Narra Amaia:
Madre mía yo no confiaba en que lo que dijera Efrén fuese cierto, ósea Mimi no parecía muy buena persona la verdad, aunque me tuve que comer mis palabras porque todo era cierto. Me habían mandado lanzar la señal de inicio y la di, en un momento varios policías acompañados de Cepeda, Raoul y Nerea se desplegaron por la zona y rodearon al señor Vázquez y a todos sus cómplices. El disparo de Mimi como era de esperar no apuntó a la cabeza de Miriam si no al suelo.
—¿Que se supone que es esto?—Pregunto confundido el señor Vázquez al vernos a todos.
Efren salió de su escondite también y se colocó en frente de el padre de Raoul.
—Quedas arrestado.—Dijo con una voz fría.
Aitana y yo nos acercamos junto a Roi que estaba en el suelo sin entender que estaba pasando.
—¿Q-Que hacéis aquí, hemos muerto ya?—Preguntaba aturdido.
Aitana rió.
—Ya se que es surrealista pero todavía sigues vivo. Hemos venido a ayudaros.—Contestó intentando calmarle.
—Date prisa que Efrén ha dicho que tenemos poco tiempo antes de que vengan sus refuerzos.—Añadí.
Efren y el señor Vázquez mantenían una conversación cara a cara sin contenciones. El hermano de Miriam nos explicó que no han podido detener a Vázquez en estos años por que no han tenido pruebas ni le han pillado cometiendo injusticias, pero gracias a nuestros aportes y que ahora le hemos pillado con las manos en la masa van a poder acabar con el de una vez.
Dos policías arrestaron a Vázquez, que miró a su hijo con odio. A los demás menores de edad les pidieron su nombre y domicilio.
—Oye rubia que no te iba a volar la cabeza eh.—Reía Mimi al ver que Miriam no reaccionaba.
—Ya...—Contestó con debilidad la gallega.
Me acerqué a Mimi y se apoyó en mi.
—¿Oye Mimi en serio estabas de infiltrada todo este tiempo?—Pregunte con fascinación.
—Ajá.—Decía la granadina con naturalidad.
—¿Pero tu has matado a gente?
—Que va, yo iba como la malota del barrio pero no he matado ni a una mosca, pequeñaja.—Contestó mientras me daba un beso en la mejilla y se iba a hablar con Cepeda.
Efren mando a todos despejar la zona antes de que se corriera la voz y el resto de personas que trabajaban para Vázquez nos detectaran.
Los dos hermanos Rodríguez se reencontraron y se abrazaron como si hubiera pasado una eternidad de tiempo.
—Me vi muerta Efrén.—Sollozaba Miriam, con el acento gallego más marcado.
—Eso nunca.—Contestaba su hermano dándole un beso en la frente.
Recuerdo que cuando volvimos a el centro de Villa Rivera estaba todo el mundo en la calle prestando atención a que pasaría con el señor Vázquez. Nadie se esperaba que el rico del pueblo fuera culpable de todo lo que estaba pasando. Se escucharon insultos y tiraron tomates, uno me dio en la cabeza.
—¡Amaix!—Gritaba Alfred al verme llegar.
Allí en medio de todo el mundo nos besamos y nuestros amigos no tardaron en hacer el típico comentario de lo sabia.
Cris también fue a saludar a Roi y los dos se abrazaron y se pegaron un morreo.
Efren nos advirtió que las cosas se calmarían pero que no habían acabado, aun había miembros por ahí que están ayudando al padre de Alfred.
Las semanas siguientes como era de esperar fueron muy tranquilas. Alfred y yo pasábamos mucho tiempo juntos practicando nuestras canciones solistas para Música, el instituto iba bien (bueno, para los que aprobaban) Aitana se unió a nuestro grupo y nos unimos muchísimo más que antes. El instituto estaba acabando y Roi, Alfred, Aitana, Cris y yo íbamos todas las noches a sentarnos a el parque al borde del lago y charlar. A veces venían Cepeda (para estar con Aitana) Nerea, Agoney o Raoul, que no dejamos de tener contacto con ellos. Sin embargo Miriam si que dejó de juntarse con nosotros, apenas salía de casa y si lo hacía era solo con Ragoney o Nerea. A Aitana y a mi nos escribía en momentos muy puntuales pero nuca llegábamos a tener una conversación fluida.
—¿Que creéis que la puede pasar?—Pregunto Aitana mientras se comía un bocadillo y miraba a la luna.
—A mi ya me tiene preocupado.—Añadía Cepeda mientras le quitaba un mordisco a Aitana.
Cris llegó y se tumbó al lado de Roi.
—¿De que habláis?—Pregunto mascando chicle.
—Miriam.—Contestó Agoney pidiéndola comida.
—Ah ya, la vi la noche pasada cuando me fui de fiesta con Thalía.—Contestó desinteresadamente.
—¿Miriam de fiesta?¿Que dices?—Pregunte.
Y es que era verdad, me chocaba mucho que Miriam estuviera de fiesta, si la chica no salía apenas de casa.
—Que si coño, que estaba en casa de Mireya también.—Respondió Cris.
Aitana y yo nos miramos.
—¿Miriam con Mireya?—Pregunto la catalana rubia.
—¿Me estás vacilando?—Dijo la catalana con flequillo.
—¿Estáis sordas o que? Que os estoy diciendo que si.
Agoney la miro con desconfianza.
—No me parece normal que este con Mireya y con los Vazquez después de lo que ha pasado.—Dijo Agoney.
Cuando llegamos a casa no me lo pensé dos veces y escribí por un grupo que teníamos Agoney, Nerea, Aitana y yo. Se me hizo hasta raro usar el móvil después de tanto tiempo, pero Miriam me tenía muy preocupada.Las reinas del pop (y Agoney)✨
Yo:
Eh hola
Aitana✨
Amaia? Eres tú? Estas bien?
Agoney🌈
Que la pasa?
Yo:
Que si que si que soy yo buah que quería deciros que si vamos a ver a Miriam a su casa que es que me preocupa
Aitana✨
Joder Amaia me habías asustado
No puedes coger un día y escribir así tan tranquila.
Por mi vale.
Agoney🌈
Vale amigas ahora nos vemos.
Yo:
Podéis dejar de asustaros cada vez que escribo un mensaje por favor?
Nerea⚡️
Yo también me apunto.Los cuatro fuimos a casa de Miriam y timbramos. Nadie nos abrió la puerta pero se escuchaba música dentro.
—¡Miriam abre ya, deja de ignorarnos!—Agoney pego a la puerta mientras Nerea timbraba para intentar hacer el mayor ruido posible. Cuando pararon escuchamos como unos pasos se acercaban a la puerta. Se escuchó un tropezón y un golpe en la puerta y de repente se abrió.
—Joder Agoney.—Decía Miriam al abrirnos.
Tenía mala pinta, iba con una camiseta de tirantes, un pantalón corto y tenía el maquillaje algo corrido.Narra Agoney:
Casi me da algo cuando abrió la puerta. Quería mostrarme enfadado con ella pero no podía, algo había en ella que no sabíamos y no podía dedicarme a ser duro con ella.
—Miriam...—Intente calmarme.
—¿Como que Miriam, neno vas hacer algo o no? Porque si habéis venido para nada podéis iros a la Mierda.
Esta chica agotaba mi paciencia.
—¿Miriam que demonios te está pasando?
—¿A mi?
—¡Miriam, Agoney Basta ya!—Dijo Nerea agarrándonos a los dos y metiéndonos en casa de la gallega. Amaia y Aitana nos siguieron pero fueron a inspeccionar el resto de la casa. Nerea nos metió en el comedor.
—¿Eh eh pero de que vais vosotras entrando a mi casa como si fuera la vuestra?—Preguntaba Miriam aturdida.
—¿Quien más hay aquí?—Pregunte serio.
—Nadie.
—Te lo vuelvo a preguntar. Quien. Más. Hay. ¿Aquí?—Repetí acercándome a ella.
—Mis amigos.
—¿Que amigos?—Pregunto Nerea.
—Los que os faltan a vosotros dos.—Nos contestó la gallega.
Nerea y yo nos miramos sin creernos lo que estaba diciendo.
—Amiga ya basta, ¿que demonios te pasa?—Dije al borde del llanto.
—Nada.—Contestó con la boca seca.
—¡Miriam vale ya! Estamos preocupados por ti, ¿no te das cuenta? Estas últimas semanas has desaparecido y nos estás preocupando.—Decía Nerea con lágrimas en los ojos.
Tras unos minutos Miriam reaccionó un poco.
—Ah. No lo sabia.
—Miriam por favor explícanos que te pasa.—Dije cogiéndola de la mano. Nerea se acercó también a ella y le apoyó la mano en el hombro.
Miriam nos miro a los dos y cuando fue a hablar me espere que dijera alguna otra gilipollez pero no, las lágrimas empezaron a discurrir por sus mejillas y la voz se le volvió débil.
—Joder pues que estoy harta de todo.—Sollozó sentándose en el suelo.—Todo va mal, muy mal...
—¿Es por algo de tu familia?—Pregunte abrazándola.
—Es todo.
Nerea se sumó al abrazo.
—Puedes contarnos lo que sea Miriam.
Yo empecé a llorar también porque no pude aguantar ver así a mi mejor amiga, lo había pasado muy mal y no quería que hiciera nada indebido.
—Es que...
—Amiga, nosotros somos tu familia y vais a estar contigo pase lo que pase.—La di un beso en la frente.
—Agoney no me digas eso...—Dijo débilmente.
—Agoney tiene razón.—Comentó Nerea dándole otro beso en la mejilla.
—Joder ese es el problema.—Dijo levantándose bruscamente.
—¿Como que el problema?—Pregunte enfadado por su actitud.
—Joder Agoney que para mi no sois importantes, nunca lo habéis sido.—Dijo finalmente con una voz quebrada.
Esa fue la gota que colmó el vaso, agarre a Nerea y esta ves fui yo el que fusiló a la gallega con la mirada y salimos por la puerta. En ese momento Amaia y Aitana bajaban acompañadas de otros dos chicos que salieron corriendo por la puerta.
—Mirad como me vuelva a enterar de que tenéis cualquier clase de contacto con Miriam la patada que os vais a llevar os va dejar estériles.—Bajaba gritando Amaia.
—Vosotras dos, nos vamos ya.—Las avise y se quedaron dudando.
—¿Que?—Pregunto Aitana cuando Miriam se acercó a nosotros.
No las conteste, solo las mire enfadado y entendieron más o menos mi expresión. Salimos todos de la casa y esa noche fue la peor de mi vida. Las palabras de Miriam me dolieron como dos puñaladas en la espalda.Narra Miriam:
Lo había hecho. Acababa de perder a mis amigos. Acababa de hacerles daño.
—Te he escuchado, has hecho lo que tenías que hacer.—Alvaro bajaba por las escaleras con una botella de Ron en mano.
—Gilipollas...—Dije intentando calmarme y limpiándome las lágrimas.
—Seré un gilipollas, pero la vida de tu familia depende de mi.—Me susurro al oído y se fue, dejándome sola en el comedor. Sola, porque había perdido todo lo que quería.
ESTÁS LEYENDO
Esto Acaba De Empezar. OT2017🎵
FanfictionLa vida transcurre normal en una ciudad aparentemente normal. Los chicos de instituto viven con tranquilidad hasta que comienzan a darse robos y asesinatos. Los habitantes tendrán que hacer frente a estas amenazas y acabar con este hecho tan grave. ...