One Shoots *Bowers Gang (y Tú)*

Patrick Hockstetter {Smut}

Para mileycarr , espero que te guste guapa

Por muy violento que fuera, Patrick era súper suave en la cama si se lo pedías, y él estaba acostumbrado a hacerme el amor, no a embestirme fuerte.
Pero era su cumpleaños y quería hacerle un regalo especial.
—¡Hola Patrick!
—Hola linda. —Le abracé y me besó.
—Es tú cumpleaños y como sé que no te gusta toda esa mierda de las fiestas vamos a pasar el día en casa, pero a media noche sí te voy a dar mi regalo e iremos a dar un paseo por el bosque.
—Es que tengo la mejor novia del mundo. —Mientras me reía él cogió mi rostro y me besó.
Y otra cosa que formaba parte del regalo era que no lo íbamos a hacer en casa, sino que en el bosque, el lugar favorito de Patrick.
Creo que estaba bastante nerviosa, no sabía por qué exactamente pero lo estaba.
Tenía miedo de que se decepcionara, que esperara algo muy grande y que... Bueno, sólo fuera esto.
—¿Estás bien?
—¿Eh? Ah, sí.
—¿Qué quieres hacer hasta la noche?
—Es tu cumpleaños, decide tú.
—Vale... Pues vamos a... ¿Quemar cosas? ¿Te parece?
—Como quieras, vamos. —Dije sonriente.
La verdad es que era divertido, no era tan raro como pensaba. La cosa es que ver a Patrick tan "emocionado" por ver pequeños papeles quemarse hasta cenizas era muy raro.
—Ven, vamos al puente de los besos.
—Vale. —Me subió encima de él y me llevó hasta el puente.
Cuando llegamos me sentó en el borde y se giró quedando entre mis piernas y sujetándome la cintura.
—¿Sabes? Me encantaría hacértelo aquí, en el puente.
—¿Ah sí? —Me incliné hacia él.
—Sí... —Dijo acercándose.
—Nadie te lo impide.
—Podría pasar cualquiera.
—Es martes, todos están en clase.
—Bueno, si insistes. —Sonrió y cortó la distancia con un beso, que gustosamente seguí.
Me quitó la camiseta y el sostén de una, para atacar rápidamente mis pechos.
Le encantaba jugar con ellos, era como un niño pequeño.
—Ya, Patrick. Rápido.
—Está bien, un rapidito.
Se desabotonó el pantalón y los bóxers y entró en mi un poco más rápido de lo habitual, creo que necesitaba lo de esta noche ya.
Unas embestidas más y terminamos, nos vestimos y nos fuimos a casa.
El resto de la tarde estuvimos viendo películas, pero que por nuestras tonterías casi no vimos ninguna.
—Bueno...Y mi regalo... ¿para cuándo? (Y el anillo pa' cuándo?)
—Creo que podemos ir yendo al bosque.
—Pues vamos.
Me cogió en brazos mientras me reía y le besaba.
Llegamos a los Barrens, riéndonos, me dejó apoyada en un árbol quedando entre sus brazos.
—Bueno, cuando quieras.
Pasé mis brazos por su cuello y le besé lentamente, al separarnos un poco me acerqué a su oído y le susurré:
—Bueno, sé que nuestra formar de hacer el amor no es precisamente como te gusta, así que hoy, me lo puedes hacer como quieras. —No lo pensó ni un segundo, se lanzó a besarme y quitarme toda la ropa.— Estás necesitado... —Reí.
—No sabes cuánto.
Estábamos completamente desnudos, él tenía dos dedos dentro de mí al tiempo que mordía mi cuello.
Se separó y me lancé sobre él a besarle.
Me puso contra el árbol y entró de repente. Sacándome un alto gemido.
—Si te duele me dices... No quiero hacerte daño...
—Patrick... —Le miré tiernamente.— Es tú regalo, haz lo que quieras. —Sonrió y empezó a moverse.
Embestida tras embestida, descubrí que la forma salavaje de hacerlo no era para tanto, de echo era más placentera.
Unos minutos después, Patrick estuvo a punto y se salió.
Me puse de rodillas y le masturbé hasta que se corrió en mi boca. Me iba a levantar pero me paró.
—Espera, todavía tienes que venirte tú. —Asentí.
Me tumbé y Patrick se sentó entre mis piernas.
—¡Ah! —Gemí cuando empezó a pentrarme con dos dedos.— Patrick...
—Gime mi nombre.
—Patrick... —La velocidad fue subiendo hasta que llegué. Patrick me limpió y me tapó con una manta.
—El... Mejor regalo de cumpleñaos...
—Me alegro que te guste...
—Eres la mejor del mundo. —Reí y le di un beso en la nariz.— Te quiero.
—Le besé.— Yo más.