Rodeada De Idiotas

Maratón 3/3 #18

-¿Aarón?- Pregunto aún aturdida debido a todo esto que acaba de pasar.

-El mismo- Dice sonriendo.- Grace, ¿Qué pasa?, Te noto extraña- Pregunta sentándose a mi lado.

-No... no sé si debería decirtelo. Qui-quiero decir no te conozco de nada para...- Suspiro. ¿Qué podía perder?, No tengo amigos salvo los tres idiotas con los que vivo pero, no es lo mismo.

Bah, ya da igual.

Lo miro y el asiente levemente incitándome a hablar.

-Bueno yo... Cuando tenía 16 quedé embarazada de mi ex-novio. Tenía muchas ganas de ser madre a pesar de todo, pero ni él ni mis padres querían que lo tuviese. Así que ellos me obligaron a abortar.-  Lagrimas pican en mis ojos pero hago todo lo que puedo para no llorar.- Yo me negué y... me fui de casa para irme a la de una amiga del instituto. Ella fue muy amable conmigo al ofrecerme su casa. Tiempo después cuando di a luz, mi hija nació con problemas y... varios días después ella murió.- Suspiro pesadamente.- Ahora mi novio es Ian, el chico por el cual estaba el otro día en el hospital donde nos conocimos. Yo dejé a Darek, mi ex, hace tiempo porque descubrí que me estaba siendo infiel con varias chicas. El caso es que últimamente él ha estado siguiendome y mandandome mensajes y ahora quiere chantajearme diciendo que si no vuelvo con él le dirá a Ian sobre mi hija. Y no quiero que sepa nada de esto ya que si lo hago, no sé que podría pensar de mí al quedar embarazada con dieciséis...- Finalizo.

-Esto da para novela.- Dice sonriendo. Yo intento reír también pero creo que me sale una extraña mueca. Se acerca a mí y me abraza.

-Grace, yo creo que si ese tal Ian, de verdad te quiere no te juzgará.- Dice aún abrazándome.

-Lo sé pero tengo miedo de que no reaccione de esa manera- Levanto mi vista y él me mira con algo de pena mientras vuelve a sentarse en su sitio

-¿Y... Qué tienes pensado hacer?. Porqué si no vuelves con tu ex él hablará e Ian se enterará...- Bajo mi vista derrotada por la situación. Pasan unos segundos mientras intento buscar alguna solución a todo esto

Y de repente se me ocurre una idea.

En seguida me siento recta sobresaltando a Aarón que ahora me mira con el ceño fruncido.

-¡Tengo una idea!- Digo en voz alta. Demasiado alta. Algunas de las personas de la cafetería me miran raro pero yo tengo problemas más importantes que resolver en este momento. Creo que situaciónes como esta se están repitiendo muy a menudo.

(...)

Cierro la puerta de casa lentamente. Vaya día que llevo. Son las nueve y media de la noche y voy en busca de Iker. Pero antes paso por la habitación de Ian para comprobar que esta durmiendo y Mateo...

No sé dónde está Mateo.

-¿Buscas a alguien?- Una voz me sobresalta. Doy un pequeño grito/salto a la vez y me giro bruscamente.

¿GRITO/SALTO?, ¿ESA PALABRA SIQUIERA EXISTE?

Ellie...

LO SIENTO

-¡Jode.r Iker, que susto!- Digo mientras ponía una mano sobre mi pecho.

-Lo siento...- Dice mirandome arrepentido.

-A tí te estaba buscando, ven aquí- Digo mientras lo cojo del brazo y tiro de él hacia la cocina.

-¡Hey! ¿Qué pasa?- Dice extrañado.

-¿Recuerdas que cuando estábamos en el hospital con Ian dijistes que nos iríamos de viaje los cuatro?-

-Si, pero no sé que me estás queriendo decir con eso Grace.- Levanto una ceja perpleja. ¿¡Cómo no puede darse cuenta de lo que le estoy diciendo!?

-Jode.r, que nos vamos de viaje Iker.-

-¡Oh, que tonto!- Se da un leve golpe en la frente- ¿Crees que querrán ir?. Y lo más importante ¿Ian podrá ir?- Concluye. Mierd.a es verdad Ian tal vez no querría ir. O no podría ir. No pensé en eso.

-Se lo preguntaré- Digo aparentando seguridad. Me doy la vuelta y me dirijo a la habitación de Ian. Toco suavemente con mis nudillos y lo llamo.

-Ian... Ian...- Digo moviéndole un poco.

-Hmmmnmn. Grace, ¿Que quieres?- Dice mientras yo sigo sacudiendolo para que despierte.

-¿Estás despierto?- Se da la vuelta para mirarme.

-Grace si no contesto cuando me llamas es porque estoy dormido ¿sabes?- Dice molesto. Que mal genio tiene cuando se despierta.

-Lo siento. Es que tengo que decirte una cosa...- Digo intentando que no se siga cabreando.

-¿Qué tienes que decirme?- Pregunta sentándose adormilado.

-Tenemos pensado ir de viaje los cuatro. ¿Quieres o, mejor dicho, puedes venir?.- Preguntó con miedo a lo que pueda contestar.

-¿Cuándo haríamos el viaje?- Pregunta.

-En una semana- Me apresuro a decir.-Entonces... ¿Qué me dices?, ¿Nos vamos a San Francisco?.-