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-¿Darek?, ¿Qué haces aquí?- Digo notablemente cabreada. Miro a Mateo y a Iker quienes miran intencionadamente a todos lados evitando mirarme a los ojos. Los Ignoro e intento centrarme en lo importante ahora. En el ímbecil que está tan tranquilo sentado en el sofá del apartamento.

-¿Se puede saber qué haces aquí?.- Digo lo más decida que puedo intentando que mis nervios no me traicionen.

-Grace, relájate simplemente quiero venir a disculparme.- Dice con una egocéntrica sonrisa en su cara. Haciendo que me den ganas de pegarle un chachetón en su asquerosa cara de hijo de ...-Y, si estas dispuesta... Quizás volver.-

FLIPO.

-¿He oido bien?, ¿Que quieres volver conmigo después de toda la mierd.a que me hicistes pasar?. Mejor desaparece de mi casa antes de que te eche yo.- Digo poniéndome a su altura y con un tono de voz notablemente molesto e irritado.

-Si, Grace has oido bien... Quiero volver contigo porque me arrepiento tanto...- Dice haciendo un puchero haciéndo que me echara a reir por su infantilismo e inmadurez. Echo una rápida mirada hacia los chicos; Mateo no tenía ninguna expresión, simplemente se dedicaba a escuchar la conversación, Iker me miraba con cara de preocupación e Ian tenía su mandíbula tensa.

- Darek, vete de mi casa- Espeto.

-¡Yo quiero volver!- Dice levantándose del sofá.

- ¡No voy a volver contigo porque eres un infantil, mujeriego y egocéntrico y además ya estoy con alguien mejor que tú!- Digo gritándole ya roja de la rabia.

-¿Ya tienes a alguien que me reemplaze? ¡Serás...!.- Seguramente iba a insultarme pero parece que se calla al ver que tengo tres chicos a mi espalda.- No hace ni dos meses que cortamos y ¿ya tienes a otro?- Pregunta con incredulidad. Realmente Ian no es realmente mi novio pero es la mejor opción para librarme de este idiota.

Por el rabillo del ojo puedo ver como Ian iba a intervenir pero Mateo lo agarra por el brazo y murmura algo que sólo él puede oir. Y la verdad es que agradezco que Matthew lo haya parado.

-Me parece que no recuerdas que eras tú quien se veía con ¿Cuántas?, ¿Tres chicas?, eso sin contarme a mi.- Dijo con una sarcástica sonrisa.

-¿Y quién es el afortunado?- Pregunta en tono burlón evadiendo mi pregunta.

-No es de tu incumbencia- Digo dirigiendome a la puerta y abriéndosela enviándole una indirecta muy directa de que quería que se fuera cuanto antes.

-Soy yo- Escucho a Ian decir-Y ya la has oido. Lárgate - Espeta mirándole desafiante.

-¡Qué bonito!, El princeso defendiendo a su princesita, deja que te diga una cosa Grace, esto no acaba aqui...- Dice señalándome con su dedo índice y desapareciendo por las escaleras.

-¡Mira qué miedo tengo!.- Intento gritar para que me oiga.

Será gilipoll.as

Cierro la puerta y me dejo caer sobre el sofá tapando mi cara con las manos, para intentar olvidarme de todo esto.

Me están pasando muchas cosas últimamente. Si yo era la típica chica que prefería quedarse en casa viendo alguna película o simplemente escuchando música. ¿Porqué a mi madre se le habrá ocurrido la idea de buscame piso?. Ni siquiera tengo trabajo
¿Cómo se supone que viviré a partir de ahora? Ni siquiera habia pensado en eso.

-Grace, ha llegado el resto de tus cosas. Las hemos dejado en tu habitación.- Murmura el Castaño.

-Gracias Iker.- Suspiro.

Necesito estar sola

Me levanto del sofá y agarro las llaves que justo había dejado sobre la mesa de la entrada. Abro la puerta y me dispongo a salir hacia no sé dónde. Necesito salir de aquí y pensar.

-¡Grace, espera!.- Dice Ian a mi espalda. Me giro cansada para enfrentarlo.

-Ian ahora no... Quiero estar sola ¿vale?.- Suspiro. Tampoco quiero ser borde pero si os soy sincera, no quiero que venga. Él me mira unos segundo indeciso.

-Está bien. Ten cuidado. Y si me necesitas, tienes mi móvil y el de los chicos.- Me besa la sien y se va escaleras arriba de vuelta al apartamento.

Salgo del edificio y respiro. El aire llena mis pulmones e intento relajarme. Camino durante no, se, tal vez veinte minutos y encuentro una especie de ¿parque?. Realmente es una fuente con cuatro bancos y árboles alrededor. Me siento en uno de los bancos y conecto mis auriculares. La música siempre causa un buen efecto en mí.

Darek es mi ex y, bueno yo no estaba exactamente enamorada de él pero si me gustaba bastante. Él parecía tierno y cariñoso en nuestras citas pero... después de eso me enteré que había salido, o, más bien tenido varias aventuras mientras estaba conmigo. Yo lo perdoné bastantes veces, pero al final me acabé cansando y fui yo quién lo dejé. Me gustaba, pero no iba a caer tan bajo como para volver a perdonarlo.

Tengo orgullo, bastante a decir verdad, y por eso decidí terminar, así que lo dejé. Él, al parecer, no asimila bien que lo hubiera dejado meses atrás  y desde entonces anda detrás de mí para que lo perdone como si no hubiese pasado nada.

En fin, no vale la pena ponerme así por él. Él no es un gorila hormonado como Ian, es peor que eso. Sonrío al recordar a Ian. Y realmente no se, porqué. Supongo que, está empezando a llamarme un poco la atención. Pienso en la propuesta que tenemos y en porqué yo decidí aceptar.

Quién sabe, quizás, hasta me acabe gustando.

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora