Esto Acaba De Empezar. OT2017🎵

III. Villa Rivera [Miriam]

El primer día ha estado bien. He conocido básicamente a todos los nuevos, ya que estaban desorientados y he tenido que echarles una mano.

Me ha tocado en la misma clase que Roi, un buen amigo mío. Y bueno, también en la de su novia Cristina...

No me cae muy bien la verdad, para que mentiros.

Como era el primer día no teníamos que quedarnos hasta las 14:20, nos decían nuestra clase y nos íbamos. Todo parecía normal, Villa Rivera parecía normal. Pero aquí comenzó todo.

Cuando me dirigía a mi casa, que está a unos veinte minutos andando del instituto empezaron a sonar unas alarmas y cuando me quise dar cuenta habían pasado unos coches de policía y una ambulancia junto a el coche de bomberos.

—¿Miriam, que pasa?

Ana Guerra, una de mis mejores amigas venía corriendo detrás mía sudando, acababa de pegarse una buena carrera.

—¿Me lo dices a mi? Yo acabo de ver esos coches.—Conteste desorientada.

Las dos fuimos corriendo y seguimos el sonido y la multitud. Villa Rivera era el pueblo más tranquilo que puedes encontrarte, grande pero pacifico y como mucho cada dos meses un gato se quedaba atrapado en un árbol.

Tras una persecución de 5 minutos acabamos en una casa de la zona vieja que estaba junto al banco. La casa de Alfred, un chico del instituto. La casa estaba en llamas y el banco tenía un cristal roto. Todo el pueblo estaba ahí flipando en colores con lo que acababa de pasar.
Ana y yo nos quedamos impresionadas y decidimos preguntar.

—Uf. Según nos han confirmado ha sido un atraco en el banco, y por alguna razón desconocida han incendiado la casa de al lado y han matado a una persona.—Nos contó el dueño de la panadería local.

—Miri, es la mama de Alfred...—Ana empezó a llorar y a echarse las manos a la cabeza.
A mi se me saltaron las lágrimas igualmente. No cabía duda de que habían asesinado a la madre de Alfred, a estas horas no hay nadie más en su casa. Alfred estaba todavía en el instituto...

—Tía no me lo puedo creer...—Decía Ana mientras miraba las llamas.

—Pero si aquí nunca pasa nada...—Susurre mirando a mi alrededor e intentado buscar algo que me indicara que todo era un sueño y que esto no había pasado.

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