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Los días habían pasado como el viento, y ya era el veinte de diciembre cuando me encontraba acurrucada en el sofá con Nat, el frío extremo ya había llegado, y lo mejor era estar en casa en todo momento por si una tormenta se presentaba.

Me levanté de mi cómodo y cálido sitio para buscarle la merienda a Nat, estaba fija en la pantalla del televisor y siquiera se percató de que me levanté.
Puse la comida frente a ella y sólo así pude llamar su atención.

-Gracias- Dijo volviendo a su película.

Por lo menos se acuerda de que hay que tener modales.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, sobresaltandome por un instante.

-Matthias?- Contesté.

-Puedes bajar un segundo? Tengo que hablar contigo-Bufé.

-No me gusta dejar a Nat sola-

-Entonces subo yo-

-Okey- Colgué. Acomode mi pelo,pero por que lo hacía? Me debería importar pito como me viera Matthias?, verdad?

Fui al salón y en menos de un minuto Matthias había llegado.

-Hola- Me saludó.

-Hola, toma asiento- Nos sentamos en dos de los sillones pequeños que habían, quedando el uno frente al otro.

-Vengó a decirte algo muy importante, bueno, no tan importante- Alcé una ceja- Como ya sabes ya casi es navidad y mi madre quiere que esté presente para su cena familiar-

-Y cuál es el problema?- Pregunté.

-Que las quiero llevar a ustedes- Matthias cerró los ojos en espera de mi estruendosa respuesta.

-No! Tu lo haz dicho: cena familiar, que coño vamos a hacer Nat y yo ahí? Dudo que le hayas dicho que tienes una hija de mi. Además tu familia no quiere saber de mi, me odian-Contesté sobresaltada.

-Pues, me quedo aquí, con ustedes. No quiero que pasen la navidad solas-

-No te preocupes ya lo hemos echo antes-

-Samanta, podrías por un instante dejar de estar negando todo? Jesús! No había visto una persona así jamás!-Exclamó.

-Negativa?! Si digo no a todo lo que me ofreces es porque no quiero parecer como que me aprovecho de ti. Joder! No quiero que pienses que estoy aquí por las comodidades y no por el bien de Nat, porque sólo por esa niña estoy aquí, no por otra cosa. Yo la amo, y haría cualquier maldita cosa por Natalie-Dije al borde del llanto.

-Sam, no quiero discutir siempre que hablamos, podemos tratar de ser normales por una vez?- Dijo.

-Piénsalo. Tienes una hija con alguien a la que tu familia detesta, tu y yo no hemos arreglado nada, creo que lo estamos dañando más. Y así quieres ser normales?- Dije ya con las lágrimas en mis ojos.

-Sam, sólo déjame tratar de arreglar todo, si?- Dijo tomando mi mano.

-Mucha suerte- Dije limpiando mis mejillas.

-Ya no llores, te he dicho que no me gusta-Limpió él mis mejillas esta vez.

-Jodete Matthias- El sonrió.

-Hace mucho estoy jodido, créeme- Medio sonreí- Y Nat?-

-Está viendo una película, no intentes hablarle porque ni siquiera te escuchará-

-Ay Sam, que estamos haciendo?-

-Con que?- Le pregunté al no saber a qué se refería.

-Con todo esto. Tenemos una hija que vive "con sus padres" pero a las veces no lo hace, como haz dicho no hemos arreglado nada de lo nuestro. Esto es una mierda Sam-

2 AÑOS DESPUÉS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora