XXXI.

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Narra Roi:
Creo que coincidimos todos en que ver a Miriam gritando y llorando al intentar que Agoney no se fuera para siempre fue una de las escenas más duras de nuestra vida. Nos era imposible reaccionar, decir una palabra sin llorar porque de verdad que era muy duro.
La máquina dejó de emitir los latidos de Agoney durante unos pocos segundos, pero luego volvió a emitirlos con más regularidad.
Todos los que estábamos en la sala nos quedamos perplejos.
Pi, pi, pi
—No me lo puedo creer...—Susurró uno de los médicos.
Miriam no se estaba dando cuenta de nada, estaba apoyada en Agoney sollozando mientras le agarraba la mano con fuerza.
—Rápido, llamad a los ayudantes.—Mando uno.
Nos desalojaron de la habitación y todos salimos con la boca abierta, excepto Miriam que se negó a salir de allí sin su amigo.
—¿Es posible que haya sobrevivido?—Pregunto Alfred.
—Pues menos mal porque si se muere nuestro Agoney Miriam se muere ahí dentro también... pobrecita.—Contestó Amaia.
Yo no podía apartar la mirada de la puerta, entendía que Agoney significaba mucho para ella, porque es el único que estuvo después de lo que paso entre ella y Cris y yo. El único que estuvo cuando no estuvimos ni nosotros.
Estuvimos en la sala de espera una hora, Alfred no paraba de comerse las uñas y Aitana de dar vueltas de una esquina a otra.
—Amigos de Agoney Hernandez.
Todos nos levantamos.
—Tenéis una suerte increíble de que vuestro amigo haya sobrevivido a esto.
Entramos corriendo a abrazar a Agoney que parecía que estaba consciente.
—Ay amigas cálmense.—Decía con una voz muy débil.
—¿Has estado aplatanado eh?—Bromeé y todos rieron.
—Jo Agoney no nos vuelvas a meter esos sustos.—Dijo Amaia mientras le pegaba flojo.
Nerea y Agoney se abrazaron de tal manera que el mundo explotó de ternura.
Todos empezaron a hablar con el, yo creo que se estaba agobiando un poco. Entonces vi a Miriam en la esquina de la habitación hecha una bolita medio dormida.
—Ey Miriam, has estado asombrosa.—Dije mientras me sentaba con ella.
Ahora su rostro era de cansancio pero con un tono de felicidad.
—Roi yo...—Miriam se dispuso a decirme algo pero Aitana y Amaia la levantaron del suelo.
—Agoney estás vivo gracias a Miriam así que ya puedes hacerla la cama durante todos los días de tu vida.—Decía Aitana con felicidad.
—Si si—Gritaba Amaia.
Miriam y Agoney se sonrieron.
—Amiga, me alegro de que estes bien.—Sonreía la leona.
—Yo me alegro de no tener que separarme de ti.—Devolvía la sonrisa Agoney.
Poco a poco se fueron yendo todos, nos habíamos saltado las primeras horas de clase.
—Miriam yo me voy, quiero llegar a Matemáticas.
La gallega me acompañó afuera.
—Roi.
—Dime.
—Siento haberme portado tan mal contigo.—Dijo con un tono débil.
Me sorprendió ver a Miriam disculparse, pero me fastidio porque había sido yo el que la había cagado.
—No Miriam.—La apoye una mano en el hombro.—Perdóname a mi.
La leona me sonrió y sentí el impulso de besarla, pero no podía. Miriam estaría hasta las narices de mi por todas las putadas que le hace Cris. Y yo a veces...
—Oye encina que pierdo el orgullo no me vengas con que te disculpas tú eh.—Contestó con su característico tono de broma que tanto me gustaba.
Solté una carcajada.
—Hasta luego Roi.—Me abrazó y yo me sentí como en casa al notar su cuerpo.—Te...—Hizo una pequeña pausa.—T-te odio pesado.
Por un momento esperé un te quiero. Nos despedimos y me quede viendo como entraba de nuevo al hospital. Miriam era luz, y yo una simple sombra que no la dejaba brillar...

