#22

15.3K 535 12
                                    

Capítulo veintidós: Reconciliación, Playa y ¿Sorpresa?

-¿Subimos?-

-Claro- Responden los chicos al unísono. Cogemos las maletas y entramos al ascensor. Ian presiona el botón y subimos a la planta 8. Las puertas se abren y nos dirijimos a nuestras respectivas habitaciones: Iker a la suya e Ian y yo a la nuestra.

-Parece que no hay rastro de Savanah ni de Mateo-
Dice Iker cuándo aún estamos en el pasillo.

-No... parece que no.-Me dispongo a meter la llave en la cerradura pero paro en cuanto veo a Iker pegando su oreja a la puerta- ¡Iker!.¿¡Qué haces!?,¡No puedes espiar así como así a la gente!- Replico.

-Shhh.... Ven, Escucha esto- Dice haciéndo un gesto para que me pusiese a su lado. Imito su posición y escucho durante unos segundos.-

-Iker, No oigo nada...-

-Shhh... - Veo de Reojo a Ian que nos miraba con cara de pócker.

-Sigo si... Espera eso son...- Miro a Iker incómoda  y mientras, el mueve sus cejas arriba y abajo.-

-¡Jode.r!, ¡Qué asco para que querías que escuchase eso!, ¡Ya me he traumatizado!- Le doy un ligero golpe en el hombro mientras él se parte de la risa e Ian nos mira divertido.

-A ver señoritas ¿Podemos entrar ya a la habitación?, Tengo sueño...- Se queja Ian refiriéndose a Iker y a mí ganándose que el castaño lo fulmine con la mirada.

-¿Qué estas insinuando con "señoritas?"-Iker finje estar enfadado pero ya con todas la bromas que le hacen de si es homosexual creo que ya está más que acostumbrado.

-Ya, venga, déjalo- Digo sonriente.- Iker...- Lo llamo antes de que se vaya.

-¿Grace?-Responde.

-¿Quedamos para ir a la playa mañana?-Pregunto cuando Ian ya ha entrado a la habitación.

-Claro, a las nueve los espero en el buffet del hotel-

-Vale. Le diría a la parejita pero creo que están ocupados- Sonrío.

-Si, mejor déjalos. Mañana se lo diremos. Duerme bien enana- Se despide.

-Adiós.- Digo cerrando la puerta. Suelto un largo suspiro y entro a la habitación.

La habitación es increíble; es incluso más grande que el apartamento. A Ian veo a Ian por ningún lado. No está ni en el baño, ni en la cocina, ni en la sala de estar... pero si está en la terraza. Sonrío para mí misma y voy hacia dónde se encuentra él apoyado en la barandilla admirando el paisaje costero que se encuentra frente a él. Me acerco lentamente por detrás. Él aún no ha notado mi presencia, y aprovecho para abrazarlo y darle un pequeño beso dónde su cuello se une con su mandíbula. Haciéndo que su barba de hace algunos días haga cosquillas en mi piel.

-¿En qué estás pensando?-

-En ti y...en como solo hace dos meses que te conozco has cambiado mi vida, pequeña.- Se da la vuelta y me envuelve en un abrazo, haciéndo que ahora quede yo entre él y la barandilla de la terraza.

-Tu también me has cambiado Ian...- Le digo algo avergonzada. Él me sonríe y me da un pequeño beso. Luego vuelve a mirar al horizonte y pasa así algunos minutos.

-Le dije a Iker que mañana podríamos ir a la playa. ¿Te parece?- Digo volviéndome hacia él.

-Claro, lo que tú quieras- Hace una pausa.- Aunque... ¿Se lo han dicho a Savanah y a Mateo?-

-¿Cómo quieres que se lo diga si estaban... ocupados?- Se encoge de hombros.

-No sé. Conociéndote y sabiendo lo loca que estás a veces tal vez hayas entrado a la habitacion como si nada dicendo: ¿Chicos quieren ir a la playa mañana?- Dice intentando imitar mi voz.

-¡Hey!, ¡Yo no hablo así!- Digo como niña pequeña golpeándolo no muy fuerte en el hombro.

-Si tú lo dices... - Noto que se separa de mí y estoy dispuesta a girarme pero unas manos sobre la parte trasera de mis rodillas me lo impide:

-¡Ian!, ¡Bájame!, ¡AHORA!-

-No- Responde como si nada.

-Ian Denovan Young, ¡Bájame de aquí!, ¡YA!-

-Harás lo que yo te diga linda...- Una sonrisa maliciosa se apodera de su cara.

-No te lo tengas tan creído Denovan- Dijo mirándolo.

-Ya verás...- Al "estilo nupcial" me lleva hacia la habitación principal. Cuando estamos dentro me deja en el suelo y yo me bajo aún dejando mis manos en su cuello. Me doy cuenta de que en la cama hay dos cajas. Miro a Ian y este me agarra de la cintura y añade.

-Póntelo, te quiero solo para mí- Me da un casto beso y se marcha dejándome sola en la habitación. Cuando despierto de mi trance me subo sobre la cama y abro la caja más grande. Dentro de ella hay un vestido blanco de encaje que me llegaba un palmo más arriba de la rodilla. Es muy bonito y sinceramente no creo que Ian lo haya escogido él solo. Abro la otra caja que es algo más pequeña, dentro de ésta hay unos zapatos negros de unos 7cm. de tacón.

Parece que por una vez estaré a su altura.

(...)

Cuando termino de arreglarme ha pasado casi una hora y cuarto.

Me miro por última vez en el espejo revisando que todo este en su sitio. Y sí, se podría decir que estoy casi perfecta. Digo casi, porque no me considero perfecta, si no que me veo guapa y estoy casi perfecta.

No sé si me habreís entendido.

Salgo de la habitación mirando a ambos lados a ver si está Ian. En cuanto miro a la derecha veo que la puerta de la habitación de al lado está entrecerrada y su voz resuena por la habitación de hotel. Parece como si estuviera hablando por teléfono:

-Espero que si. Gracias tío te debo una. Adiós.- Es lo único que consigo escuchar. Al parecer, termina de hablar por teléfono y abre la puerta. Está vestido con un traje negro que le sienta muy bien.

- Pequeña, estas... increíble- Me mira de arriba a abajo y cuando está a mi lado me agarra de la cintura y me acerca a él justo como lo hizo antes. Yo le beso el cuello y parece que le hace cosquillas.

-Deja de hacerme eso y vámonos si no quieres llegar tarde- Dice dirigiéndose a la puerta.

No sé qué estará pensando en hacer pero tengo ganas de ver qué es lo que tiene preparado...

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora