18

205 37 19
                                    

Los días siguieron y yo aprovechaba cualquier ocasión para visitarte a tú departamento, a veces sola, otras acompañada por Sara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días siguieron y yo aprovechaba cualquier ocasión para visitarte a tú departamento, a veces sola, otras acompañada por Sara.

Siempre fuiste el mejor.
Nos hacías reír a carcajadas, aún cuando tu humor estaba por el suelo o cuando estabas cansado por el trabajo.
Siempre nos tenías sorpresas, cocinabas para nosotras aún cuando te daba flojera hacerlo por ti mismo y encontrabas las palabras más lindas en cualquier ocasión.

Las dos estábamos llenando tu casa y tu corazón.
Estábamos trastornado tu vida de la manera más hermosa, dándole un rumbo diferente, increíble.

Y tú también trastornaste mi vida de la misma manera.
Llegaste para ser luz dentro de mi oscuridad y la paz en medio de la tormenta.
Me brindaste esperanza y le diste sentido a mi vida.

La felicidad para mí tardó casi 28 años en llegar, pero al final llegó.
Mi felicidad siempre fuiste tú, Saúl.

Eras el hombre de mi sueños y no tenía que cerrar los ojos para imaginarte, porque estabas justo enfrente a mí.

Ya estaba casada con Mauro, de lo contrario no dudo que te hubiera pedido matrimonio.
Sé que los hombres son los que habitualmente hacen esto y los que deben dar el primer paso, pero ustedes generalmente se tardan mucho.

A mí me bastó un par de semanas para entender que te amaba profundamente, que estaba dispuesta a entregarte mi cuerpo y mi alma y que deseaba pasar el resto de mi vida a tu lado, volviéndonos viejitos juntos.

Viejitos, pero bonitos.
Amándonos y divirtiéndonos como adolescentes y siempre mano en la mano.

Me visualizaba con unos cinco hijos tuyos y con el triple de nietos.
¿Nunca te pasó?
Apuesto que sí.

•••••••••••••••••••••••
Un capítulo bonus 🙈
Ojalá les guste 💞

El camino hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora