Amor de hermanas (fanfic de Kill la Kill) [+18]

¿El día más feliz de nuestras vidas?, eso parecía...

Faltaban muy poco tiempo para que aquella fecha especial llegara, había pasado casi 1 año desde que Satsuki le había propuesto matrimonio a Ryuko y aunque parecía que la boda se llevaría unas semanas después, ambas decidieron hacerlo en unos meses, porque deseaban que las cosas se tranquilizaran más y también para ver si en verdad la tal Rei había salido de sus vidas por completo. Pasado ese tiempo se sentía seguras para poder dar aquel paso y para ese entonces habían vuelto a vivir a la torre y en especial en el departamento de Satsuki, ya habían hecho una vida juntas y todo ese tiempo había estado lleno de felicidad y el pensar que podrían vivir así por siempre, ponía ansiosas a las muchachas cada vez más. Cómo es fácil de imaginar las tres muchachas (Satsuki, Ryuko y Mako) regresaron a trabajar a la cafetería y tanto los clientes como los empleados, se pusieron muy felices al ver su regreso.

Por su parte, los demás habían decidido regresar a sus vidas, a excepción de Gamagori y de Nonon, el primero se había quedado en la ciudad, ya que había empezado una relación con Mako y también le habían ofrecido ser el inspector disciplinario de la preparatoria de aquella ciudad, aunque de besos no pasaba la relación con la alegre y tonta Mako, este muchacho se sentía lleno de felicidad y dicha. Mientras que Nonon había conseguido un trabajo como profesora de música en la ciudad y estaba esperando a que sus estudios universitarios empezarán, al menos por ese lado trataría de olvidar los sentimientos que aún tenía por Satsuki y por estos a veces le escribía a Sanageyama sobre cómo se sentía y este, aunque suene raro, se había convertido en alguien muy importante para la pequeña, por el simple hecho de que él siempre la apoyaba y le daba consejos de que hacer o qué pensar, un sentimiento extraño iba creciendo en el corazón de ambos, el cual trataban de ignorar.

Los preparativos para la boda estaban ya casi listos, pues iba a ser una ceremonia un tanto pequeña y solo los más allegados iban a estar presentes, por lo que su organización había sido rápida y sin ningún tipo de problema, bueno si había uno, los vestidos de novia. El par de enamoradas caminaban de arriba para abajo por todo la ciudad en búsqueda de ese vestido perfecto para la ocasión, pero extrañamente ninguno les convencía, por lo que seguían caminando y continuaban con su búsqueda, les tomó una semana encontrar lo que buscaban, eso ya no importaba, pues lo único que les interesaba era de que al fin habían solucionado ese "pequeño" inconveniente.

El par de futuras esposas regresaban a su departamento y se dirigían a su habitación para guardar sus vestidos en el armario y evitar así que se estropearan. Una felicidad infinita se hacía presente en el corazón de las muchachas y aún más de Satsuki, pues todo lo que había deseado se estaba realizando al fin: recuperar a su hermanita, detener a su madre y sobre todo tener una vida normal y muchas cosas más. La pelinegra solo quería que nada de eso llegara a su fin y que esa felicidad sea eterna. La muchacha ni bien guardó su vestido salió de la habitación y se dirigió a la cocina para poder preparar algo de café para las dos, pero al cruzar por la sala no pudo evitar detenerse por un momento en el sitio exacto en donde ese par se habían dado su primer beso y también contemplar por un instante la exquisita vista que se veía desde ahí.

Ryuko: Aquí fue donde nos besamos, ¿Recuerdas?. Para ser sinceras, nunca pensé que algo de este tipo podría suceder... (Abraza por detrás a su despistada novia) pero estoy muy feliz de que haya ocurrido todo esto.