Rodeada De Idiotas

#24

-¡Lo siento!.- Oimos una voz chillona justo detrás nuestra y nos giramos para ver quién era la dueña de esa voz.

Al parecer una chica en patines había tropezado con Iker y casi se caen al suelo.

-¿Iker?.- No la conocía. Es más, nunca la había visto antes. Tenía el pelo castaño casi rubio, los ojos verdes y un bañador azul bajo una camiseta corta color marrón. Y un cuerpo que cualquier chica envidiaría.

No digo más.

Y sí, reconozco que yo soy una de ellas. El caso es que no la conozco de nada. Miro a Iker y éste parece nervioso e inseguro.

[Punto de Vista de Iker]

-¿Iker?- Oigo que la voz de la chica me llama. Me extraña mucho que me haya reconocido. Pienso que es alguien que se habrá confundido o, quizás, alguien que busca a otro Iker, pero de igual forma, me fijo en ella.

Y es ella.

No puede ser.

La chica que desde hace años estoy... ¿Enamorado?. No sé, tal vez solo me gusta. Su pelo, sus ojos... toda ella es igual que hace unos años. Mi pulso se acelera al verla de nuevo

- Cameron- Intento sonreír pero de los nervios creo que me ha salido una mueca extraña.

-¿De verdad eres tú? Vaya... estás muy guapo- ¡No!, ¡No ha dicho eso!. Detrás de mi escucho la risa de Mateo, pero gracias a Savanah quién le da un codazo se calla.

-Gra...gracias tu... también-La miro de arriba abajo. Miro a Grace quien me guiña un ojo y hace que gane algo más de confianza.

-Ven, dame un abrazo. ¡Hace muchísimo tiempo que no te veo Castaño!- Castaño. Así me llamaba ella cuándo estábamos en el instituto. Justo al igual que cómo lo hace Grace. Y a pesar de que no me gusta recordar esos años, si me gusta hacerlo si está Cameron. Se acerca a mí y abrazo su delgado cuerpo. La levanto unos centímetros del suelo y reímos. Cuando nos separamos nos miramos pero no sé como reaccionar o qué decir, pero fue ahí cuándo Grace entra en escena.

-Y... Dime Cameron... ¿Tienes algo que hacer ahora? Porque podrías venir con nosotros a...- Ni siquiera termina la frase cuándo Cameron responde.

-¡Claro!, Me encantaría. La verdad es que no sabía que hacer en la habitación del hotel así que decidí pasear un rato por la playa y mira... la casualidad hizo que nos encontrásemos de nuevo...- Me mira sonriendo.

-Pues vámonos...- Dice Grace tirándo del brazo de Ian para seguir caminando hacia la playa. Savanah hace lo mismo con Mateo por lo tanto, nos quedamos solos ella y yo. Estoy muy nervioso, mis piernas flaquean y casi no puedo mantenerme en pie.

TRANQUILO IKER

ES SOLO UNA CHICA

Vaya chica...

-¿Vamos?- Pregunta sonriendo.

-Cl-claro- Respondo nervioso.

-¿Y... Qué haces aquí en San Francisco?- Pregunta de la nada.

-Ehm... Estoy de vacaciones con mis amigos. Necesitaba un descanso. ¿Y tú?-

-Vine por trabajo. Ahora soy modelo y...- Dejé de escuchar. ¿Modelo? Jode.r... esto es malo. Muy malo. ¿Porqué pienso que puedo tener oportunidad de salir con una modelo? O, mejor dicho, ¿Porqué pienso que puedo tener una oportunidad de salir con ella? Ellas salen con fútbolistas, cantantes o actores no con alguien como yo...-Iker... ¿Me estas escuchando? -Enarca una ceja riendo.

-No. La verdad es que no- Río nervioso.

-Sigues siendo el mismo de siempre- Dice negando con la cabeza.-Te estaba diciendo que soy modelo, he venido a trabajar aquí durante los meses de verano pero realmente vivo en Miami.-

-¡Yo también vivo en Miami!- Por una vez, la suerte está de mi lado.

-¿De verdad? ¡Qué bien! ¡Así nos veremos más a menudo!- Iba a contestarle pero antes de que pudiera, mi querida amiga Grace me interrumpe.

-¡PAR DE TORTOLITOS HEMOS LLEGADO!-Grita Grace desde unos metros más adelante. Ni siquiera me había dado cuenta de que ya estábamos sobre la arena. Pero eso no es lo más importante ahora. Nos había llamado ''Tortolitos''. Tengo que matar a Grace por eso... La miro y sus mejillas están teñidas de un color carmesí, a diferencia de las mías que estarán teñidas de un intenso color rojo.

Debe de pensar que soy estúpido.

Nos acercamos dónde están los demás y colocamos nuestras toallas y nuestras cosas juntas. Aunque ella no ha traido toalla yo le ofrezco la mía para poder sentarnos y hablar, ya que después de tantos años hay mucho que contar.

Tiempo después, yo estoy tumbado en la arena y ella sobre mi toalla. Ni siquiera hizo falta que yo se la ofreciese, literalmente ella se adueñó de ella.

-Iker, ¿Puedo hacerte una pregunta?.- Dice un poco tímida.

-Si, claro,- Respondo con los ojos cerrados.

- ¿Tienes novia?.- Pregunta. Su pregunta me ha cogido bastante desprevenido y, nuevamente empiezo a ponerme nervioso.

-¿Yo?, ¿Novia? Que va... Sabes que siempre he sido alguien solitario- Respondo intentando no volver a ponerme colorado.

-Pensé que... Bueno, da igual.- Concluye dándose la vuelta.

-¿Y tu? ¿Tienes novio?- La miro a través de mis gafas de sol.

-¿Yo?, No. Tenía. Corté con él hace cosa de unas... Tres semanas- Sonríe. Aunque sé que se ha puesto incómoda.

-¿Puedo saber porqué lo dejasteis?- Ella se limita a hacer unos cuernos con sus dedos y ponérselos detrás de su cabeza.

-No me puedo creer que te haya puesto los cuernos...- Niego con la cabeza.

-Pues créetelo porque fue así- Hace un extraño gesto con la mano que me hace reír. Siempre ha sido así de... Expresiva. Ella tambien sigue siendo la misma Cameron de hace unos años.

-Oye Iker- Me llama.

-Mmmh- Levanto un poco la cabeza para mirarla-

-Me darías tu número de teléfono. No... me gustaría volver a perder el contacto contigo- Mi corazón se acelera de repente y amenaza con salirse de mi pecho, pero antes de que lo note me siento correctamente y la miro sonriendo.

-Claro Cam. A mí tampoco me gustaría perder el contacto conmigo. Significas mucho para mí.- Le guiño un ojo y, aunque creo que no me ha visto, ya que tengo gafas pero al parecer si se da cuenta, ya que ella se sonroja levemente. Miro a Grace que está junto a Ian y ambos me miraban con cara de incredulidad pero a la vez divertidos. Nunca había pensado comportarme así y menos con una chica como Cameron.

Nunca. En mi vida, había pensado en poder estar coqueteando con Cameron, pero lo estoy haciéndo y realmente no sé cómo. Cojo mi móvil y apunto el suyo para hacerle una llamada. Ella la recibe y guarda mi número en su agenda de contactos.

-Gracias-

-A ti.- Se vuelve a sonrojar. Por dentro aún estoy jodid.amente nervioso pero intento que no se me note.

-CHICOS, NOS VAMOS A BAÑAR, ¿VIENEN?- Grita Grace mientras se aleja unos metros hacia la orilla mientras es seguida por Ian.