#27

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El despertador en mi móvil interrumpe mis sueños. Entrecierro mis ojos para agudizar mi vista y ubicarme. Estoy en la habitación del hotel.

A mi lado Ian duerme profundamente. Que pena que eso vaya a durar tan poco. Agarro mi almohada y la estampo en la cara de Ian haciéndo que él se sobresaltase y caiga al suelo. Me río recordando como Iker se cayó casi de la misma forma cuando lo desperté hace bastantes días.

-¡Jode.r, Grace! ¿¡Se puede saber que coñ.o te pasa!?- Gruñe aparentemente molesto.

-¡Esa boca!- Lo reprendo.- Levantate, llegaremos tarde al aeropuerto.- Gruñe nuevamente y se dirige hacia el baño mientras yo guardo en las maletas las últimas prendas y objetos que quedan fuera. Ian sale del baño con una toalla enrollada en su cadera y yo lo miro indisimuladamente.

-Grace- Lo miro- Ven.- Me sitúo justo delante de él mirándole con una ceja levantada. Sin darme cuenta ya tenía los labios de Ian sobre los míos.

-Eso... ¿Qué ha sido?- pregunto haciéndome la desinteresada.

-Eso ha sido una parte de lo que podrías haber pasado anoche si no estuvieras actuando tan raro- Él se ríe, pero al ver que yo no lo imito se pone serio de repente.- Grace... ¿Qué pasa? Dímelo... Sabes que puedes confíar en mí.- Claro que puedo confiar en él aunque... pensandolo bien... ¿De verdad lo hago?.

-Es solo...- Suspiro pesadamente a la vez que dudo en si decíselo o no- Es... por lo de mi madre-

-Grace, eso se solucionará, tranquila.- Me abraza mientras frota mi espalda.- Todo se solucionará...-

-Si, todo... se solucionará- Sonrío debilmente...

Eso espero.

(...)

-¡Por fin en casa!- Suspira Iker mientras se tira sobre el sofá.

-Si, echaba de menos a Staicy.- Staicy es como llama Mateo a Su PlayStation.

-Estaré en mi habitación por si me necesitan- Digo de mala gana. Cojo algunas de mis maletas y me dirijo a mi habitación. Allí las coloco sobre la cama y las abro. Pongo la ropa sucia en el cesto y el resto lo coloco en el armario. Mientras lo hago unos brazos rodean mi cintura.

-Grace, ¿Qué pasa pequeña?-

-Ian, no me pasa nada.- Intento zafarme de sus brazos pero él lo impide abrazándome más fuerte. En un rápido movimiento me tira sobre la cama. Él quedandose sobre mí. Su cara queda a escasos centímetros de la mía. Me mira un segundo para luego hablar.

-Grace, sé cuando te pasa algo y sé que hay algo que te preocupa, dímelo.- Me súplica .-Te quiero como nunca he querido a nadie y, me da miedo cagarl.a, de verdad. Si hay algo que he hecho mal, dímelo por favor. De verdad, me frustra no saber lo que te pasa-

-No eres tu Ian... Soy yo ¿vale?,- Respondo intentando pensar en algo mas coherente.

-Espera. ¿Vas a dejarme?.- Pregunta mirándome atónito.

-¿Qué?, ¡No!.- Respondo. -¿Porque dices eso?.-

-Eso es lo que normalmente se dice en las películas, ¿no?.- Me mira, buscando como respuestas.

Durante el viaje he pensado en decíselo. Tal vez no reaccione tan mal como yo pienso y tal vez esté haciendo una montaña de un grano de arena. Tal vez debería hacer caso a Aarón y tal vez tenga razón.

-Ian, yo... Ya lo entenderás...- Me levanto de la cama como puedo dejando a Ian sobre ésta creo que aún más confundido que antes.

Necesito aire.

Salir.

