Rodeada De Idiotas

Temporada 2. #8

Mi corazón amenaza por salirse de mi pecho pero suspiro para calmar mis nervios y con las manos temblorosas deslizo mi dedo por la pantalla.

-¿Diga?.- Respondo.

-¿Grace...?.- Pregunta después de varios segundos de silencio.

-Si...- No sabía exactamente que decir o que hablar.

Y es cierto, soy una bipolar.

Puede muchas veces diga que debo seguir con mi vida y que ya lo he olvidado pero en cuanto escucho su voz todos los muros que creía haber construido se derrumban en medio segundo haciendo que vuelva a ser la misma adolescente enamorada de Ian.-¿Piensas decir algo?.- Pregunto como veo que no se digna a hablar.

-Grace, no me cuelgues por favor.- Suspiro pesadamente tumbandome exageradamente sobre la cama.

-No lo haré pero solo dime para qué has llamado.- Espeto ya cansada de todo esto.

-Estoy aquí .- Abro mis ojos como platos.

-¿Aquí dónde?.-

-Aquí, en Madrid.- Dice

-¿Qué?, ¿Cómo qué estas en Madrid?.- Chillo.

Vale.

Reconozco que estoy empezando a ponerme nerviosa.

-Estoy aquí por tí Grace.- Ríe amargamente.

-Ian yo ya te olvidé.- Digo intentando convencerme a mi misma de mis propias palabras.

-Ya. Pero yo a ti no.- Responde.

-¿Porqué vuelves ahora y no antes?.- Pregunto después de varios segundos de silencio. Es una pregunta que tenía muchas ganas de hacerle desde hace bastante tiempo.

Realmente Quiero saber su respuesta.

-¿Quieres saber la verdad?.- Asiento levemente pareciendo idiota ya que él no me ve.

-Si.-

-Quedamos en la cafetería que está en Green Street mañana a las 17.00h. No me defraudes.- Y, sin más que decir corta la llamada pareciendo nuevamente como una idiota al intentar decirle que iría.

Porque si. Iré.

Tal vez me equivoque, pero necesito saber la verdad. Necesito respuestas a todas esas preguntas que desde hace años me pregunto. Al fin mañana sabré toda la verdad. El sonido de la puerta del baño abrirse me saca de mis pensamientos.

-¿Con quién hablabas, nena?.- Pregunta secándose el pelo con una toalla.

-Con... los chicos.- Respondo.

-¿Los chicos?.- Me mira frunciendo el ceño.-Has hablado con ellos antes.-

-Antes hablé por mensaje.-Lo miro divertida.-Ahora llamó Iker diciendo básicamente lo mismo que por mensaje pero en llamada.- Río nerviosa.

No me gusta mentir, y menos a Aarón pero, tampoco quiero que se enfade por lo que tengo pensado hacer mañana.

-Esta bien. Ven, vamos a la cama.- Termina de secarse el pelo y se acuesta a mi lado en la cama.

-No me los digas dos veces.- Sonrío mientras corro para cobijarme entre sus brazos.

-Buenas noches.-

(...)

Son las 16.54h. Le he dicho a Aarón que no venga a buscarme porque iba a comer con una compañera de trabajo. Me encuentro caminando en dirección hacia la cafetería en dónde supuestamente he quedado con Ian para aclarar de una vez por todas todo esto que sucedió entre nosotros. Desde esta mañana he sentido... ¿Sabeís cuándo estaís muy nerviosas que tienes como mariposas en el estómago y esas malditas hacen que te duela tanto que hasta eres incapaz de  siquiera probar bocado?. Pues algo parecido me sucedía a mi desde esta mañana. Era tal mi punto de nerviosismo que esta mañana en mi segundo dia de trabajo casi vomito. Si, y delante de nada más ni menos que de Luke.

¿Qué pensaría de mi?.

Resumiendo, que desde esta mañana me estoy muriendo de los nervios. Entro a la cafetería dónde doy gracias a que se está bastante tranquilo. No sé que hubiera hecho si además de el estrés que tengo se le hubiera añadido el jaleo de la gente en la cafetería. ¿Ya os he dejado claro que estaba nerviosa, verdad?. Pues si antes lo estaba no os podeís imaginar como me siento ahora que nada más entrar lo veo sentado en una de las mesas más alejadas de la puerta, supongo que para tener más intimidad.

Entro y suspiro pesadamente para intentar aliviar la ansiedad. Mis manos sudan y tiemblan al igual que casi todo mi cuerpo. Y la verdad es que no se porqué me siento así.

¿Tampoco es para tanto no?.