Yoongi se puso su ropa de dormir y se arrastró por la cama hasta terminar acurrucado contra el costado de Jin. Suspiró feliz, cerrando sus ojos. Después de un momento frunció el ceño. Usualmente, Jin no tardaba en devolverle el abrazo, ambos terminando envueltos hasta quedar dormidos, o si estaban de humor, terminarían haciendo cosas divertidas. Casi siempre hacían lo segundo. No hace mucho habían empezado a salir, por lo que no se podía extrañar su entusiasmo.
Que Jin siguiera sentado en la cama, con su mirada fija en el teléfono e ignorando por completo que Yoongi estaba sobre él, era preocupante. En especial porque ambos estaban en la cama.—¿Pasa algo? —dijo Yoongi, su voz siendo ahogada por aún tener su rostro contra la cadera de Jin. Le gustaba esta posición.
—Mi hermano no responde mis mensajes. —frunció el ceño. Yoongi vio que Jin estaba actualizando una y otra vez la aplicación de mensajes—. Es un niño aún. No hay razón para que no responda rápido. Él aún no sale mucho, solo se queda en casa, jugando.
—Debe estar distraído con algún juego. —se sentó a su lado y suavizó la arruga que se había formado en su frente por la preocupación. Jin sonrió ligeramente por su acción—. Si aún no sale con amigos entonces no hay nada de qué preocuparse. Está en su casa. Ahí no puede pasarle nada malo.
Jin desvío la mirada. Dudó pero dejó su teléfono sobre la mesa de noche, suspirando mientras lo hacía. —Deben ser los videojuegos. —murmuró para sí mismo.
Yoongi palmeó el espacio libre a su lado, mostrando una gran sonrisa. Jin le devolvió la sonrisa y se recostó junto a él. Sus manos se entrelazaron y sus mejillas no tardaron en calentarse. Era un gesto inocente que aún les producía vergüenza, pero también una sensación cálida dentro suyo.
—Hola. —susurró Jin con una sonrisa.
El corazón de Yoongi golpeó contra su pecho y se quedó sin aliento. La relación era muy nueva pero era la que más le había durado a Yoongi en toda su vida. Él tenía sus dudas de que hubiese sentido todo lo que sentía ahora si alguna vez hubiera llegado hasta este punto en otra relación. Esto era algo que era exclusivo de Kim Seokjin. Yoongi se había dado cuenta que una sonrisa aparecía en sus labios por simplemente ver a Jin hablar. A veces no entendía lo que tanto le entusiasmaba, pero ver el brillo es sus ojos era hermoso. Las mejillas de Jin se sonrojaban y sus manos se movían exageradamente, porque lo que decía era algo que importaba para él, algo que lo emocionaba. Era imposible que Yoongi no se quedara embobado y se perdiera en el tema. Aunque a veces era ridículo que se quedara hipnotizado por solo admirar las pestañas de Jin. Pero otras veces lo hacía sentir como un pervertido por la cantidad de tiempo que pasaba observando el cuello Jin. O sus brazos. O como esa vez que se quedó mirando con fascinación el trozo de piel desnuda en su cadera que se mostró cuando se empinó para alcanzar algo.
Pero no solo se reducía a atracción física. Yoongi adoraba que Jin fuera tan animado. Lo hacía salir de su zona de confort, tomando su mano y mostrándole cosas fascinantes. También le gustaba que fuera tan cariñoso. Yoongi podía estar distraído con alguna idea nueva y de repente sentiría como unos brazos lo abrazaban por detrás. Luego Jin dejaría caer un suave beso en su cuello sin decir nada. Él no esperaba nada a cambio, solo quería hacerlo. Jin se había adaptado a la manera descuidada en la que funcionaba Yoongi y lo ayudaba en sus puntos débiles, no lo quería cambiar. Lo cuidaba.
Como ahora.
Yoongi tenía que entregar una canción esta semana, y había estado tan metido en ello, que había olvidado las cosas básicas que debía hacer un ser humano para sobrevivir. No había sido consciente de su alrededor hasta que había acabado. Fue ahí cuando notó que Jin había estado en su departamento todo el día. En silencio, le había quitado su quinta taza de café de la mano y le había entregado un plato con comida a cambio. Lo mismo hizo para la cena. Por momentos, en los que Yoongi parecía más irritado por sus ideas que no fluían, Jin se acurrucaba a su lado y le acariciaba suavemente su cabeza hasta que se relajase. No se había enojado porque prácticamente lo ignoró, no. Jin se quedó a su lado, estando feliz con solo estar ahí para él. Él sabía como funcionaba Yoongi. Lo entendía.
Jin pasó su nariz por la mejilla de Yoongi, sonriendo con fuerza.
—Te amo. —dijo Yoongi de repente, sin aliento. Sus palabras habían salido tan rápido que a Jin le costó un segundo entender que había querido decir.
Su boca cayó abierta y el rojo explotó en su rostro. Movió su boca, intentando formar palabras. Levantó su mano temblorosa y la posó sobre el rostro de Yoongi, quien estaba tan sonrojado y sorprendido como Jin. Esta era la primera vez que esa palabra era dicha entre ellos. Jin balbuceó algo que sonó como un “gracias” y como un “lo sabía”. Su boca siguió moviéndose pero ninguna palabra salía.
Los labios de Yoongi se torcieron, divertido por cómo había derretido el cerebro de Jin.
—Eres tan tonto. —se rió. Jin siguió balbuceando cosas. Su mirada se empezaba a desenfocar—. Te amo igual.
Yoongi soltó una carcajada cuando Jin soltó un chillido al oírlo repetir esas palabras. Era adorable. No fue de extrañar que Yoongi se le lanzara encima, ahogando sus balbuceos con su boca.
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Recuerda [Yoonjin/Jinsu]
FanfictionMi nombre es Kim Seokjin y tengo veintiséis años. Lo sé porque me lo dijo una enfermera cuando salí de mi estado de coma. Sé que tengo una madre, un padre, y hasta un hermano menor. También sé que soy un buen alumno, un buen hijo, un buen hermano. ...