Olvidarme de todo por unas horas. Cojo mi chaqueta que dejé sobre el sofá cuando llegué, mientras que Mateo duerme en un extremo del sofá e Iker mira la televisión en bóxers.

Respecto a los bóxers... ya me he acostumbrado a ello.

-Grace ¿A dónde...?- No dejo que acabe su frase porque cierro la puerta principal de un portazo. Llamo al ascensor que no tarda mucho tiempo en abrirse. Entro y las puertas se cierran lentamente. Recuerdo que en este ascensor recibí el primer mensaje acosador de Darek.

¿Por qué me hace todo esto?, ¿Por que lo dejé?. Venga, no puede tener tan poca vida como para hacer eso. No entiendo porqué no me deja ser feliz con Ian. Y con respecto a lo de Lea... sabe cuáles son mis puntos débiles y también sabe cómo chantajearme.

Estuvimos juntos varios años y desgraciadamente sabe dónde darme para que duela. Las puertas se abren y mi cuerpo choca contra algo a vas bien contra alguien. Adivinen quien... Lea, la vecina. Casualidad que se llame igual que mi hija. Y casualidad que me la encuentre siempre al salir del ascensor.

-¿Grace?, ¿Eres tú?- Pregunta mientras me mira como si no lo estuviese creyendo.

-Si, soy yo. ¿Lea, no?- Intento parecer lo más normal posible.

-¡Recuerdas mi nombre!- Grita eufórica. Que chica más rara. ¿Por qué en mi vida tengo que estar rodeada de gente tan... especial?.

-Si... Claro.- ¿Como no lo voy a recordar si se llama igual que mi hija?.

-¡Uh!, ¿Tienes algo que hacer?, ¿Quieres tomar algo?-

-Claro, vamos pero... no voy muy arreglada- Digo mirándome la ropa.

-Venga, vas mucho mejor que yo que visto con ropa de "Running''.- Es verdad. No me había dado cuenta. Va hecha un cuadro toda sudada, pero a ella parece no importarle.

-Tienes razón... vamos- Lea tironea de mi brazo y me arrastra hasta el Starbucks más cercano. Que está a varios metros del edificio dónde vivimos.

-Y... Cuentame de tí, porque la última vez que te ví llevabas mucha prisa- Dice mientras bebe de su café.

-Si, ese día tenía prisa pues mi novio había tenido un accidente y recién había despertado.- Digo incómoda.

-¿Ese chico tan sexy con el que vas siempre es tu novio?- Pregunta incrédula. Asiento levemente. - ¿Dónde lo has conseguido?. Yo quiero uno como él -La miro con incredulidad.- Lo siento soy muy impulsiva a veces.- Dice mientras se pasa la mano por el pelo incómoda.

-Oh, no te preocupes, a mi me pasa a veces también.- Sinceramente, es mentira, lo que no sabía que decirle a la pelirroja bipolar que se encuentra sentada a mi lado.-

Entre cafés y muffins se nos va la tarde. Acabo contándole mi problema con Ian y Darek y ella opina lo mismo que Aarón. Que debería contárselo yo misma y así Darek dejaría de molestar, acosar o amenazar a la vez que Ian se enojaría menos que si se enterese por Darek.

Además ahora que lo pienso...

¿Porqué le doy tanta importancia a esto?

Creo que lo he llevado demasiado lejos. No creo que sea tan malo como para que Ian me deje ni mucho menos. Al contrario, si es mi novio y me quiere lo entenderá y seguiremos con nuestras vidas SIN Darek.

Y si no, sobreviviré.

Está decidido.

No puedo seguir con esto, mañana le contaré a Ian sobre mi hija y así podré vivir tranquila, sin estar pendiente de todo esto que está pasando con Darek.

SUERTE PEQUEÑA, ESO QUE ME DICES LO VEO DIFÍCIL

Cállate Ellie.

¿ENSERIO?,  ¿YA ESTAMOS CON LO MISMO?

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora