Capítulo 65: Pacto.

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Al día siguiente...

Hedia abrió los ojos bastante somnolienta, buscó con la mano el cuerpo de Wade junto a ella pero no lo hayó, miró a ambos lados de la habitación y nada. Soltó un suspiro, hizo a un lado las cobijas y con mucha pereza se levantó, arrastró los pies hasta la puerta y salió fuera, no paso mucho tiempo hasta que encontró a su prometido haciendo ejercicio de abdominales frente al televisor apagado.

-Wade son las nueve de la mañana ¿Qué haces ya despierto? Tuvimos una fiesta anoche.

-Ciento cuarenta y ocho, ciento cuarenta y nueve, ciento cincuenta... -lo oyó susurrar.

-¡Wade! -Hedia se quitó la pantufla izquierda y se la aventó por la cabeza.

-¡Auch! Oye ¿Qué haces? -Wade se quitó los audífonos y se giró a verla, la castaña se cruzó de brazos y lo miró con dureza -Sabes, ya ni me sorprende que no te peines.

Hedia viró los ojos.

-¿Por qué estás despierto tan temprano?

-No es temprano.

-Ayer tuvimos una fiesta -argumentó la muchacha viendo esto como una pequeña y divertida batalla de opiniones.

-Ayer no bebimos alcohol, es un colegio al que fuimos, no una discoteca -le dijo su novio poniéndose de pie en un salto -A ti te parece raro porque eres una perezosa.

-Ah, cállate.

Hedia fue en busca de su pantufla mientras Wade buscaba algo dentro de un bolso de gimnasia tirado a un lado del sofá.

-Iré a hacer algo de desayuno para mí -le dijo ella -Supongo que usted señor atleta ya desayunó y por lo tanto no querrá algo de tocino y panqueques.

-Hedia aguarda -la llamó Wade tomando de la mochila una pequeña caja azul -Tengo algo para ti.

Ella enarcó una ceja y se cruzó de brazos.

-No me digas que me compraste un despertador.

Wade negó y se paró ante ella, ahora Hedia lucía un poco más confundida al mirar la chispa de alegría en los dorados ojos de su novio.

-Es algo más pequeño y caro, tonta.

-Wade no me digas que has...

Wade le mostró la pequeña caja y la abrió, dentro un anillo fino y dorado se hizo lucir, no tenía piedra alguna pero aún así era precioso.
Hedia se cubrió la boca con ambas manos, tenía los ojos abiertos de par en par y no pudo evitar ahogar un grito de asombro.

-Supuse que era hora de darte uno -le dijo Wade tomando el anillo con la mano izquierda, arrojando la caja sobre el sofá y tomando con la mano derecha la muñeca de ella que aún permanecía paralizada por el asombro, y le colocó el anillo en el dedo anular -Espero que te guste.

-Wade... Yo, yo no sé qué, no sé que decir.

El chico lobo sonrió de lado, la tomó por la mejillas y depositó un tierno beso sobre sus labios.

-No digas nada, siempre hablas mucho y me saturas -bromeó.

-Nunca creí que fueras tan lindo.

Wade viró los ojos aún manteniendo sus manos en las mejillas de ella.

-Solo soy así contigo, no necesito ser igual con todos, por el momento solo tú conoces éste lado de mí.

-Me encanta Wade -y lo abrazó rápidamente por la cintura -Te amo mucho.

-Eso es obvio, hasta yo me amaría si fuese tú -la molestó y a cambio recibió un fuerte pisotón en el pie que lo hizo gruñir de dolor y a Hedia hizo reír.

EVAN PARTE 2 (Completa) ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora