Temporada 2. #15

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El sábado; Día de ''la fiesta'' en la que llevé a Ian.

No les contaré nada sobre ella ya que fue de lo más normal. Salvo que habían varios borrachos ''viol.ando'' literalmente una máquina de refrescos, se escuchaban ruidos raros desde la puerta del baño, alguna que otra loca borracha me acosó durante toda la noche gritando Holiwis y que Ian me besó.

Si, sé que tampo o es nada nuevo pero me besó. Fue algo así como en las típicas novelas de adolescences cuando el chico deja a la chica en casa y el chico en vez de despedirse con un simple beso en la mejilla, decide no resistirse y besar a la chica y bla bla bla. Ya seguro que ya os lo imaginais.

Bueno, con Aarón... las cosas cada vez están más tensas. Ni yo le hablo a él ni él me habla a mi. Simplemente somos compañeros de habitación de hotel, punto. Ni más ni menos. Ni siquiera nos saludamos por las mañanas, aunque tampoco es que me preocupe mucho. Cada noche llega a la habitación medio borracho y diciendo cosas sin sentido sobre que habia visto un pandacornio que hablaba justo en la entrada del edificio.

Sin comentarios

Él sabrá lo que hace con su vida. En fin, en el trabajo los meses de contrato se están acabando y regreso a Miami la semana que viene después de un par de meses en mi larga y ¿Extraña? estancia en Madrid. La verdad es que echo muchisimo de menos a los chicos. Los comentarios obscenos de Mateo, las bromas sobre la condición sexua.l de Iker y las idioteces que hacíamos en Miami. Ahora que lo pienso, ¿Qué haré con la casa que tengo en común con Aarón?. Está claro que no volveré a vivir con un gilipo.llas como él. La venderé supongo o... Ya veré lo que hago.

Suspiro pesadamente mientras me tiro exageradamente sobre el sofá. Estoy demasiado cansada como para si quiera poder pensar. Perezosamente enciendo la televisión y busco algo interesante para poder ver. Durante aproximadamente una hora me quedo en la misma posición. He de confesar que me levanto una vez a buscar galletas pero, eso no importa.

Mis ojos empiezan a cerrarse cuando el timbre me sobresalta. Ruedo los ojos y perezosamente me levanto y con mi mejor cara de zombi abro la puerta.

-¿Sorpresa?.- Abro mis ojos considerablemente al ver quienes se encuentran tras la puerta.

-¡¿Iker!?, ¿Qué haces aquí?.- Digo saltando sobre él para abrazarlo. Cuanto echaba de menos a mi diva.

-Enana has crecido.- Dice Mateo en cuanto lo abrazo.

-Solo han pasado dos meses. No es para tanto.- Ruedo los ojos riéndome.

-¿¡Que no es para tanto!?.- Grita Iker sobresaltándome.- ¿Pero tú sabes cuanto te he echado de menos?. ¡Ha sido como me quitaran a mi hermanita pequeña!.- Constata histerico.

-Aww Yo tambien te quiero, ¡Ven aquí Castaño!.- Digo abrazándolo nuevamente.

-¿Tan pronto te has olvidado de mi?.- Mateo finge indignación.

-Ven aquí, Rubio.- Él sonríe mientras se une al abrazo.-Pasen a mi habitación, pequeñas princesas.- Comento divertida abriéndoles la puerta para que pudiesen pasar.

-Ya estamos...- Murmura para sí mismo Iker.

-¡Esta habitación es la poll..!.-

-Sin palabrotas Mateo.- Río al verlos otra vez aquí. ¡Aqui!, ¡De nuevo!.

-¿Aarón?.- Pregunta Mateo después de que nos hubieramos servido las bebidas y algunos snats que tenía en la despensa.

-Bien ¿Y tu?.- Respondo sin despegar la vista del televisor. Mateo me fulmina con la mirada y yo río.

-Grace, sé lo que ha pasado entre ustedes dos.- Comenta serio.

-¿Ah si?, ¿Y quién te lo ha contado?.- Pregunto burlona.

-Ian.- Lo miro un poco confusa.

-¿Ian?.-

-Ian.- Repite.

-Llamó el otro día para preguntar por nosotros y... ya sabes nos enrollamos...-

-¿Os enrollasteis?.- Pregunto incredula. Era Iker el que hablaba ahora.

-¡No Grace, como piensas eso!. Además a él le gustan las chicas.- Hizo una pausa.- ¡Y a mi también!. Lo que quise decir es que llamó el otro día y nos enrollamos hablando.- Me mira acusadoramente.- Y fue ahí cuando nos contó lo que había pasado con Aarón.- Aclara.

-Eso tiene más sentido.- Comento pensativa mientras Mateo aún sigue riendo a carcajadas.

-Eres una malpensada Grace.- Constata Iker.

-¡No lo soy!.- Me quejo como una niña pequeña.-Bueno, tal vez un poco.- Sonrío inocente. En ese mismo momento vuelven a llamar al timbre. Ahora que lo pienso es raro que Aarón no esté en casa a esta hora.

¡Bah!, ¿Qué más da?.
 

Nuevamente me quedo sin saber muy bien como reaccionar ante la persona que se encuentra detrás de la puerta.

-¿Ian?.- Pregunto confundida por verlo en mi habitación de hotel a las ¿Nueve de la noche?.

-Grace, no aguanto más.- Me sostiene la mirada.-O eres mía o me voy. No puedo seguir aguantando esto.- Me mira.

-¿Qu-qu-e?.- Pregunto confundida.

-Lo que has oido Grace o te vienes conmigo o me marcho para siempre de tu vida. Necesito una respuesta ya. Aquí y ahora.- Sentencia.

Espera.

¿Y ahora que hago?.

Tengo tres opciones: O intento resolver las cosas con Aarón, vuelvo con Ian o me quedo sola.

...

¿A quién quiero engañar?

Creo que la decisión está tomada desde hace tiempo.

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora