Capítulo 35

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Era nueva mañana, el despertador no dejaba de soñar y su cabeza trataba de orientarse.

Jimin se levantó de su cómoda cama y no dejaba de sentir nervios en el estómago, se bañó para quitarse lo que quedaba de su sueño y se pusó una ropa bastante casual.

Al verse por cuarta vez en el espejo, se arregló el cabello rubio, estilizando.

Ya listo, salió de su habitación y bajó al primer piso, como de costumbre era el primero en despertar.

Se dirigió a la cocina a por un vaso de agua, su estómago rugio, hizo un puchero y se acercó a la heladera.

Sus ojos se conectaron inmediatamente con el lindo pastel blanco  con fresas de decoración, sin pensarlo llevó su dedo índice y deslizó por la crema blanca, seguido para chuparlo. Sacó de la heladera y lo bajó en la mesada.

Recordó que los chicos le habían recibido con el mismo pastel el día de ayer, dudó un momento en comérselo o no. Nunca lo había rechazado, pero creía que sería grosero si lo comía.

No estaba cortado y por un momento se sintió mal. Los chicos lo compraron para comerlos todos juntos y pasarla bien y lo único que hizo Jimin, fue abandonarlos e ir a cenar totalmente en otro lugar, mientras sus amigos se esforzaron por hacer una gran cena.

- Si Jungkook dejaba todo por la paz, quizá iba a cenar con ellos.- dijo sin pensarlo mirando el pastel.- ¿Pero qué estoy diciendo?.- reaccionó.

No pensó más y decidió cortar un pequeño pedazo, quería saborear, ya lo vio y sería muy cruel para su estómago no combidarlo.

Se sirvió un café de la cafetera y el pastel en un platito de porcelana.

Corrió de puntitas hacia la escalera para no hacer mucho ruido y no ser descubierto por nadie. Llegó en frente de su habitación y como traía las manos ocupadas no podía abrir la puerta. La taza de café lo bajó en el piso para poder abrirlo.

- ¿Jimin, qué haces?.- dijo un adormilado Yoongi, frotándose los ojos.

Jimin se incorporó a su estatura ya que estaba de cuclillas. Abrió la puerta.

- Hyung... Nada, nada.

- ¿Qué traes en las manos?.- bajó su cabeza y miró lo que traía en manos.

- Yoongi hyung, lo siento mucho sé que ayer no he quedado en la casa para cenar todo lo que habían preparado para mí, pero es que tenía mucha hambre y como vi este sabroso pastel en la heladera pensé que sería buena idea comérmelo ahora, pero es un pedazo pequeñito todo lo que sobra es para ustedes.- dijo todo tan rápido y muy alterado.

Yoongi lo miraba serio sin poder entender nada de lo que decía Jimin, se acababa de despertar y su cerebro aún no funcionaba bien para poder concentrarse. 

- Ah, bien.- fue lo único que dijo sin prestarle importancia y entró en el baño.

Jimin seguía creyendo que sus hyungs se enojarían con él por comer el pastel que no habían cortado, pensando seguramente que no tenía sentido comer sin Jimin en la noche de ayer.

Levantó su taza del piso y se adentró a su habitación. Tomó asiento en la silla de su escritorio.

Después de algunos minutos ya terminó de desayunar, pero quedó leyendo un libro. Estaba bastante concentrado pero aún así sabía que los demás ya empezaban a despertar por los ruidos que hacían al caminar por el pasillo.

Arrepentidos ~Kookmin~ EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora