"Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento" – ALBERT EINSTEIN
BRANT
Fue todo un logro salir del hospital, todo el mundo quería hablar con ella, preguntarle cosas, saber su opinión de algo y no se diga en la zona de espera había muchos pacientes que querían cita con ella, gente que la saludaba y quería platicar con ella, se notaba que mucha gente la quería y si no fuera porque la recepcionista que ahora sabía se llama Carla, me ayudo a sacarla jamás íbamos a salir, mi ángel quería ayudar a todo el mundo pero estaba cansada y tenía que comer.
Me indico donde estaba su auto y caminamos hacia él, pero al llegar empezó a subirse al lado del conductor.
-No Señorita yo manejo usted puede ir cómodamente en la parte de atrás.
-Brant por favor dime Rachel y no, yo manejo eres mi guardaespaldas no mi chofer.
-Rachel es lo mismo, no puedes manejar además te estas quedando dormida y necesitas comer.
Lo pensó un momento y cedió - Esta bien tienes razón estoy algo cansada toma, ¿Pero en la semana nos turnaremos vale? Un día yo y otro tú - claro que no sería así pero no se lo diría, por lo que asentí y me dio las llaves del auto - vamos a casa Brant – dijo caminando al lugar del copiloto.
Me gustaba como sonaba eso, no dijo a "MI" casa si no "A" casa como si fuera de los dos, ¡Alto pensamientos! Que rayos me pasaba conmigo, corrí para abrirle la puerta.
-Brant no tienes que hacer eso, tenemos que hablar de los limites no eres mi chofer ok.
-No lo hago porque lo tenga que hacer, lo hago porque es la educación que me enseño mi madre.
-Ahh una mujer muy sabia - dijo subiéndose al auto.
De camino aquí vi un pequeño restaurante de comida italiana y era obvio que Rachel ya había olvidado que aún no comía sabrá dios desde hace cuántas horas, una ensalada a medio comer no era comida real, así que me estacione y baje a abrirle la puerta.
-Mmmm como sabes que me gusta la comida italiana? ¿Estaba en el expediente que te dio mi padre? – me dijo mientras bajaba.
-No lo sabía, solo que de camino vi este lugar y fui egoísta a mí me encanta la comida italiana, no conozco Nueva York así que apenas me voy familiarizando, además tu expediente es lo mas pobre en la vida no dice nada de ti.
Nos metimos al lugar e intencionalmente tome la mesa mas alejada para poder vigilar a todos alrededor y también para poder platicar con ella.
-Yo pensé que los archivos que le entregan a los guardaespaldas vienen con toda mi rutina, que color me gusta, que tipo de películas veo y todo eso
-Mmmm te gustan los colores claros como el beige, blanco o café y presiento que te gusta vestir de rojo.
-Lo presientes?
-Claro, esto no viene en el archivo es lo que percibo, usas rojo porque hace resaltar tu piel o colores fuertes, cuando quieres ser el centro de atención.
-Estas diciéndome que soy presuntuosa?
-Buenas tardes Señores que les ofrezco? – nos interrumpió el mesero, ni cuenta me había dado que se había acercado, tenia que ser mas cuidadoso, estaba tan concentrado en su plática que no estaba poniendo atención a mi alrededor.
-Si gracias..., por cierto, Brant voy a pedir una pasta y quiero pizza, pero es mucho la compartirías conmigo –
Claro Ang... este perdón si Rachel está bien. – diablos! Soy tan estúpido sabía que se me iba a salir tarde o temprano no soy bueno con los secretos, la observe de reojo pero ella solo levanto una ceja interrogativamente, aunque no dijo nada, pidió su comida y después lo hice yo que solo pedí otra pasta diferente ya que compartiríamos pizza, cuando se retiró el mesero, ella se volvió para mirarme inmediatamente y entrecerró su mirada en mi lo que hizo que me pusiera nervioso, jamás me había hecho sonrojar una mujer, hasta el día de hoy.
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Enamorado de mi protegida (Completa).
RomanceSe llama Rachel y había escuchado que muchos guardaespaldas habían pasado por su camino, pero al final de un tiempo ella le pedía a su padre los despidiera, no divulgan mucho de ella estaba prohibido de hecho firmábamos una cláusula de confidenciali...