Quince

2.3K 365 55
                                    

Era la mayor traición que Jin había vivido últimamente. Su pecho se hinchó cuando ahogo una exclamación. Él no podía creerlo. Había sido tan descarado, justo frente a sus ojos, sin un poco de vergüenza. Su mano derecha tembló cuando la llevó a su boca y su frente se arrugó.

—¿Cómo pudiste?

Él levantó la mirada y vio a Jin sin comprender. —¿Qué pasa?

—¿Crees que no lo vi? —golpeó la mesa con las palmas de sus manos—. ¡Sacaste una carta de tu manga! Tramposo.

La mejillas de Jimin se tiñeron de rosa mientras desviaba la mirada. —No. —dijo con una voz más aguda y juvenil de la que tenía.

—Te vi con estos dos hermosos ojos que el señor me dio. ¡Aún puedo ver las otras cartas que tienes ahí desde aquí!

—No. —repitió con la misma voz infantil. Pasaron exactamente dos segundos antes de que se quebrara bajo la mirada de su hermano mayor—. ¡Lo siento! —rogó, cubriendo con ambas manos su rostro sonrojado por la vergüenza—. Yoongi hyung me enseñó la técnica ayer y me juró que nunca te darías cuenta. ¡Lo juró! —gimió.

—Así que fue él. —Jin entrecerró los ojos y cruzó sus brazos—. Es increíble que le enseñe a hacer trampa a mi hermano pequeño. —murmuró para sí mismo.

—En su defensa. —dijo Jungkook, sentado en la silla en medio de los hermanos. Él tenía al cachorro entre sus abultados brazos, haciendo que casi no se pudiera ver al pequeño animal—. Jimin rogó a Yoongi hyung que le enseñara luego de ver como lo hacía conmigo. Él no pudo decir no. —miró a Jimin—. Que hayas notado, tú, un niño tan distraído, que él hacía trampa te debió haber dado una idea de que no iba a funcionar muy bien con tu hermano.

Jimin resopló y le volteó el rostro, murmurando que él ya no era un niño.

—De todas formas. Yoongi no debió darle ese ejemplo a Jimin. —Jin frunció el ceño, mirando al perro—. ¿Es niño o niña? Tiene demasiado pelo. No puedo ver.

Jungkook acarició el abundante pelaje de su mascota y respondió:— Es lo que quiera ser.

Rondando los ojos, Jin resopló, viéndose igual que su hermano pequeño. —Nunca puedes darme una respuesta simple, ¿no?

—No. —Jungkook sonrió, arrugando su nariz.

Jimin entrecerró los ojos en la expresión dulce de Jungkook mientras Jin solo negó con la cabeza.

El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de los tres jóvenes jugando cartas en la mesa. Taehyung había llegado junto con Yoongi de comprar la cena.

—Pensé que se habían fugado. —se quejó Jungkook, frotando su estómago vacío—. Estaba pensando en como decirle a nuestro hijo que ahora seríamos solo dos. —le dijo a Taehyung con fingida tristeza, acercando al perro a su mejilla. La mascota dejó salir un ladrido agudo.

Taehyung y Yoongi dejaron las bolsas sobre el mostrador de la cocina. Taehyung caminó hacia su pareja y recogió a su cachorro.

—Todos los locales estaban abarrotados. —suspiró—. Fue horrible.

Jungkook le preguntó más detalles pero Jin ya no les prestaba atención, sus ojos estaban sobre Yoongi, quien silenciosamente estaba sacando la comida de las bolsas. Jin no había dicho que lo perdonaba por todo el desastre que hizo, pero tampoco le hizo alejarse. Por lo que Yoongi había venido seguido a la casa de Taehyung y Jungkook para verlo. A Jin no le molestaba, todo lo contrario. Le gustaba mucho verlo, aun si ahora era bastante más callado y cauteloso que antes de que la verdad se supiera.

Recuerda [Yoonjin/Jinsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora