Narra Aitana:
Aquella tarde Cepeda me había dicho que podíamos ir a dar una vuelta por el parque. Le había contado todo lo que paso con Vicente y estuvo a punto de ir a cantarle las 40.
—¿Ves que bonito está el parque?—Comentaba Cepeda con una voz más serena de la de porrero que solía tener.
Yo asentí mientras le sonreía. Hasta hace poco estaba deprimida por lo De Vicente, pero estos momentos de estar junto a Cepeda estaban haciendo que me olvidara de toda la mierda por la que estábamos pasando.
—¿Luis no tienes miedo?—Pregunte mientras pasábamos por un puente de madera.
Cepeda se puso algo tenso pero se relajó a los segundos.
—La verdad es que si.
Había sido una respuesta fría, pero era lo que me esperaba. Luis iba de muy fuerte y no quería perder su imagen de tipo duro, pero era un trozo de pan.
Le di un abrazo.
—Bueno por lo menos estamos juntos.—Le Susurre.
—¿Ah si?—Contestó Cepeda abriendo los ojos como platos.
A lo mejor no debí usar la expresión estamos juntos, pero luego lo pensé y me daba igual, no podía quedarme toda la vida sin sacar lo que sentía por el.
—Si, porque estaremos juntos pase lo que pase, ¿o no?—Pregunte con una gran sonrisa.
—¿Y si pasa esto...?
Cepeda me cogió a caballito y empezó a correr por el parque. No se en que momento Luis se convirtió en algo tan importante para mi, pero no puedo parar de recordar como estuvimos disfrutando y olvidándonos de todos los problemas en ese parque, juntos.
Llamada perdida de Amaia✨ hace 30 minutos.
Estaba disfrutando tanto que se me olvidó que tenía móvil, y mira que es difícil porque estoy que no paro con las redes sociales. Menudo vicio hay.
Cuando vi la llamada perdida de Amaia me asusté, no porque fuera una llamada perdida, si no porque era una llamada de Amaia. La pamplonesa solo cogía el móvil para pedirte recetas de comida para la diarrea o cosas de mucha urgencia. En los grupos cada dos semanas se manifestaba con un "buah lo siento se me había olvidado que tenia este grupo no me echéis"
—Luis mira, me ha llamado Amaia.—Dije llamándole la atención mientras estábamos tirados en el césped.
Cepeda también conocía bien a Amaia y le sorprendió. Decidimos llamarla varias veces hasta que lo cogió y contestó súper alarmada y con una voz nerviosa.
—¡Aitana, Luis!¡Que horror esto es un horror... en la comisaría...
Tenía puesto el altavoz y me costó reaccionar a las palabras de Amaia.
—Amaia relájate, ¿que ha pasado?—Intenti calmarla Cepeda.
—¡Cepeda, Cepeda! Venid ya, un chico ha entrado con una pistola y ay... que horror que horror...
Cepeda y yo nos quedamos helados mientras cruzábamos miradas.
—¿Amaia que dices?¿E-Estáis bien?—Pregunte entrando en pánico también.
—Aitana. Aitana y-yo si pero hay gente herida, a Alfred y a Miriam les está atendiendo por un ataque de ansiedad y Nerea y yo estamos asustadas. ¡Agoney está herido! Venid ya.
La llamada se colgó.
—Luis...
—Aitana...
—¿Crees que esto tiene que ver con lo que escuchamos?—Pregunte atemorizada.
—No lo creo. Lo afirmó.—Contestó mientras salimos corriendo hacia la comisaría.Narra Raoul:
Me costaba respirar. En unos minutos acababa de presenciar la peor escena de mi vida. Yo sólo quería huir de esto, quería huir de mi familia... Quería poder del libre, pero volvieron a darme donde dolía. Volvieron anteponer su obsesión por el poder a las vidas de unas cuantas personas.
No quiero recordar lo que he visto. No quiero, pero para que os hagáis una idea Agoney y yo vinimos a denunciar, para acabar con todo o por lo menos intentarlo, pero tres encapuchados entraron y sembraron el caos. Se liaron a pistoletazos y mataron a varios policías, Agoney y yo intentamos escondernos pero nos descubrieron y echamos a correr. Intentamos salir por una ventana pero uno de los vándalos disparó. Agoney cayó en el suelo y empezó a sangrar, a partir de ahí tengo todos los recuerdos borrosos y solo puedo escuchar mi propia voz desgarrada pidiendo a Agoney que no me dejara. Ahora no por favor.
—¡Raoul!—Exclamaba Nerea mientras me zarandeaba.
Estaba tumbado en una camilla. Por fin había podido reaccionar.
—¿Y Ago...?—Intente hablar pero me dolía la espalda. Bueno, me dolía todo el cuerpo.
Nerea suspiro aliviada porque estuviera bien y acto seguido llegó Aitana a gritos.
—RAOUL JODER.—La catalana con flequillo me abrazo entre lágrimas. Solté un quejido porque me dolió el abrazo pero me daba igual.—Raoul que pensé que te perdía...—Lloraba.
La hice con el dedo una señal de que estaba OK y Nerea me contó que Agoney había sufrido un disparo en el costado.
—Están intentando mantenerle a salvo Raoul... pero tú no te pongas a hacer cosas raras que tampoco estás como para bailar un tango.
Al parecer cuando dispararon a Agoney le cogí y le intente llevar corriendo lo más lejos posible pero en una de esas resbalé y caímos por una cuesta abajo.
—¿Joder Raoul y todo esto como paso?—Pregunto Aitana.
—No lo se... fue todo súper rápido...
—Miriam y yo descubrimos más tarde todo el plan de tu padre Raoul...—Intervino Nerea.
La mire extrañado.
—Raoul, en un principio quería que todos fuéramos a la comisaría y mataros a todos de golpe.—Dijo la catalana rubia con una voz temblorosa.
Ahogue un pequeño grito y Aitana igual.
La crueldad de mi familia me sorprendía demasiado...
—Joder estamos perdidos... Ya saben quienes somos, van a acabar con nosotros...Narra Roi:
Amaia me mando un mensaje explicándome todo lo que había ocurrido en la comisaría y me contó que las chicas descubrieron que el plan del Señor Vázquez era acabar con nosotros. Ya nos ha descubierto... Realmente corremos mucho peligro ahora.
Sin embargo vine porque Miriam me tenía preocupado, Amaia me dijo que había tenido un ataque de ansiedad lo estaba pasando muy mal. Me siento mal porque no se como va reaccionar, no se si va querer matarme, me va ignorar o que va pasar... pero yo necesito verla.
—Roi.—Dijo Amaia cuando me encontró entre la multitud de personas que rodeaban la escena del crimen.—Miriam está ahí.—Señaló una de las distintas tiendas de campaña blancas para ayudar a heridos que había.
Nada más entrar se me heló el corazón. Había personas muertas por disparos. Intente no mirarlas a los ojos pero me dolía saber que esos mismos policías eran los que me regañaron de niño por romper ventanas jugando a la pelota.
En una esquina estaba Miriam sentada y mirando al suelo con las manos en la cabeza.
—N-No es real... Agoney... Vázquez... muertos...—Susurraba como si de una película de miedo se tratase.
Tuve que reunir valor para acercarme a ella. Estaba muy distinta. Verla así te distorsionaba la imagen de la Miriam que impone y tiene ese punto de encanto. Verla así te recordaba a un niño pequeño.
—M-Miriam...—Dije tocándola delicadamente la espalda.
Me miro nada más establecer contacto con ella, y me apenó porque en otras ocasiones me habría fusilado con la mirada, pero en esta solo se veía miedo en su rostro.
—Roi.—Dijo con la boca seca.
—Mira Miriam se que no quieres verme y que soy la última persona que querrías que estuviera aquí en este momento y además estarás enfadada por lo que paso con Alvaro Vázquez y Cris en la fiesta. Y bueno, por lo que te dije en tu casa pero yo necesit...
Iba terminar la frase cuando Miriam se echó en mis brazos y me abrazo con fuerza. Temblaba y notaba su miedo.
—M-M-Miriam...—Dije sorprendido.
La gallega no contestó y decidí abrazarla también. Desgraciadamente me di cuenta de una cosa. Todavía la quería. Y mucho.
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Esto Acaba De Empezar. OT2017🎵
FanficLa vida transcurre normal en una ciudad aparentemente normal. Los chicos de instituto viven con tranquilidad hasta que comienzan a darse robos y asesinatos. Los habitantes tendrán que hacer frente a estas amenazas y acabar con este hecho tan grave. ...