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Abro mis ojos acostumbrándome a la luz que se adentraba por la ventana.

DIOS MIO QUÉ CLICHÉ 2.0

Hago un gran esfuerzo por levantarme de la cama, pero me es imposible ya que un fuerte dolor se apodera de la parte trasera de mi cabeza. Bufo y vuelvo a tirarme derrotada sobre ésta. Me doy cuenta de que ésta no es mi habitación: ni la de mi antigua casa, ni la de la nueva. Unas paredes color azul celeste decoran la acogedora sala, hay una tele colgada a la pared que se encuentra frente a  la cama. La cama es grande, casi cabrían tres personas aquí. Estoy tan atenta a mis pensamientos que no me doy cuenta de que han abierto la puerta y alguien se dirigue hacia mi:

-¡Grace!, ¡Al fin despiertas!, ¡Estábamos muy preocupados por tí, sabes?- Dice Iker mientras me abraza. Reparte besos por toda mi cara mientras repite que estaban muy preocupados. Mateo se encuentra al otro lado de la cama y nos mira riendo ante la reacción de Iker.

-Gaaaaaaaaaaaaaaay- Murmura Mateo a las espaldas de Iker, para que este no se diera cuenta. Yo río ante su comentario, lo que hizo que Iker nos mirara entrecerrando los ojos a mi y a Mateo como si estuviera en un partido de tennis. Decide olvidarlo y volver su atención a mi.

-¿Qué pasó?, Solo recuerdo estar con ustedes en el banco y al levantarme todo volverse negro.- Digo algo confundida.

-Bueno...Creo que es hora de que sepa la verdad- Le dice Mateo a Iker, éste asiente rápidamente y Mateo prosigue:

-Grace, te lo preguntaré directamente...¿Te has acostado con alguien últimamente?-Dice mirándome serio. Yo al escuchar su pregunta rápidamente me siento en la cama.

-¿Que...?-Dije sin entender nada de esta conversación.-Creo que me he perdido.-Se toma unos segundos para responderme.

-Grace, estás embarazada- Yo lo miro incrédula y este me mira a los ojos.

-Llamamos a un doctor para que viniera a casa a revisarte y te hizo un análisis en el cual sale que... estás bueno... embarazada.- Yo miro hacia mi vientre confundida y luego miro a Mateo.

-Pero espera, ¿cómo voy a estar embarazada si no me he acostado con nadie últimamente?-Pregunto haciendo memoria con quién me podría haber acostado, pero nada. No se me ocurre nada.

Mateo e Iker se miraran entre ellos y estallan en carcajadas. Yo los miraba con cara de ¿Que cojone.s está pasando? Aunque ya me hecía una idea...

-¡¡Tendrías que haber visto tu cara!!- Dice Mateo llorando de la risa.

-Si, mírala si hasta se puso pálida- Dice ahora Iker.-¿En serio creías que llamamos a un doctor para que viniese?, Cobran muchísimo dinero por venir aquí, y no estamos como para gastar dinero en tonterías.- Dice ganándose que yo lo fulmine con la mirada y le diese un aventón en el brazo.-Además, ¿creías que los análisis estuviesen ya, así como así?. -Dice mientras se ríe.- Lo más probable haya sido que te hayas desmayado por no comer nada. Recuerda que no cenamos. Además, si a eso le añades toda la angustia que tenías por lo que pasó.- Concluye el castaño.

- ¿Y no se os ocurrio llevarme a un hospital?.- Pregunto mirándolos mal.

-¿Para qué? Mateo está estudiando medicina.- Dice señalando al susodicho.

-¿En serio?.- Pregunto sorprendida. No lo hubiese imaginado. Bueno, del tío que anda por la casa todo el día en bóxers y que viola tu privacidad en el baño... ¿Qué vas a pensar?.

-Aja....- Comenta restándole importancia.

-Igualmente no te hubiesemos llevado a un hospital. Sería perder el tiempo ya estás loca de por sí.- Dice riendo. Reuno todas mis fuerzas para agarrar la almohada y darle con ella en toda su cara haciendo que deje de reír.

-Ahora si que la has liado- Dice intentando intimidarme. A su vez que se levanta de la cama y se va de la habitación para ir a quiénsabedónde...

Todo en cámara lenta y sin dejar de mirarme. Tipo raro.

Por lo tanto yo me quedo sola con Mateo con quién repito la misma acción, le estampo la almohada en su cara haciéndolo reaccionar. Iba a decir algo cuándo la voz de Iker lo interrumpe.

-¡Guerra de almohadaas!- Grita mientras se tira sobre mí e intenta golpearnos con otras tres almohadas que había traído de su habitación. Y así fue como empezó  nuestra primera guerra almohadiense.

¿ESA PALABRA  SIQUIERA EXISTE?

Cállate

D:

Pasamos un tiempo jugando con las almohadas. Pasar tiempo con ellos hace que me olvide de todo lo demás. Estábamos entretenidos lanzandonos cualquier cosa que tuviésemos al lado (Si, tan lejos había llegado la "guerra", que ya nos tirábamos cualquier cosa), cuándo oímos la puerta principal abrirse y, enseguida cerrarse. Eso sólo significaba una cosa: Ian había llegado.

Por delante de la puerta de la habitación pasó un Ian con no muy buena pinta. Los chicos y yo nos miramos los unos a los otros sin saber cómo reaccionar. Iker se fue a levantar, pero yo lo agarro del brazo a tiempo.

-Iré yo-

Me levanto de la cama y me dirijo a la habitación de Ian que quedaba al lado de la que estábamos los chicos y yo. Me detengo delante de su puerta que esta cerrada. Un pesado suspiro sale de mi boca y decido llamar.

A los segundos un Ian con muy mala cara me abre la puerta.

-¿Qué quieres?- Pregunta en un tono borde.

-¿Cómo que qué quiero?, Hablar... Eso quiero- Digo intentando parecer tranquila, aunque no lo consigo. Incluso me está empezando a dar mi tan característico Tic en la mejilla a causa de los nervios. El Moreno tarda unos segundos en pensárselo y responder.

-Pasa...- Dice en un suspiro abriéndo la puerta del todo para que pudiera pasar.

-Gracias- Lentamente me siento sobre su cama mirándolo. Éste no hace otra cosa que mirar al suelo.

-Ian, ¿vas a decirme el porqué de tu pelea ayer con ese tal... Lucas?-Digo una vez que consigue posar su mirada en mí.  - ¿no piensas responderme?-  Hay unos segundos de silencio los cuales me hacen pensar que la respuesta a mi pregunta era un rotundo NO. Me levanto de la cama dispuesta a irme pero me detengo en cuanto vuelvo a oir su voz.

-¿No es obvio?- Murmura.

-¿El qué?- Preguntó confundida. Giro sobre mí misma y me fijo que está sentando en el borde de la cama. Parece nervioso, ya que su pie sube y baja frenéticamente.

- El que... Creo q-que me... gustas Grace...-

Rodeada De IdiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora