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-Hasta luego Grace, si hay algún problema no dudes en llamarnos- Me dice Mara cuando la enfermera la estaba echando literalmente de la habitación.

-No se preocupe su hijo está en buenas manos- Le guiño un ojo a Ian y el ríe.

-Adiós- Se despide por décimo-quinta vez la mujer. Cuando escuchamos la puerta cerrarse suelto un suspiro.

-Ian, te quiero mucho pero tu madre hace muchas preguntas- Digo divertida.

-Lo sé, deberías de haber visto tu cara cuando...- Deja de hablar cuando ve que lo miro mal pero eso no impide que se siga riendo. -Ven, siéntate aquí.- Da unos ligeros golpes a su lado en la cama. Me levanto y me siento a su lado. Lo miro y acaricio su mejilla.

-Ian, ¿De verdad que no recuerdas nada de lo que pasó?, El conductor, la matrícula...-

-No Grace, de verdad... aunque bueno... recuerdo que el coche era gris...- Se ríe.

-Ian, eso no es de mucha ayuda...- Digo sonriendo levemente.-Hay millones de coches grises.-

-Lo sé, pero de verdad que no recuerdo nada.- Suelta un bufido de frustación y se masajea las sienes para aliviar el estrés.

-Vale, tranquilo. Lo... importante esque estés bien. La denuncia ya esta puesta, Iker y Mateo se encargaron de ello aunque tu tendrás que declarar cuando te encuentres mejor. Pero sinceramente no creo que vayan a sacar nada con eso.-

-Bésame- Lo miro divertida y el moreno tenía algo así como una cara de perversión. Así que me acerco lentamente a él y rozo sus labios con los míos. Poco a poco el beso va volviéndose más rápido y me encanta, pero me separo porque sabemos lo que pasaría si seguimos así. Estamos en un hospital e Ian no está para nada de eso así que decido separarme.

-Te quiero.- Me dice.

-Yo a ti también- Le doy un corto beso y él hace que nuestras frentes se junten. Él cierra los ojos sereno. Se está tan bien así de tanquilo y...

Toc, Toc.

Jode.r ¿Qué pasa siempre que estamos así viene alguien a tocar las narices?, ¿No se puede tener un poco de intimidad o que?.

La puerta de la habitación se abre y la figura del simpático doctor que me dijo dónde estaba la habitación de Ian días antes viene hacia nosotros. Yo todavía sigo sentada a su lado y siento como mis mejillas empiezan a traicionarme. No sé si es por que casi nos pilla demasido ¿cariñosos? por decirlo así o porque siempre nos interrumpen.

El doctor se sitúa al lado de Ian con el semblante serio. Da algo de miedo ahora que lo miro bien. Mis latidos se aceleran porque deduzco que por la cara que tiene no trae buenas noticias...

-¿Que tal te encuentras Ian?- Pregunta.

-Bien, me siento mejor aunque la cicatriz me sigue doliendo un poco...-

-Vale...- Lee un informe que estaba encima de la cómoda y nos mira de una forma que no sabría como describir, si para bien o para mal...

-¡Muy bien muchacho, mañana si sigues así, te daremos el alta! , ¿De acuerdo?- Comenta eufórico. Ian y yo nos miramos sin saber como reaccionar a la bipolaridad de este hombre.

-De... acuerdo. Muchas gracias doctor- Responde Ian sin entender nada de lo que está pasando.

-Chao, que la paseís bien corazoncitos, ya podeís seguir con lo que estábais haciendo- Dicho esto le guiña un ojo a Ian y se va cerrando la puerta. Nos quedamos unas segundos sin decir nada pero después Ian comienza a reirse de una manera exagerada.

-Se... ¿Se puede saber que drog.a le dieron a ese?- Dice entrecortadamente riéndose.

-No lo sé pero creo que le afectó demasiado- Me río con él.

Después de lo que parecieron minutos riéndonos, un enfermero trae la cena de Ian. Éste la acepta de mala gana y se la come poco a poco.

-Que asco de comida. ¿Porqué la comida de los hospitales tiene que ser tan mala?- Dice cuando el enfermero ya se ha ido.

-Es comida de hospital ¿Qué esperabas?- Pregunto como si fuera obvio. El hace un sonido de desaprobación y sigue comiendo poco a poco.

Luego de que retiraran la bandeja de comida casi llena y de una pequeña bronca a Ian por no haber comido nada lo ayudo a taparse y a acomodarse en la cama. Cuando me aseguro de que está dormido me siento en el sofá de al lado y me dispongo a dormir como ya lo hace Ian. Ojalá mañana le den el alta por dios, esto de los hospitales es una verdadera mierd.a...

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora