Extra V

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Jin le dio una mirada a Yoongi y suspiró. No, ahora tampoco era un buen momento para decirlo. Apretó sus manos en puños y regresó su mirada a la televisión. Estaban viendo una película de acción pero no podía concentrarse en ella. Sin embargo, Yoongi si podía. Se dibujo una media sonrisa en los labios de Jin al ver la expresión de concentración que tenía su novio.

Novio.

Eran pareja desde hace meses. Yoongi ya le había dicho la gran frase, pero Jin no. Había estado tan impactado cuando Yoongi se lo dijo, que olvidó decirlo de vuelta. Para cuando Jin lo recordó, se había perdido el momento.

Quería darse un golpe por ser tan idiota.

—Ese actor me encanta. —murmuró distraídamente, queriendo acabar con el silencio. Usualmente sus silencios eran cómodos, pero no ahora, no cuando Jin tenía atorado en la garganta la gran palabra.

—No es la gran cosa. —comentó Yoongi, sonando aburrido.

Jin frunció el ceño. Ese era uno de los actores más pedidos de los últimos años. En las clases de actuación no dejaban de alabarlo por ser un orgullo nacional. Sin contar su buena personalidad e increíble apariencia. Jin lo admiraba y aspiraba a ser como él dentro de unos años. Él era un actor que muchas veces lo había conmovido, por ello no podía aceptar ese comentario.

—¿No es la gran cosa? Él es la gran cosa. Es la cosa más grande que hay entre los actores coreanos. —cruzó sus brazos, girando su cuerpo hacia Yoongi e ignorando la televisión.

El rostro de Yoongi se tensó. —Será para ti, pero yo más allá de su cara bonita.

El jadeo de Jin fue tan largo que se atoró. —¡Cara bonita! No voy a permitir que lo insultes de esa manera. —se levantó de golpe, enojado.

—¿Permitir? —también se puso de pie, encarando a Jin—. ¿Qué no me vas a permitir?

Los ánimos de discutir casi se apagaron en Jin cuando vio la adorable expresión enojada en Yoongi. Quería picar sus mejillas.

—Es un increíble actor y tú estás siendo un tonto al respecto. —dijo con calma, apretando sus manos en puños para evitar picar las mejillas de su novio.

Yoongi bufó, llevando sus manos a la cadera. —Lo que sea.

Jin se sorprendió por su respuesta floja. Algo que había notado en Yoongi es que le gusta argumentar, debatir, sea el tema que sea. Pero ahora esta siendo infantil. Casi como si...

Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el rostro de Jin. —Estás celoso. —dijo con seguridad. La tensión abandono su cuerpo y soltó una risita cuando Yoongi no negó nada—. Oh, no puede ser. En serio estabas celoso de un actor. —la risa de Jin se volvió más fuerte y libre cuando las mejillas de Yoongi se tiñeron de rosa—. No puedo creerlo, eres tan adorable. —rodeó la cadera de Yoongi con su brazo, deteniendo su huida. Jin dejó caer su cabeza contra la espalda de su novio, sin dejar de reír. La nunca de Yoongi estaba roja, y eso fue la cosa más adorable para Jin—. Eres un tonto. —lo apretó contra sí con fuerza. Un cosquilleo apareció en su columna antes de volver a abrir la boca—. Y te amo mucho por ello. —dijo antes de si quiera darse cuenta que lo había dicho.

Yoongi hizo un pequeño sonido antes de girarse y apretar a Jin entre sus brazos, dejándolo sin aire. —Te has estado comportando raro, abriendo la boca para luego cerrarla, siendo obvio con lo que quería decir, buscando el mejor momento para hacerlo, ¿Y fue éste?

—Bueno... —las orejas de Jin se volvieron rojas.

—También te amo. —la risa de Yoongi hizo feliz a Jin, pero fue más feliz cuando Yoongi apretó las mejillas de Jin para acercar su rostro y darse un beso. Fue suave, fue dulce, y lo amó por completo.

Lamentablemente, su teléfono arruinó el momento.

Yoongi se quejó pero lo dejó ir, tirándose al sofá de nuevo, mostrando un mohín adorable. Jin contestó la llamada. Lo hizo porque era el tono personalizado de su hermano pequeño, y él raramente llamaba.

—Hola. —dijo, apartándose un poco de Yoongi para que no lo oyera—. ¿Pasa algo?

Jimin suspiró a través de la linea. —Nada fuera de lo usual. —su tono de voz era brusco. La primera vez que Jin lo había escuchado le había dolido, pero al no encontrar ninguna razón para un comportamiento así de su pequeño hermano, lo tomó como el típico comportamiento de un joven adolescente. Bueno, él esperaba que fuese algo tan banal.

—¿Solo extrañabas a tu hermano? —sonrió con la idea. Jimin no tardó en soltar un quejido—. Bueno, ¿entonces qué es?

La linea se quedó en silencio por tanto tiempo que pensó que Jimin había cortado.

—Yo... quería saber cómo estabas. —dijo al final. Si embargo, algo en Jin le decía que eso no era lo que su hermano quería decir.

—Estoy bien. —respondió con suavidad. Jimin no dijo nada, quedándose otra vez en silencio por varios minutos—. Voy a verte ene estos días, ¿de acuerdo?

—Pero papá... —Jin hizo una mueca cuando oyó el miedo en la voz de su hermano menor.

—Tranquilo, no voy a ir a la casa. Será mientras estudias, ¿sí? Voy a pasar un rato y luego me iré sin que nadie más que tú lo note. —miró a Yoongi en el sofá, cambiando los canales con una expresión aburrida—. Tal vez vaya con un amigo.

—Si estás seguro. —dijo Jimin con inseguridad.

Las manos de Jin se apretaron pero su voz fue alegre cuando se despidió de su hermano. Se quedó mirando la pantalla negra de su teléfono. Odiaba que su hermano siguiera en ese lugar. No creía que su padre le fuese a hacer algún daño físico mientras Jin estuviese lejos. Eso esperaba. Sintió un pinchazo en su pecho con solo pensar en él. Había veces en las que aun podía sentir el miedo de esa vez.

Yoongi lo abrazó por la espalda, apoyando su mentón en el hombro de Jin. —¿Todo bien?

—Nada fuera de lo usual. —se congeló después de notar que había utilizado las mismas palabras que su hermano. Las había escogido para no decirle una mentira a Yoongi pero sin querer que supiera lo desastroso de su situación familiar.

Jin confiaba en Yoongi, pero no con esto. O más bien, estaba tan avergonzado que no quería recordar nada de ese tiempo. Un día, Yoongi le había preguntado por su familia. Jin le había mentido, para luego sentirse más avergonzado y con un peso encima.

—No nos llevamos bien. —dijo Jin si mirar a Yoongi—. Me fui de casa y no nos hablamos mucho.

Yoongi lo aceptó y no se habló más del tema. Eso fue un poco de alivio para Jin.

—¿Eso es bueno o malo? —le preguntó Yoongi a Jin, sacándolo de sus pensamientos.

—Es bueno. —quiso decir Jin—. Todo está bien. No siento dolor por mi hermano, por mi madre, por mí. Estoy conforme con ver a escondidas a mi hermano menor. Estoy bien. Todo está perfecto.

Quiso decir todas esas mentiras, pero no puedo. No ahora.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Jin, haciendo que los ojos de Yoongi se ampliaran. —No es bueno. —dijo Jin, cubriendo su rostro—. Los extraño. —pensó en su mamá y su dulce sonrisa. Pensó en Jimin, que cada vez que lo ve crece un poco más, y se aleja un poco más—. Mucho. —lloró contra el pecho de su novio—. Me duele, Yoongi.

Jin recordaba poco de lo que pasó después. Habían pequeños vestigios de Yoongi abrazándolo y consolando. No estaba muy seguro pero era posible que Yoongi lo haya cargado hasta su cama. Pero la mañana siguiente si era clara en su memoria. Podía pasar mucho y aún vería con claridad como se veían Yoongi a su lado. Como sus pestañas se vieron más largas de lo usual gracias a la luz. El lento movimiento de su pecho con cada respiración. El calor que desprendía su cuerpo. Sus labios rosados formando una mueca. Sus brazos alrededor de Jin, no queriendo dejarlo ir ni en sus sueños.

—Supongo que esto es para siempre, ¿no?

Regresó su cabeza a al pecho de Yoongi y siguió durmiendo.

Recuerda [Yoonjin/Jinsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora