Capítulo 11: "Vacío"

311 28 4
                                    

Narra Akira

La puerta fue tocada un par de veces veces.

—Akira, soy tu padre. Por favor ábreme.

—Vete.—Contesté con la cara entre las sábanas.

—Debo hablar contigo hijo.—Insistió desde el otro lado.

—No quiero escucharte.   

—¿Piensas que si te quisiera decir algo malo vendría calmado?—Touché. Salí de entre las cobijas y  abrí la puerta, me senté en la cama sin embargo no estaba mirándolo. El se sentó en la silla de mi escritorio.—Akira.—Me llamó, lentamente giré mi cabeza al verlo.—Me siento triste.

—¿Por qué te sientes triste?—Pregunté olvidándome por completo la razón por la que vino. ¿Y a que la pregunta no sonó a psicólogo?

—Me siento un mal padre... qué clase de padre soy, si no pudiste confiarme eso. Qué clase de padre soy si hice que pienses que eso estaba mal. Lo siento Akira, debí ser más confiable, lo lamento. Seguro que has pasado por mucho...—Dijo sonriéndome con tristeza. Comencé a reír y él me miró extrañado.

—¿Tan lamentable me veo o qué?—Pregunté riéndome.—En realidad padre, no tuve problemas con eso. Al principio lo veía algo raro, pero luego lo acepté sin problemas.—Le informé con una sonrisa.—No eres un mal padre, perdón por desconfiar.—Me disculpé al mismo tiempo que me levantaba y me acercaba a abrazarlo.—Has hecho un buen trabajo.—Susurré. Mi padre me devolvió el abrazo. ¿Quién diría que yo terminaría consolando a mi padre?—¿Mamá?

—Regañando a Chiyo, creo.—Me reí negando con la cabeza.—Pero estoy seguro que piensa lo mismo que yo.—Comentó separándose del abrazo y limpiando una lágrima que bajaba por su mejilla.

—Más tarde hablaré con ella.—Comenté en voz alta. Me deseó buenas noches y me recosté en mi cama, que al cabo de unos cuantos minutos concilié el sueño rápidamente. 


Así fue como al otro día me levanté más temprano y feliz que los demás días, y ésta vez sabía el porqué. Haberme sacado ese peso era fascinante. Bajé a desayunar con mi familia, pero solo estaba mi madre.

—Buen día.—La saludé con un beso en la mejilla.

—Buen día Aki, ya te preparé el desayuno.—Me informó recibiendo mi asentimiento y me senté en la mesa, ella me imitó.

—¿Has dormido bien?—Pregunté tomando mis palillos al tiempo que ella también lo hacía.

—Maravillosamente ahora que sé que mi hijo es gay. Mi sueño se ha cumplido.

—¿Disculpa? no soy gay.

—Lo serás, te lo ordeno.—Comencé a reírme, jamás había visto esa faceta de mi madre.—Ahora puedo recomendarte unos animes yaoi y mangas. Aunque, supongo que ya los conocerás.—¿Verdad que Asami es todo un buen seme?—Consultó entusiasmada logrando que me ría más fuerte que antes. 

—Creo que es momento de marcharme...—Comenté riéndome, me llevé un bocadillo a la boca con una pequeña sonrisa.  

—Bien pero antes de irte,  ¿eres uke verdad?—Me atraganté con lo que tenía en la boca tosiendo impresionado por la barbaridad que había dicho mi madre.—Vaya veo que sí. ¿espera, no eres virgen? ¿o sí lo eres?

—No te responderé.—Contesté levantándome de la mesa, saldría temprano si así el destino lo quisiera.

—Para mí eres más virgen que el aceite extra virgen.—Comentó sin mirarme, llevando la taza de café a sus labios con una sonrisa burlona. La miré molesto, pero no pude evitar reírme.—Te apoyo en cualquier decisión que tomes hijo.—Dijo sonriéndome con ternura. Besé su frente agradeciéndole, y finalmente me marché.

Stop Bullying - (Gay) //FINALIZADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora