Recuerda [Yoonjin/Jinsu]

Extra IX

Yoongi miró el traje sobre su cama por quinta vez. Esperaba que al verlo con tanta fuerza, desapareciera. O por lo menos cambiara a uno menos furry.

—Si no te pones el disfraz, te debes olvidar de verme con el que escogiste. —Jin arqueó una ceja, cruzando sus pálidos brazos desnudos. Yoongi miró la curvatura de los suaves músculos de Jin y dudó. Ahora su disfraz no se veía tan malo.

La frente de Yoongi se arrugó. —Me estás manipulando.

—Fuiste el de la idea. —dijo Jin, con una sonrisa traviesa.

Una mueca apareció en el rostro de Yoongi, porque era cierto, él había sido el de la idea. Pero es que al ver ese traje en la tienda, se había imaginado a Jin con él. Sin embargo, el traje era muy anticuado y serio. Era imposible que Jin vistiera algo así... a menos que sea Halloween.

—El mío es terrible. —se quejó Yoongi. Empujó las orejas blancas con la punta de su dedo—. Se van a reír todos.

Jin rodó los ojos, pasando sus dedos por su cabello. —Y el mío es tan aburrido. —puso sus manos en la cadera—. Todo porque tienes un fetiche con los profesores.

—¡No lo tengo! —las mejillas de Yoongi se sonrojaron.

La sonrisa traviesa de Jin apareció, junto con una regla en sus manos. Los ojos de Yoongi se ampliaron.

—Eres un joven malo, malo. —golpeó la regla contra su propia mano, suavemente, como muestra. Yoongi siguió el movimiento con sus ojos, algo alterado—. Pervertido.

Yoongi frunció el ceño. Cogió el disfraz de color blanco y entró al baño. Desde ahí pudo oír la risa de Jin mientras se ponía el ridículo traje.

Por otro lado, Jin observaba el traje aburrido sobre su cama con desprecio. Él había pensado en disfrazarse de Eros, el dios griego, en especial porque era un disfraz ligero. No como el que le dio Yoongi. El traje tenía muchas capas de ropa. Iba a ser una sofocante tortura. Por eso escogió el disfraz que escogió para Yoongi.

Jin soltó una risita de solo imaginar a su pareja vistiendo eso.

Cuando Jin estuvo listo, salió a la sala para esperar a Yoongi. Su teléfono no dejaba de sonar con mensajes de Taehyung, porque estaban llegando muy tarde. Sacudió su chaleco colocó café y esperó tranquilamente a que su novio saliera.

Pasaron cinco minutos antes de que Yoongi apareciera por el corredor. Jin nunca iba a olvidar este día. Nunca olvidaría como Yoongi se paró frente a él, vistiendo una camiseta de felpa color blanco, sin mangas, que hacían juego con los shorts de felpa con una larga cola blanca, los guantes de felpa y el chocker de encaje blanco con un cascabel dorado colgando de él. Sobre su cabeza tenía unas orejas de felpa, blancas, que se podían mover si aprietas un botón. Pero sobre todo, no olvidaría el rostro de Yoongi, con unos bigotes negros dibujados a la altura de su nariz, cuando él notó el disfraz de Jin.

—Tú... —Yoongi se quedó sin habla, sin dejar de observar a Jin.

El disfraz había pasado de ser uno soso a uno genial, ahora era muy Jin. Él se había puesto un bóxer café, que hacia juego con el chaleco y su sombreo tipo boina. Eso era todo. No habían pantalones o camisa.

Yoongi alcanzó su teléfono y envió un mensaje.

—¿Qué haces? —Jin sonrió, teniendo una sospecha sobre quién era la persona a la que le envió un mensaje.

—Les digo que vamos a llegar más tarde. —dijo Yoongi. Luego sonrió—. O que tal vez no vamos a llegar. Ahora, ¿dónde está esa regla?

Jin sonrió mientras lentamente sacaba la regla de su bolsillo.