INTOXICATED [BRAHMS HEELSHIRE X TÚ]

The Boy With Green Eyes

Hola!! Aqui les dejo otro capítulo, ojalá les guste, me costo mucho escribirlo porque es diferente a lo que suelo escribir y Brahms es un personaje peculiar. Ojalá les guste. Gracias por sus lecturas, votos y comentarios, siempre les digo, significan mucho para mí. En mi mente Brahms tiene ojos verdes, no se si sea el color real, pero nee a mi me gusta así.

Besos!

Mientras tu instinto te urgía a salir corriendo y tratar de salvar tu vida, tu cuerpo no podía moverse, parecía estar clavado en el suelo, la adrenalina corría por tus venas y aún así estabas petrificada, el silencio después de tu pregunta se te hizo larguísimo, todo parecía estar en cámara lenta.

No te animaste a decir nada más, sabías que no necesitabas escuchar la respuesta, el hombre tras de ti no contestó nada, el aire se llenó de un terrible olor de humedad, sudor y sangre seca, era aterrador, era el olor a muerte.

Sin poder contenerlo tu cuerpo empezó a temblar, de repente parecía que el aire a tu alrededor había descendido varios grados, las palmas de tus manos estaban heladas, tus piernas apenas y podían sostenerte, todo tu ser parecía estar aceptando su destino. Estabas demasiado aterrada,  no querías darte la vuelta, no querías enfrentar el oscuro secreto que había estado escondido justo detrás de las paredes, no querías ver al hombre que te había estado acechando dentro de esa casa.

Tu mente se debatía en simplemente dejarse llevar, pero tu espíritu, la pasión por todo lo que todavía te quedaba por vivir se aferraba, se rehusaba a aceptar ese como tu triste final. Utilizando toda la fuerza de voluntad que pudiste reunir, te armaste de algo de valor y te giraste, lenta y cautelosamente.

La sombra que cubría tu espalda ahora cubría tu semblante, fue difícil enfocar al sujeto frente a ti, pero cuando tus ojos se acostumbraron a la oscuridad, pudiste distinguirlo entre la penumbra que bañaba su cuerpo, contuviste un grito, uno de horror.

El hombre llevaba una máscara con un parecido alarmante al horroroso muñeco y un cabello ensortijado negro azabache le caía sobre la cara rígida y blanquecina, su figura era monumental en comparación con la tuya, podía partirte en dos si así lo deseaba de eso no tenías dudas. Su piel brillaba ligeramente en de sudor y podías ver el vello sobresalir por debajo de la porcelana, su ropa era antigua, mugrienta y llena de sangre. Él era todo eso que siempre te dicen que tienes que evitar, era el peligro personificado.

No supiste exactamente cuanto tiempo estuviste ahí de pie, frente a él, pero te pareció una eternidad. El miedo no te dejaba pensar con claridad y al no ser capaz de ver sus expresiones, no podías determinar si el desconocido planeaba matarte, dejarte ir o alguna otra barbaridad, en donde debían estar sus ojos solo podías ver dos agujeros oscuros y terroríficos.

Un relámpago subido y ensordecedor te sacó pensamientos y viste que el hombre se acercaba lentamente, tus uñas se clavaron instintivamente en la puerta tras de ti en un intento inútil de abrirla, pero no había forma, esa ya no era tu vía de escape.

Tu cuerpo se preparó para lo peor.

—No te vayas linda __________ —dijo el hombre en lo que debió ser una voz grave, pero en su lugar era la de un niño pequeño.

Los vellos de tu espalda se erizaron de inmediato y tus pies por fin tuvieron la resolución de moverse para salir de ahí, esquivaste el agarre de la horrenda criatura por apenas unos centímetros y te lanzaste a correr por el pasillo, absolutamente atemorizada de lo que acabas de escuchar.

La respiración agitada de Brahms se escuchaba cada vez más cerca, subiste los escalones desesperada, sintiendo de inmediato que te perseguía, era demasiado rápido y tú aún te sentías aturdida del golpe en la cabeza.