Rompiendo la Rutina

814 79 47
                                    

Escenas explícitas en el capítulo. Leer bajo su propio riesgo ( ͡° ͜ʖ ͡°) 

~~~~

La rutina de Alec había cambiado un poco, pero seguía siendo rutina: Magnus iba por él y sus hermanos en las mañanas; compartía con Jonathan, Tessa y el grupo de Magnus y Lydia; trabajaba en la cafetería los días que le correspondían; tenía citas con Lydia; tenía citas con Magnus...

Agradecía al cielo que Magnus fuera quien pagara todo cada vez que salían, porque su bolcillo de clase media no le daba para tener dos relaciones.

Producto de los cambios en su vida, cada vez pasaba menos tiempo en su casa. Sus padres y hermanos apenas lo veían en las noches, y a veces ni siquiera eso.

Hoy iré a quedarme donde Jonathan –solía decir, y era cierto y normal. Desde que eran niños Alec se iba a quedar a dormir allí de vez en cuando.

Estoy haciendo un proyecto con Magnus, así que me iré a quedar a su casa –eso podía o no ser cierto, en varias ocasiones. Nunca llegaban a nada sexual, lo máximo que hacían era dormir abrazados.

Saldré con Lydia y sus padres, así que vendrán a dejarme muy tarde –sí, lo último también era cierto, porque los padres de Lydia jamás le permitirían dormir bajo el mismo techo que su hija.

Sus notas habían bajado un poco, sí, pero nada que no se solucionara estudiando con Tessa. La chica era muy lista y explicaba cualquier materia increíblemente bien.

Ese mes, que había formado su nueva pandilla con Magnus, Jonathan y Tessa, había pasado increíblemente rápido y ya estaban en agosto. Hace un par de semanas había cumplido un mes de relación con Magnus y con Lydia ya iba para los tres.

–Entonces sigues sin tener sexo con Lydia o Magnus –dijo aquel jueves Will. Ambos estaban haciendo un turno extra esa tarde.

Sorprendentemente, William se había vuelto su principal confidente respecto a sus líos amorosos. Ese puesto usualmente lo ocuparía Jonathan, pero este no era tan bueno escuchando como lo era dando consejos; así que lo que hacía Alec era desahogarse con Will, hacer caso omiso a sus pésimos consejos, resumir lo que le había contado a Will a Jonathan, y escuchar lo que Jonathan aconsejaría.

–Exacto –respondió Alec a afirmación dicha por Will–. Con Magnus es más que nada porque, cada vez que lo hemos intentado, me congelo y entro en pánico. No sé por qué. No es como que me dé asco o algo así, de hecho, lo disfruto mucho hasta que me doy cuenta qué estamos a punto de hacer.

–¿Y con Lydia?

–Con Lydia ni siquiera tengo opción a tener miedo o inseguridad. Ella simplemente pone una muralla entre ambos llamada "matrimonio" –bufó, intentando aceptar las creencias de su novia.

–No entiendo cómo puedes seguir siendo virgen –soltó Will, mirándolo fijamente–. Si no fuera porque somos perturbadoramente parecidos, ya te habría ofrecido mi ayuda, pero estoy seguro que eso me catalogaría con el complejo de Narciso y, no, gracias.

–¿Te acostarías con un hombre? –se sorprendió Alec.

–Lo he hecho, en realidad –se encogió de hombros.

–¡Qué! –gritó. Qué bueno que estaban en descanso y habían salido para que William se fumase un papelillo de tabaco.

–No es la gran cosa –le restó importancia–. No suelo ser alguien de relaciones serias, pero cuando se trata de sexo, ¿qué importa el género, mientras te sientas bien?

Bottoms Up! | Malec auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora