Amor de hermanas (fanfic de Kill la Kill) [+18]

El diablo está en los detalles

Habían pasado ya 6 meses desde que Rei tuvo que dejar en paz a esas dos y principalmente el tener que ocultarse y cazar a los esbirros de Richards. La información que había conseguido de la oficina de Ragyo estaba incompleta y tan solo había confirmado sus sospechas de que había sido traicionada por alguien del ejército y de que habían altos miembros de diferentes gobiernos asociados a la extinta Ragyo, pero no encontraba al traidor. Todo esto la tenía tan de mal humor, que se desquitaba con la escoria de la ciudad, asesinos, violadores, vendedores de droga y muchos más, en las noticias atribuían todos sus asesinatos a "ajuste de cuentas" e incluso la misma población le daba gracias a este justiciero desconocido. Por diversión grafiteaba con la sangre de sus víctimas en las paredes: "El Ángel de la Muerte" y rápidamente la gente asoció que este vengador se hacía llamar así, por lo que comenzó a ganar el cariño de las personas y temor de los maleantes, se había convertido sin querer en una heroína.

La parte buena, si se podía decir así, era de que vivía plácidamente en el departamento de aquel estúpido y el dinero que había conseguido de todos los idiotas que había asesinado, incluyendo la caja fuerte, le permitía darse ciertos lujos, la droga ya no le hacía falta e incluso una bella chica prostituta, a la cual había salvado de su "dueño" vivía con ella y prácticamente era su empleada domestica en el día y su juguete sexual en la noche. Lo malo era que había cambiado su color de cabello, a uno tan negro como la noche y ahora era un poco más corto, por el hecho de que su larga cabellera anaranjada era muy llamativo, si salía viva de todo esto, volvería a su color original. 

Aquella hermosa chica se encontraba acostada desnuda sobre una gran cama y a su lado estaba otra muchacha igualmente desnuda, era su mascota, la oscuridad que inundaba la habitación no le permitía ver correctamente, pero solo estiro su brazo y acaricio la tersa piel de su acompañante, la cual en respuesta gimoteó levemente, aún los efectos de la inyección estaban en su cuerpo y hacía que al mínimo contacto de su cuerpo temblara, esto le llenaba de placer a la lunática. En el cuerpo de la acompañante de Rei se podía ver varias manchas, por los besos y mordidas que había recibido en todos los encuentros sexuales que habían tenido. La inocente Rei se levantaba de la cama y sin hacer ruido salía de la habitación aún desnuda en dirección a la sala, todo el lugar estaba a oscuras, pues ya era alrededor de la una de la mañana. Rei caminó por la sala hasta llegar a las ventanas y poder disfrutar de la increíble vista que tenía desde ese lugar. 

??: Te estás ablandando mi amor...

La muchacha con cierto temor regresaba a ver en la dirección de la que venía aquella voz y en medio de las sombras pudo ver una figura sentada en uno de los elegantes sillones, era Sofy, sus alucinaciones con ella se habían hecho recurrentes, sabía que era una invención de su trastornada mente pero no podía evitarlo. Rei se daba vuelta para ver de frente aquella aparición.

Sofy: Aún recuerdo la primera vez que te vi desnuda, te pusiste nerviosa por las cicatrices que tenías, pero ¿recuerdas lo que te dije?

Rei: Que no te importaba, igual te parecía lo más hermoso en el mundo. 

Sofy: Si mi vida y aún lo creo... oye ¿hasta cuando piensas sembrar la muerte y destrucción a tu alrededor?

Rei: Hasta que me vengue por lo que nos hicieron, acabaré con cada uno de esos cerdos...

Sofy: Pero la que me hizo esto fuiste tú... así que dime ¿como piensas vengarte de ti misma?.

Rei: Simple, voy abrirme la tapa de los sesos cuando haya acabado con todos, si no estás conmigo no tengo motivos para seguir viva y cada segundo que estoy aquí es una tortura para mí...

Un sonido inundó el lugar, era el teléfono que sonaba, Rei no quería contestarlo pues quería seguir hablando con su alucinación y poder ver por más tiempo a su amada Sofy, aunque sea de esa manera podía estar con ella en vida, pero esta última miraba con cierta intriga al teléfono que sonaba.