Temporada 2. #12

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-No me lo puedo creer...- Suspira pasándose la mano por su pelo.-¿Qué fue exactamente lo que te hizo?.-

-Bu-bueno me gritó y...- Se queda pensativo varios segundos antes de hablar.

-Vete a casa Grace.- Ordena.

-¿Qué?, ¿No íbamos a comer?.- Pregunto confundida.

-No. Ya no.- Se adelanta caminando más rápido.

-Pero... ¿Porqué?.- Digo intentando colocarme a su lado.

-Tengo cosas más importantes que hacer. Vuelve a casa.- Camina aún más rápido.

-Esta bien.- Suspiro dándome por vencida. Miro varios segundos la dirección por la que se marcha Ian. Sinceramente me preocupa mucho lo que hará ahora. Es evidente que buscará a Aarón o, que buscará información sobre él para amenazarlo o algo por el estilo. El caso es que con todo el odio que le tengo a Aarón ahora mismo, no me da ninguna pena lo que Ian le llegue a hacer. Es cierto que le quiero, fue y sigue siendo mi novio, creo. Pero su comportamiento conmigo el otro día no fue el correcto.

Además, ¿Me quieres decir cómo iba yo a parar a alguien como Ian que mide algo más de 10 cm que yo?.  Es muy alto y fuerte como para querer pararlo así que cómo sé cómo es él, mejor dejarlo. Es muy cabezudo cuando se le mete algo en la cabeza.

Vuelvo al hotel. La recepción está especialmente vacía hoy. Sin embargo hay varias personas en cola, y otras esperan pacientes en los sofás como Alejandra.

Espera.

¿Alejandra?.

¿Qué hace ella aquí?. Me dirijo a ella con el disimulo de saludarla pero a la vez intentar saber la razón por la cual ella está aquí. Es extraño, ella estaba hace un rato en la oficina y ahora está aqui.

-¡Alejandra!.- Llamó y ella levanta su vista de su tablet para fijarla en mí. Cuando me reconoce abre los ojos ampliamente y sonríe nerviosa.

-Grace...- Se ríe entredientes...-¿Qué tal?.-

-Bien... ¿Qué haces aquí?. ¿No estabas en las oficinas hace un rato?.-

-¿En las oficinas?. ¡Ah, si!, Pero he tenido que venir a... a solucionar un problema que había con tu habitación reservada en este hotel, pero tranquila, está todo solucionado.- Hace un ademán con su mano.

-¿Segura?, ¿Pareces algo nerviosa?.- Pregunto sonriente.

-Segura, segura, segura.- Responde rápidamente.

-Esta bien yo estaré arrib...-

-¿Y tu?. ¿No estabas con el moreno?.- No sé describir exactamente la forma en el lo dijo pero fue algo así como con burla.

-Si. Estaba.-

-¿Te ha dejado?.- Pregunta de igual manera que antes.

-Ya quisieras tu...- Murmuro entredientes.- No, le ha surgido algo importante que hacer.-

-Que pena. Bueno, yo me voy ya. Buenas tardes, Grace.-  Se despide mientras se levanta y sale de la recepción del hotel. Ruedo los ojos al ver en la gran chica sin amor por sí misma en la que se ha convertido esta chica en este último mes. Llamo al ascensor. ¿Un problema con mi habitación?.

Si, claro.

Si hubiera habido algún problema vendría el encargado, no ella. Ella solo es la recepcionista.

En fin.

Suspiro pesadamente y saco las llaves o más bien la tarjeta para entrar a la habitación. Saludo a mis vecinos que se encuantran hablando animadamente en el pasillo antes de entrar. Tiro mi bolso en el sofá y me tiro sobre éste para relajar mi cuerpo después de todo este estrés. A mi mente en blanco llega Ian y en lo que estará haciendo en este momento. Me levanto para buscar algunas galletas y prepararme para una tarde o más bien tarde-noche de maratón de películas.

(...)

Me sobresalto y despierto de mi sueño al escuchar como tocan duramente en la puerta. Intento abrir mis ojos lo más que puedo debido al sueño. ¡Qué típico por dios!.

Como diría Ellie Cliché 8.0

Bostezo mientras me siento sobre el sofá y agarro mi abrigo para abrir la puerta. En el camino reviso el reloj y veo que son las 11.53h. Dios, si que estaba cansada que me he quedado dormida como unas... ¿dos horas?.

En fin, abro la puerta y me encuentro de frente con Ian. Pego un rídiculo gritito de esos que las chicas siempre dan al ver al chico sangrando levemente por ellas, pues algo así. Agarro a Ian de el brazo y lo meto en  la habitación del hotel para sentarlo en el sofá para así poder escanearlo bien.

-¿Que has hecho Ian?.- Pregunto sin dejar de revisarlo.

-Resolver unos asuntos.- Responde mientras se encoge de hombros.

-¿Qué asuntos exactamente?.- Digo mientras rozo una de sus heridas situadas en la frente.

-¡Ten cuidado que duele!.- Se queja.

-Lo siento.- Bajo la mirada a mi regazo. -Espera voy a curarte.-

-¿Vas a curarme, en serio?.- Se burla de mí mientras me sigue por el pequeño pasillo.

-Si, eso hacen en las películas ¿no?.- Digo riendome.

-Supongo.- Responde divertido.-Pero en las películas hacen otras cosas también.- Comenta observándome a través del espejo.

-¿Qué quieres decir?.- Pregunto mientras sigo revisando todos los botes de antialérgicos que hay en la estantería. Lo miro un segundo y él me mira divertido con una de sus cejas hacia arriba.

-Ian.-

-Hmm.- Sonríe.

-Cállate.- Sonrío yo también.

-Esta bien.- Sale de el baño para supongo que volver a la sala de estar.

-¡Aquí no hay algodón! ¿¡te vale papel higiénico!?.- Hablo en voz alta para que me escuche.

-Por mi está bien.- Responde de vuelta. Agarro el bote de Alcohol y algo de papel higiénico que reemplaza a el algodón.

-Sientate ahí.- Le ordeno mientras dejo todas los cosas sobre la mesa. Él obedece y se sienta sobre el sofá. Yo, mientras agarro un poco de papel y pongo algo de alcohol sobre él. Y mientras noto la mirada de Ian sobre mí.

-¿Qué pasa?.- Pregunto mientras paso el papel por las heridas de su frente.

-Nada.-

-Puedes quedarte a dormir hoy.- Comento de la nada después de varios segundos de silencio.

-¿De verdad?.- Pregunta esperanzado.

-De verdad.-

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora