Tenias sólo un año cuando desapareciste- Me dijo.

-Dios, no se que decir-

-Si no fuera por Matthias no te hubiera  encontrado, fue el quien se puso en contacto con el departamento- Dijo, sabía que Matthias se tramaba algo desde hace días.

-Sorpresa- Me dijo Matthias cuando lo mire.

-Gracias, de verdad- Lo abracé, gracias a él conoceré a mi familia.

Fui con Olivia, también la abracé, era mi tía.

-Bueno, otro caso resuelto- Dijo el hombre detrás del escritorio.

Salimos de esa oficina, no podía detener el llanto, ni Olivia tampoco.

-Como es que estás en New York?- Le pregunté.

-Hace tres días me llamaron así que no dudé en venir, me estoy quedando en un hotel- Dijo limpiándose las lágrimas.

-Ahora te quedarás conmigo, tenemos que hablar muchas cosas-Entramos en el coche, al llegar a casa lo primero que le sorprendió fue ver a Natalie con Rosa en la sala.

-Es tuya?- Me preguntó.

-Si, se llama Natalie- Le dije.

-Igual que tú madre- Asentí, no podía creer lo que estaba pasando.

- Definitivamente tienes mucho que contarme- Me dijo.

Le ofrecí algo de beber y en el sofá empezamos a contarnos todo lo que había pasado en tantos años.

-No puedo esperar viaje a Los Ángeles y conocerlos a todos- Le dije.

-Ellos tampoco pueden esperar para verte, todos te esperan con ansias-

Después de toda una vida sola, ahora tengo una familia que conoceré pronto.