Esto Acaba De Empezar. OT2017🎵

XXI. Los Vazquez

Narra Aitana
Lo que le ocurrió a Alfred nos dejó de piedra a todos. Jo, pobre niño, debe de tener muchísimas cosas dentro y muchísimos miedos. Luego está Amaia, que está enamoradisima de Alfred y lo está pasando muy mal.
Después de esto fuimos a contarle todo a Miriam, Roi y Ana. Ya sabéis, para hacer como un intercambio de información.
Miriam y el chico con el que me encontré a Raoul en los baños estaban de pie en un pasillo. Los dos tenían cara de haber visto un fantasma, Miriam sobre todo. Al oírnos gritar su nombre Miriam camino hasta librarse de nosotros.
—¿Que la pasa Agoney?—Pregunto Amaia.
Agoney miro hacia donde se había ido la gallega y volvió a centrar su mirada en nosotras.
—No os preocupéis... No es nada...—Dijo con una voz tierna.
Amaia y yo nos miramos.
—Jo... Buah pobre... ¿Agoney ya te ha contado Miriam lo que estamos haciendo?—Pregunto la pamplinera con ímpetu.
El chico que tenía un tupé grisáceo río.
—¡Si! Estáis jugando a los detectives...—Me miro.—Por cierto, yo soy Agoney.—Me rodeo con brazos.
Le sonreí.
—Yo soy Aitana Ocaña.
Agoney dudo por un momento.
—¿Novia De Vicente?—Pregunto dudoso.
—Eh, si se podría decir.—Conteste un poco temerosa aunque llevaba semanas sin verle.
Me daba miedo que la gente pensara que yo soy igual que el idiota de mi novio.
Agoney se percató de mi cambio de humor y volvió a sonreír.
—Lo siento, tengo malas experiencias con tu novio pero no voy a juzgarte por el.
Los dos nos reímos y nos quedamos hablando con Amaia hasta que aparecio Roi.
—¡Por fin Roi! Queríamos encontraros a ti y a Miriam.—Exclamó Amaia.
—Roi no se te ve muy animado.—Le dije dándole una palmada.
Roi suspiró. Iba un poco tristón, y mira que normalmente Roi siempre va con una gran sonrisa en la cara.
—Si bueno...—Intercambio miradas con Agoney.—Os resumo que la amiga de Cris ha quedado con Ana para contarle algunas cosas sobre ellos...
—Pues nosotras tenemos información también.—Trague saliva porque me daba temor hablar sobre el tema del padre de Alfred cuando realmente yo acababa de llegar aquí y era la que menos derecho tenía a comentar el tema.
Amaia me animo a decirlo y le expliqué a Roi todo con pelos y señales.
Al terminar la cara de Roi volvió a cambiar y se quedó pálido.
—Vaya... que mal cuerpo me habéis dejado...
Agoney intervino tras estar callado todo el tiempo.
—Bueno, yo me voy. Adiós chicas.—Se despidió mirándonos.—Adiós puto cobarde.—Le dijo a Roi con un tono de desprecio.
Hubo un silencio incómodo.
—Bu-Bueno, vamos a buscar a Ana... Miriam ya vendrá luego.—Nos dijo Roi, y nosotras asentimos y salimos detrás de el.
No se que pasaría entre Roi, Agoney y Miriam, pero parecía que había bastante mal humor.

Narra Miriam:
Me sentía vulnerable. Débil. Yo, Miriam Rodríguez, a la que todos veían como una chica dura, que imponía y no tenía sentimientos me encontraba en un baño mirándome al espejo e intentado calmar las lágrimas que discurrían a toda velocidad por mis mejilla.
Me dolió mucho, la putada de Cris me dolió muchísimo, pero creo que lo que más llego a afectarme fue el hecho de que Roi no hiciera nada por mi.
Empecé a recordar. El mismo recuerdo que llevaba meses atacándome cuando más sensible me encontraba. Ese recuerdo me desarmaba totalmente.
Todo fue hace tres años. Amaia, Alfred, Ana, Cris, Roi y yo éramos todos muy buenos amigos, especialmente Roi y yo. Ahí donde nos veis, Roi y yo nos conocemos desde párvulos , los dos somos gallegos y acabamos en el mismo instituto. Éramos mejores amigos, estábamos todo el dia juntos, nos picábamos y nos apoyábamos, pero los sentimientos de AMBOS iban más allá de nuestra inocente amistad. Fuimos a ir juntos al baile de final de curso. Sin embargo, siempre hay problemas y yo no era la única que sentía algo por Roi. Cris también. Ella no tenía miedo a demostrarle a Roi sus sentimientos, y cierto día que iba con Amaia les pillamos a los dos solos, haciendo cosas que seguramente no eran jugar al parchís. Roi se quedó flipando al vernos, pero Cris no se callaba y no dudo en pasar a mi lado y mientras los demás no escuchaban susurrarme.
—Siempre la segunda en todo, ¿eh?
Y tenía razón. Cris siempre quedaba encima mía en todo. En las notas, en mis amigos... en Roi.
Ese día odié a Roi, por hacerme eso, por tirarse a Cris cuando realmente el me quería a mi. El resto del curso Roi sólo estuvo detrás mía, pero no quería quedar como una tonta y un día Roi se me declaro delante de todos.
—¡Leona! Te quiero, y creo que eso ya lo sabes de sobra, deja de pasar de mi y resolvamos ya esto de una vez.—Grito en medio del pasillo.
Yo me puse roja y Cris me lanzo miradas asesinas. Pero estaba enfadada, no soporte que Roi me hubiera humillado. La gente se rió de mi por lo que me hizo Roi, y eso aun me dolía.
—¿A cuantas le dices eso Roi Méndez? ¡Eres un Puto cobarde y de todo este sitio el último en el que me fijaría sería en ti!—Y cuando me quise dar cuenta de que nunca quise decir esas palabras, ya las habia dicho...
Desde ese día Roi fue el hazme reír, pero Cris comenzó a darle apoyo, hacerme la vida imposible y al final acabaron juntos y comiendo perdices.
El resto de mis amigos perdió el contacto conmigo y acabé sola hasta que encontré a Agoney.
Di un golpe al cristal, no podía permitir que siguieran haciéndome daño. Nadie iba a ponerme límites.
—Si ellos quieren jugar, jugaremos...—Hoy me voy a escapar de todos mis recuerdos.... Son solo cicatrices ya no duelen más...

Narra Ana
Mimi y yo nos citamos en el parque. Pensé que me iba a incomodar estar con ella, más que nada por la tensión sexual, pero joder, Mimi era muy guapa y tenía una personalidad muy explosiva... pero a mi no me gustaban las chicas, a mi me gustaba Jadel, sin embargo algo tenía esa chica que me impulsaba a querer conocerla.
Al llegar nos saludamos con dos besos, estuvimos horas hablando sin ningún tipo de tapujo, y mientras hablábamos de temas serios también pude notar cómo tonteaba conmigo... y yo con ella, no se por que....
—Hay una familia que nos está suministrando muchas cosas...—Decía vacilona Mimi.
—¿Y esa cual es...?—Dije en el tono que solía emplear antes de tirarme a alguno en las fiestas.
Mimi se iba acercando a mi y no era incapaz de apartar la mirada de sus preciosos ojos...
—Los Vazquez...—Susurró.
Para mi sorpresa fui y yo quien me acerqué y acabé plantándola un beso.