Narra Miriam:
Por fin podía respirar tranquila sin el estrés de que mi mejor amigo fuera a morirse. Que gusto.
Acababa de separarme de Roi y me maldije a mi misma, estuve a punto de decirle te quiero pero no lo hice porque soy una cobarde. Yo quería estar con el pero me era raro, encima después de todo lo que nos ha pasado y lo que me ha hecho... Ojalá las cosas fueran más fáciles.
Decidí sacar de una máquina una botella de agua. Al cogerla se me cayó, me agaché para volver a cogerla y se me volvió a caer.
—Pero que la pasa.—Dije en alto.
Me encontré con Alvaro Vazquez al querer volver a la habitación de Agoney.
—Hola...—Saludó avergonzado.
Ni le conteste.
—Miriam estarás hasta los cojones de mi, lo entiendo. Pero puedo explicarte todo...
—Lo primero no tengo cojones, tengo ovarios y segundo ¿que quieres explicarme?
—Se que no tenía que haber pegado ni a mi hermano ni a Agoney lo se.
No conteste.
—Pero Mireya es mi amiga y ya se que está hasta las trancas por mi pero yo no quiero decirla que no me gusta ni nada entonces tengo que hacer lo que sea para que no me odie.—Dijo con tristeza.
Suspire.
—¿Alvaro a mi que me importa?
—Me importa porque me gustas tú.
Me quede bastante impactada, todo hay que decirlo.
—¿Que?
—Joder que cabezota eres cuando quieres ¿eh? Que estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo. Mireya nunca me importo, solo tú.
—Joder pues ya veo como te importa que Mireya se meta conmigo y con mis amigos.—Conteste con frialdad.
—Ya lo se Miriam, pero ¿te acuerdas de aquellos tiempos en los que tú y Mireya erais amigas y erais las manda mas?
Si. Hubo un año después de separarme de Roi, Amaia, Alfred y Ana en el que Mireya y yo éramos como las súper Estrellas de el instituto. Que asco y que cliché era todo, no me puedo creer que yo fuera así.
—Aja.—Conteste queriendo olvidar esta etapa de mi vida.
—Pues que sepas que en ese momento en que pensaban que yo estaba enamorado de Mireya, yo estaba enamorado de ti.
Dios Alvaro, por que me dices esto ahora.
—Y bueno leona, ya se que tú estás hasta las trancas por ese gallego.—Refiriéndose a Roi.—Pero el esta con Cris y creo que tú y yo podríamos empezar poco a poco...
—No metas a Roi.
—Bueno, el caso, date cuenta de que Roi esta muy bien contigo ahora pero solo está jugando como quiere, seguro que ni te ha contado que cuando entraron los médicos a la habitación de Agoney y todos los demás estaban fuera el se lió con Cris.
Las palabras de Alvaro dejaron una especie de vacío dentro de mi.
—¿P-Perdona?
—Si si, estaban todos en la sala de espera y el de aventuras con Cris... Pero bueno, que sepas que yo te voy a querer a ti, y solo a ti.
Alvaro me dio un beso, se fue y no me dio tiempo a reaccionar. Estaba como petrificada. Me daba vergüenza ajena que Roi me hiciera esto. Que Agoney se esté muriendo, me venga de buenas y en la sala de espera se de el lote con Cris.
—Hola amiga...—Salude a Agoney al entrar.
Agoney miro alrededor con mucho ímpetu.
—Ellaaa la observadora.—Dije con desgana.
—Miriam es serio, nadie puede oírnos.
—¿Que la pasa?
Agoney intentó levantarse pero obviamente no pudo. Me acerqué más a él.
—Una de las tres que hizo el tiroteo es Mimi.
Las palabras rebotaron en mi cabeza.
—¿Agoney que di...?
El canario sacó una goma de pelo que conocía. Era de Ana.
—¿No me jodas que es la goma de pelo de Ana?

Agoney ya está vivo cñorxs, pueden descansar en paz. Esta noche subiré otro capítulo :D

Esto Acaba De Empezar. OT2017🎵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora