Conversaciones importantes

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Los ojos de Meliorn se sentían como dos dagas en el cuello de Alec, quien acababa de quedar al descubierto por la despistada acción de Magnus de jalarlo del pañuelo que traía amarrado al cuello y sacárselo justo cuando el dueño de la casita del árbol hacía acto de presencia en esta.

–Meliorn –exclamó Alec, intentando desviar los ojos del chico del moretón su cuello–. Lo sentimos, no queríamos irrumpir en tu casa del árbol, pero nunca tuve una y...

–No hay problema con eso –negó el chico–. Si me molestara que la gente entrase aquí, pondría un candado o algo por el estilo. Lo que no me esperaba era... ¿Lydia es de las que deja ese tipo de marcas?

Alec no sabía si era cosa suya y de su paranoia, pero el rostro inexpresivo de Meliorn no hacía más que preocuparlo. ¿Sería que sospechaba de él y Magnus?

–No creo que sea apropiado hablar de Lydia no estando ella presente, menos por cosas tan personales –habló al fin Magnus. Alec, que ya lo conocía bien, vio cómo intentaba mantener la compostura.

–Cierto, cierto –soltó Meliorn, sacudiendo la cabeza–. Lo lamento, Alec. No debí preguntar algo tan fuera de lugar.

Alec sintió el alivio que trató de disimular. Él y Magnus habían logrado cambiar de tema.

–Bueno –sonrió Meliorn, comenzando un nuevo tema–, como vi que había gente aquí, vine a buscarlos para volver a la fiesta. Viene una de las mejores partes... ¡lluvia de espuma! –exclamó alegre, alzando los brazos.

Alec y Magnus no se hicieron y de rogar y siguieron al dueño de casa hasta el interior de esta, donde a lo lejos vieron a Jonathan y... ¿Will? ¿Dónde estaba Tessa?

Meliorn se acercó al universitario y lo saludó con un apretón de manos, obviamente extrañado de ver al desconocido (para él), pero no molesto. ¡Vamos! Que era una fiesta y era normal que llegase gente que no conociera.

–William Herondale –se presentó sonriente–. Amigo de Jem.

–¡Oh! –se sorprendió Meliorn–. No pensé que llegaría a vivir el día en que Jem asistiera a una fiesta. Por cierto, ¿dónde está mi primo?

–Oh, jo–jo –rió Will con maldad–. Fue a quién–sabe–dónde con Tessa.

–Obviamente si los obligas a ir por tragos, van a desaparecer juntos –gruñó Jonathan, que permanecía apoyado en la pared con los brazos cruzados en el pecho.

Pese al reclamo del rubio, sólo Alec parecía haberlo escuchado, producto del alto volumen de la música.

Alec se sintió mal por su mejor amigo. Aunque este no lo reconociera ni borracho, estaba comenzando a desarrollar sentimientos por Tessa y, sin saberlo, Will estaba complicando todo al querer emparejar a la chica con Jem.

–Magnus, hablaré un momento con Jonathan. ¿No hay problema? –le habló al oído.

–Ve tranquilo, yo te espero aquí –contestó Magnus.

~

Una vez Alec y Jonathan habían desaparecido con dirección al patio, Magnus buscó conversación con William mientras esperaban que Tessa y Jem volvieran de la barra. Meliorn se había despedido hace un par de minutos para comenzar los preparativos de la lluvia de espuma y Magnus sólo pedía que Alec llegase a tiempo para que la disfrutase... y para verlo con su ropa mojada y pegada al cuerpo.

–Entonces... ¿cuáles son tus intensiones con mi pequeño Alec? –preguntó William, apenas quedaron solos.

–¿Disculpa? –preguntó Magnus, anonadado. Tal vez había escuchado mal.

Bottoms Up! | Malec auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora