#4

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Punto de Vista de Ian.

-¡Ian, noo!- Oigo a Grace gritar detrás de mí, pero en ese momento, lo único que podía pensar era en partirle la cara a ese gilipoll.as llamado Lucas. No sé que me pasa. Con ella, es diferente. Realmente, no sé si... Me gusta.

El pelearme con Lucas fue solo un impulso, lo sé. Como también sé que tengo que tener cuidado para no volver a meterme en problemas pero es que... Simplemente me encanta estar con ella y no quiero que un tío como Lucas le haga daño. Mira, ¿Sabes qué?, lo voy a dejar porque me estoy volviendo extremadamente pasteloso.

Volviéndo a la pelea...

Le doy Lucas otro puñetazo en su mandíbula, este trata de defenderse, pero yo le doy otro más haciendo que esta vez sangre por la nariz.  Sé que es Iker quien intenta alejarme de él, pero no sé de dónde saco fuerza para impedir que me interrumpa.

Cuando me aseguro de que estaba casi insconciente en el suelo, me levanto dejándolo tumbado en el suelo. Escupo la poca sangre que sale de mi labio cerca de él. Por desgracia, tengo mala puntería. Este aprenderá a no tocar lo que no es suyo.

¿Pero que estoy diciendo?, Me estoy volviendo paranoico.

Visualizo a Iker y a Mateo, quien abraza a Grace. Ella tiene su cara en el pecho de él y él frota su espalda supongo que intentando tranquilizarla. La adrenalina sigue corriendo por mis venas, y más al ver a Grace en los brazos de Mateo; pero ya he llamado mucho la atención con la pelea, así que decido calmar mi ia y frustración saliendo de esa asquerosa casa la cual no quiero tener que volver a pisar nunca.

Decido que necesito estar solo y pensar. Pensar en todo lo que está pasando. Así que como ni siquiera tengo auto, decido ir caminando hasta la playa del puerto. Allí, al menos podré estar solo.

Punto de Vista de Grace.

No puedo creer lo que está haciendo. No puedo. No, tengo que impedirlo. Decidida, me acerco a ellos pero una mano me sostiene del brazo.

-¿A dónde crees que vas?- Me pregunta Mateo.

-Mateo, él, esto, no lo puede estar haciendo- digo empezando a llorar. Él me abraza y yo apoyo mi cara en su pecho, se nota que él también estaba algo ansioso y preocupado por Ian. Incluso Iker intentó sacarlo de la pelea pero fue un fracaso. La ira de Ian es  incluso más fuerte que su autocontrol y eso hacía que lograra meterse todo esto.

Pero ¿Porqué?,  Espero que lo que esté haciendo lo haga por... Alguna cuenta pendiente que tuviesen o algo por el estilo. Porque si lo que se ha liado ha sido por mi... Creo que Ian se está equivocando conmigo.

Mateo e Iker deciden llevarme a un lugar más tranquilo para poder consolarme y hablar. Entre empujones de parte de la gente que quería ver y cotillear sobre el estado de Lucas, logramos salir de la fiesta.

Me guían por unas calles hasta llegar a una plaza dónde no hay nadie más salvo nosotros y una pareja que paseaba felizmente por allí. Nos sentamos en unos bancos que quedaban cerca. Ahora que lo pienso no sabemos nada de Ian, no sabemos ni cómo ni dónde está. No sabemos si está herido o si está en buen estado o...

-Grace, ¿porqué lloras?, ¿No te gustó ver a Ian pelear, verdad?- Me pregunta Iker a la vez que agarra mi mano y entrelaza sus dedos con los míos, ese gesto me hace sonreír levemente. Es reconfortante.

-Si..., bueno, no. No sé... Supongo que es por él...- Digo. Ellos se miran con cara de sorprendidos en señal de que no entienden nada de lo que acabo de decir.

-Grace, ¿Quién es Él?- Pregunta ahora Mateo.

-Leo- Digo con la voz entrecortada. Recordarlo hace llore incluso aún más. Noto que Iker me apreta aún más la mano.

-¿Quieres hablar de ello Grace?- Me pregunta Iker .

-Él...él... murió- Digo recordándolo y aún llorando.

-¿Y...Quién es él?- Pregunta Iker con un tono de voz muy tranquilo y pacífico.

- Mi... mi hermano.- Digo al fin. Ellos se vuelven a mirar como hace unos segundos hicieron.

-Y... ¿Quieres decirnos de qué murió?-Pregunta ahora Mateo curioso. Levanto mi vista y clavo mi mirada en la suya. Éste me mira incitándome a hablar.

-En peleas; murió en peleas clandestinas- Digo armándome de valor en decirlo, pero luego vuelvo a llorar como una niña pequeña. Los dos chicos me abrazan y me consuelan como pueden. Así estuvieron un tiempo, pero volver a recordarlo es como volver a abrir una vieja herida. Pensar en Ian sobre Lucas y cómo le daba puñetazos en su cara, me había hecho recordar como mi hermano murió un día como este en una pelea como esta. De eso habían pasado ya tres años pero yo todavía no lo había superado. Mi hermano lo era todo para mi, y, cuándo se fue, me fue muy difícil aceptarlo. Hoy en día aún sigo sin poder superarlo.

Ver el estado en el que Ian dejó a Lucas me dejó,  digamos, algo así como en estado de Shock. Mi mente asimiló que así podía haber quedado mi hermano cuando pasó todo aquello. Esa es la verdadera razón por la que lloraba.

¿ESTÁS SEGURA GRACE?

Si, Cállate

Cuándo creemos que ya es demasiado tarde para seguir deambulando por las calles decidimos volver al auto para volver a casa. En el momento que pongo un pie en el suelo al bajarme del banco me siento mareada y todo da vueltas a mi alrededor.

-¡Grace!,¡ Grace!, ¿¡Qué te pasa, Grace?!- Fue lo último que oí antes de que todo se volviese negro.

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora