Un poco de esperanza

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Llamo a Sam mientras me dirijo a casa. —Scar está de vuelta en el hospital —digo cuando atiende.

—¿Nos sorprende? —dice.

En el fondo, oigo a mis sobrinos causando lío, y dudo por un momento, pero solo por un momento. —No —le digo—. No es una sorpresa. Su reunión de tratamiento es al mediodía, Sam, y necesito que estés ahí.

—¿Qué? Yo... yo no puedo.

—Sam, necesito que estés ahí —le digo con firmeza—. Trae a los niños si es necesario, pero esto es importante.

—Los puedo llevar con la madre de Derek, pero no veo por qué tengo que...

—Porque eres nuestra hermana mayor —le digo—. Y porque no puedo hacer esto solo.

—Yo ayudo, Loris. Llevé a Scar después de que se fue con ese traficante de drogas.

—Dejaste que se quedara contigo por doce horas, Sam. Y lo aprecié, pero no es suficiente. Ya no más, sobre todo en estos momentos.

—¿Por qué? ¿Qué está pasando ahora?

Aprieto el teléfono un poco más fuerte. —Scar no es la única persona de la que tengo que preocuparme ahora. ¿Puedes venir hoy?

—Estoy muy ocupada. Tengo mi propia familia.

—¡Nosotros somos tu familia, Samantha! —le grito—. Y si no me ayudas, voy a perder a alguien muy importante para mí —Inclino la cabeza—. Por favor —rechino—. Ya no puedo hacer esto yo solo. Cualquier cosa que pienses que he hecho, lo que creas que merezco, si me quieres, si alguna vez me has querido, por favor ayúdame a cuidar de Scar.

Está tan callada que por un momento me pregunto si colgó. Pero luego dice—: Está bien, Loris —murmura—. Voy a estar allí.

—Gracias.

Llego a casa y me doy una ducha rápida. Mientras me visto, echo un vistazo a mi dibujo de Aly, el cual me he quedado mirando tantas noches mientras estoy en el teléfono con ella. Me acerco al dibujo y rozo su mejilla; frágil esperanza mezclada con determinación dentro de mí. Cuando dijo que se iba, me destruyó. Pero lo hizo porque no quiere que conozca a sus padres o ¿porque es demasiado doloroso para quedarse? Y si es demasiado doloroso para quedarse, es debido a lo que ha pasado con Kevin... ¿o porque no estoy allí para ella cuando me necesita? ¿Porque no cree que me importa? ¿Porque piensa que estoy demasiado dañado para cambiar? Tiene muchas razones para estar lejos.

Todo depende de mí para convencerla de que no lo hiciera.

Conduzco al hospital y llego allí media hora antes de la reunión. Dejo que me lleven a la habitación de Scar. Lleva unos vaqueros y una camiseta, y se ve un poco mejor. Me abraza cuando entro. —Lo siento mucho por las hojas de afeitar —dice en mi hombro—. Me siento tan estúpida. Debí haber llamado a mi terapeuta en cuanto sentí que todo se acercaba.

—No tienes que pedir disculpas. —Le doy un apretón—. Necesito hablar contigo.

—Está bien. —Se sienta en su cama, y me siento en una silla junto a la ventana.

—Te quiero, Scar —le digo—. Eres mi hermana, y siempre has sido muy importante para mí, incluso cuando estábamos separados. Siempre voy cuidar de ti. ¿Crees eso?

Frunce el ceño. —¿Está todo bien?

Me froto el dolor en mi pecho. —¿Podrías decirme si lo crees o no?

—Sí. Solía pensar que me habías abandonado totalmente, pero me he dado cuenta de que no fue tu culpa. —Mira por la ventana—. Tienes la mejor familia adoptiva. Sabes eso.

Por amor al arte Loris KariusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora