Amor de hermanas (fanfic de Kill la Kill) [+18]

Un pequeño paraíso en el infierno

De un sobre salto despertaba Satsuki y empezaba a ver a su alrededor, no sabía en donde estaba ni tampoco cómo había llegado ahí y el último recuerdo que tenía era el quedarse dormida en aquel coche. De primera se daba cuenta de que estaba en una oscura habitación y acostada en una cómoda cama. Bajaba su mirada viendo que estaba desnuda pero cubierta por una manta térmica, junto a ella se encontraba acostada Ryuko y además se daba cuenta que su pecho estaba vendado, al parecer ya estaba parcialmente bien. De manera automática se tapaba con su mano el sector donde había recibido el balazo y quiso ponerse de pie pero una mano la detenía, se trataba de Ryuko quien también se había despertado e impedía que la pelinegra se apartara de ella.

Ryuko: Que alivio que ya despertaras amor, tenía miedo de que no lo hicieras (Se veía que en su rostro habían dos grandes ojeras, al parecer no había dormido para nada bien) 

Satsuki: Tranquila mi cielo, te dije que no era tan seria esa herida 

Ryuko: ¿De qué hablas? (Se destapa mostrando que ella también estaba desnuda y se sentaba junto a su esposa ) Si no solo te dieron ahí, una bala te atravesó el costado derecho y colapso tu pulmón. Si no fuera por Nicole no estarías aquí...

La pelinegra escuchaba sorprendida las palabras de su opuesta y deslizando su mano a su costado se dio cuenta de que en verdad tenía un parche por debajo del vendaje a la altura del pulmón. De nuevo la muerte le había pasado rosando. Quiso decir algo pero notaba que su dulce Ryuko bajaba su mirada y empezaba a llorar en silencio. Satsuki no dudo ni un solo segundo en abrazar a la pobre muchacha y a consolarla suavemente con algunas acaricias sobre la cabeza y uno que otro beso en la frente.

Satsuki: Ya amor no te pongas así, es mejor que no pienses en cosas oscuras y mejor vivas en el presente. Por cierto ¿Por qué estamos desnudas?

Ryuko: Es que estabas temblando del frío y quise calentarte usando mi cuerpo...

Satsuki: Eso suena un tanto pervertido amor, pero con todo lo que ha pasado supongo que es como un relajante...

Sin más la pelinegra se tumbaba sobre la cama llevando consigo a su rebelde. En aquella posición la apegaba más a su cuerpo y las tapaba a ambas con aquella manta. Por un momento se quedaron viendo a los ojos para luego darse un beso en los labios. Era un alivio para Ryuko estar así en ese momento, hace mucho tiempo no había estado tan tranquila y teniendo un momento privado e íntimo con la mujer que más amaba. Ninguna de las dos quería que aquel dulce momento terminara, querían olvidar el infierno en el que estaban en aquel momento.

Satsuki: Amor cuéntame qué pasó después de que yo me desmayara

Ryuko: Bueno pues Ragyo me dio instrucciones de cómo llegar a este pueblo rural y en el camino notamos como apenas podías respirar, al momento de que te atendimos notamos tus heridas. Por suerte Rei tuvo la suficiente fuerza para pedir ayuda a Nicole.

Satsuki: Entiendo, pero ¿Cómo me sacaron del problema? ¿Acaso usaron el suero?

Ryuko: No no... En realidad Nicole al ver a nuestra madre como que se asustó, así que no mencionó nada del tema. Se limitó a operarte a la antigua...

Satsuki: ¿Operarme? ¿Pero que mierda?

Ryuko: Fueron unos días muy horribles amor, ya entenderás mi temor...

Satsuki: ¿Días?

Ryuko: Hemos estado aquí alrededor de 2 semanas...

Satsuki: ¿Cómo es posible eso?

Ryuko: Verás, nuestra falta de recursos hizo una obra titánica el tenerte con vida y dificultó tu curación...

Satsuki: Está bien te entiendo tesoro. Aunque hay algo que no comprendo, si hemos estado tanto tiempo aquí, ¿Cómo es que esos cerdos no nos han encontrado?