Narra Hinata
La casa de la pareja de mi madre era realmente enorme. Toqué el timbre y aguardé a que me abrieran la puerta. Ayame me había invitado a cenar con ellos hacía tiempo, pero con todo lo que estaba pasando no tenía fuerzas para levantarme de la cama, pero no pude postergarlo más, y henos aquí. Luego de unos segundos mi madre me abrió la puerta, tenía su cabello recogido en un rodete y llevaba un vestido magenta mate ajustado y unos zapatos de tacón negro.
—Oh Hinata, pasa.—Dijo apartándose de la puerta, asentí y entré observando lo pintoresco que se veía todo.
Me llevó hasta lo que parecía ser una sala de estar, había tres grandes sofás para tres personas, y había una mesita de café en el medio de madera de roble, al parecer el hombre tenía dinero. El mismo estaba sentado en uno de los sofás, se levantó y me tendió su mano, era un hombre de la edad de mi padre, solo que más serio y más delgado, estaba vestido con una camisa y pantalón de vestir.
Su hijo lo imitó pero no era como su padre, estaba vestido con unos jeans ajustados que le quedaban un poco sueltos y un sweater mucho más grande que él, resaltaba sus muy marcadas sus clavículas. Me tendió su fina y huesuda mano sin mucho interés y volvió a su lugar.
—Bueno, ahora que estamos todos que tal si cenamos.—Sugirió mi madre mostrándome el comedor.
Abrí mis ojos al ver la exagerada cantidad de comida que había sobre la mesa, pero no dije nada, solo me limité a sentarme, es más, creo que lo único que había dicho hasta ahora era un "hola, un gusto"
Una vez la comida servida todos oraron, menos el chico y yo, y luego se dispusieron a comer.
—Tu madre nos ha hablado mucho sobre ti.—Comentó el señor Kazuo. Seguro que les ha hablado de mi, solo me pregunto hasta qué punto.—Espero que si decides vivir con nosotros solo no causes problemas.—Agregó mirándome y luego a su plato, me sentí ofendido y enojado, pero me dí cuenta de que aunque realmente me lo decía a mi, no era exactamente hacia mi, no del todo, pude notar al ver como mi madre levantaba la vista de su plato y miraba hacia al frente, donde se sentaba Kaito, mi hermanastro, quien parecía realmente ajeno a la conversación, cortando la carne en trozos pequeños, y luego volviendo a cortarlos.
—Solo no queremos que te hagas más daño, cariño.—Dijo mi madre siguiendo el hilo de la conversación, pero seguía mirándolo a él.—Tengo experiencia en confrontar cosas así, pero Kazuo... le costará.—Dijo.—Es decir, en caso de que llegue a pasar.
—Además que no puedes estar haciendo estúpidos berrinches a causa de eso.—Añadió una vez más Kazuo.
—Claro, vamos a preocuparnos por ti esta primera vez y luego fingiremos querernos y ser normales. También seguiremos estúpidas leyes y te juzgaremos cada vez que no las respetes.—Dijo Kaito mirándolos a ellos y luego a mi.—Bienvenido a la familia Hinata.—Sonrió falsamente antes de levantarse e irse.
Kazuo seguía comiendo como si nada, Ayame igual. Así que esta familia era de ese tipo, no había maltratos pero... no, mejor dicho, no había tratos, a nadie le importó que Kaito se haya levantado de la mesa sin comer, supongo que también existen éstas familias. No soy mal recibido aquí, es más, creo que hasta podría levantarme e ir a ver al chico o recorrer toda la casa sin obtener ninguna palabra. Pero yo ya tengo una familia.
—La cena estuvo deliciosa, pero ya debo volver.—Dije llamando la atención, Kazuo asintió y mi madre se levantó y me acompañó y hasta la puerta. Antes de salir por ella me di vuelta y la miré a los ojos.
—¿Eres feliz? ¿lo eres con él?—Ella sonrió y asintió, en sus ojos pude ver aquella felicidad que tanto me gustaba ver, cuando aún estaba Koichi. Asentí sonriendo, y esperé a que ella cerrara la puerta para irme.
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Stop Bullying - (Gay) //FINALIZADA//
Teen FictionHinata Inoue sufre abusos en la escuela a causa de su sexualidad. A parte de que no cuenta con apoyo familiar, sus padres están peleando todo el tiempo, ademas de maltratarlo física y psicológicamente. Hinata no puede más y quiere acabar con su vid...