Se arrodilló en el césped, rozó sus dedos por el grabado de su nombre, dejó unas flores y suspiró tragando saliva.
—Soy yo de nuevo... ya se cumplen diez años....
(...)
—¿Amor? ¿estás bien? se te nota algo cansado...—Dijo Emiko cuando Hayate llegaba de trabajar.
—Lo estoy cielo, quédate tranquila. Debo salir Emi, vuelvo en unas horas.—Respondió entrando a su habitación para cambiarse de ropa y salir de su casa, tomando las llaves su auto.
Han pasado diez años. Diez años desde que está con Emiko. Diez años desde que Hinata se suicidó.
Todos los años en esta fecha conduce hasta Osaka para visitar su lápida, siempre se reúne junto con Akira y con Nobu. A pesar de todo lo que pasó Nobu y él conversan sin problema alguno a diferencia de antes. Jamás volvieron a tener esa relación, él jamás podrá perdonarlo por lo de Hinata, y la verdad es que él tampoco puede.
Ellos vivieron un tiempo en Inglaterra mientras Akira hacía sus estudios. Allí mismo se casaron y adoptaron una niña, su nombre era Hana de cinco años. Se instalaron luego de que Akira se graduase en Tokio.
Emiko y Hayate tuvieron dos hijos, el más grande Shun de once, y Ran de diez. Emiko había quedado embarazada unos meses después de que salieran oficialmente, pasaron por momentos muy difíciles ya que ambos tenían dieciocho años y apenas estaban por comenzar la universidad. Hayate tuvo que salir a buscar trabajo, y al otro año vino Ran, pero para ese momento se encontraban bien económicamente, se mudaron a Shibuya, donde viven actualmente.
Ninguno de sus hijos se parecían a ellos, sino más bien a los padres de Emiko. Shun era castaño de ojos café, como la madre de Emiko, Ran tenía los ojos celestes y el cabello negro, se parecía mucho a Akane, la hermana de Emiko, hace algunos años. Shun se parecía a Hayate en cuestión de personalidad, era bastante serio y callado, solía aislarse en su habitación escuchando música, en cambio Ran es odiosa, igual que Emiko, tenía una personalidad muy fuerte, Hayate solía castigarle a menudo puesto a que les alzaba la voz y siempre quería hacer lo que quisiese.
Emiko era enfermera en un hospital cerca su casa, Hayate abandonó sus estudios un poco después de que naciera Shun, puesto que pensaba que podrían con todo pero ciertamente, el ser bibliotecario no le daría mucho dinero. Gracias a un amigo entró trabajando en un taller, actualmente sigue trabajando en el.
Hace algunos años que no ve a su familia, excepto a su padre. Kao nunca estaba casa vez que iba, ella lo odia por lo de Hinata, Kasumi y Rokuro simplemente no hablan del tema, pero ha oído a su madre llorar algunas veces preguntándose por qué las cosas tuvieron que terminar de esa forma. Tras eso nunca más volvió a casa, han pasado ocho años. Con su padre se ven todos lo fines de semana, él tampoco habló sobre el tema de Hinata.
Con respecto a los padres de Hinata, su padre falleció por sobredosis de drogas hace algunos siete años, fue la idea de su madre enterrarlo en Osaka, tiene una hija con su marido les va bien.
Kaito también salió adelante y vive con su pareja en el extranjero.
Tras estar unas horas viajando llegó al cementerio y se baja del auto. Caminó buscando la lápida de Hinata. Se arrodilló en el césped, rozó sus dedos por el grabado de su nombre, dejó unas flores y suspiró tragando saliva.
—Soy yo de nuevo... ya se cumplen diez años.... Hinata...—Soltó un suspiro.
Emiko le dice que lo supere, que han paso diez años, que ya tiene veintiocho, que ya es tiempo que deje de venir, pero no puede.—No tengo mucho para contarte, nos va igual que siempre ya sabes, aburrido. Hace tiempo que no veo a Nobu y Akira, pero tranquilo, ellos también lo están haciendo bien...
Le entró un fuerte dolor en el pecho y un cosquilleo en la nariz, y sabe que está por llorar.—Te extraño demasiado... nunca podré perdonarme por lo que pasó, Emiko es insoportable pero no es mala, aun así, si pudiera volver en el tiempo para estar contigo... créeme que sueño con algún día poder estar de nuevo contigo. Nunca entenderé que se había pasado en mi estúpida cabeza de adolescente haberte dicho aquellas cosas tan crueles, jamás entenderé por qué te dejé...
Se limpió algunas lágrimas que seguían bajando por sus mejillas.—Ya debo irme... volveré el año que viene o en algunos meses, depende de cuanto te extrañe, si es por mi vendría todo los días. Te amo Hinata...—Se levantó y se dirigió a la salida.
Por estar mirando hacia abajo chocó con un chico de cabellos claros y ojos azules, se disculpó y subió a mi auto, para volver a su aburrida vida en Shibuya.
Ama a su familia. Estoy muy arrepentido por lo que pasó, porque si bien Hinata tomó la decisión de acabar con su vida, él también contribuyó en eso. Sí se arrepiente de haberlo dejado, pero más de las cosas horribles que le dijo, porque seguramente se hubiese cansado de Emiko y estado de nuevo con él, pero jamás podrá retirar aquellas palabras que tanto lo dañaron.
—Escucha, vivimos en un mundo lleno de intolerancia y es algo que jamás podremos cambiar, pero si podemos hacer una diferencia y ser nosotros quienes cambiemos. Aprender a ser tolerantes, y a respetar a los demás, a no juzgar sin conocer y aceptar que todos somos diferentes ya que ser diferentes está bien porque todos lo somos.
Porque si bien la vida de Hinata terminó en parte su culpa, esto empezó desde que se cambió a la escuela donde iba, lleno de personas intolerantes y cerradas de mente.
—Pero tu, que estás escuchando, tu que cometiste errores y tienes tiempo de aprender de ellos, nunca, por nada del mundo juzgues a alguien sin conocer. No empezar el bullying por más desacuerdo que tengas con esa personas, porque ahí es dónde comienza todo. Y a ti que no lo haces sino lo sufres, siempre hay una nuevo oportunidad de hacer las cosas... espero que esto te sirva, así no tendrás que vivir arrepentido el resto de tu vidas...
(...)
—¿Y bien? ¿que piensas de esto? Hinata...
—¿Porque me muestras esto? ¿Koichi...?
—Tu decides hermano, si intentarlo una vez más... o dejar que el futuro se convierta en esto...
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Stop Bullying - (Gay) //FINALIZADA//
Fiksi RemajaHinata Inoue sufre abusos en la escuela a causa de su sexualidad. A parte de que no cuenta con apoyo familiar, sus padres están peleando todo el tiempo, ademas de maltratarlo física y psicológicamente. Hinata no puede más y quiere acabar con su vid...