INTOXICATED [BRAHMS HEELSHIRE X TÚ]

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¡Hola de nuevo!! Aquí un nuevo capítulo ojalá les guste!

Muchas gracias por sus comentarios y sus votos! De verdad me hace muy feliz ver que disfrutan de esta humilde historia, que por cierto ya pasamos las 100,000 palabras! jamás había escrito algo tan largo! Son algo así como 220 páginas en Baskerville 11 xD es todo un récord para mi! Y no hubiera llegado tan lejos sin su apoyo, de verdad muchas gracias!!

PD.1 La fotito de la portada es una habitación real del Castillo Craigdarroch, la mansión original de la película, esta es la nueva habitación de Brahms y la rayis, se me hace más bonita que la otra xD

PD. 2 En mis tiempos cuando empecé a escribir fics xD (hace uuhhh un buen) era normal agregar canciones y así a las historias, así que he estado recopilando algunas de las que escucho mientras escribo los capítulos, si quieren checarla les dejo el link de Spotify :)

https://open.spotify.com/playlist/0XFSmlFIy572firERVd6Ld?si=B_O1LSHVQAOKbWUOz8vFvQ

Nota: me acabo de enterar que los links externos solo funcionan en la version web de Wattpad :(

Les mando un fuerte abrazo!! Las quiero mucho!

I

—Brahms, te juro por dios que ya buscaste en esa sección... —soltaste exasperada haciendo círculos con tus dedos sobre tus sienes— En verdad te creo cuando dices que ese libro es un deleite para las ojos, pero debemos dormir... —agregaste con una mueca, viendo como el pelinegro no tenía ninguna intención en detenerse.

A decir verdad estabas algo molesta, después de un suave y dulce intercambio de besos, por alguna razón salió el tema de los cuentos de hadas, del gato con botas, de la bella y la bestia y la princesa y el guisante, fue entonces que la mirada de Brahms se iluminó, como si hubiera tenido una revelación, como si la información más valiosa del mundo hubiera caído por fin en su mente.

Brahms se había puesto de pie dejando caer un par de envolturas en el proceso (e interrumpiendo el agradable y sensual momento) y salió disparado de la que solía ser tu habitación por la entrada secreta del armario, le habías gritado varias veces, pero no fue hasta que llegaron a su guarida que te explicó que sucedía, al parecer había recordado un libro de cuentos o una antología, no recordaba bien, pero lo que si era un hecho es que eran sus libros favoritos cuando era niño y según él, contenía las más bellas láminas ilustrativas dignas de un museo. Desde entonces (y sospechabas que se debía a la absurda cantidad de azúcar que el ojiverde había ingerido) no habían parado de buscar los dichosos libros verdes, habían recorrido sus escondites, incluyendo el mundo de libros debajo de su cama, la biblioteca, el estudio y ahora observabas como se balanceaba peligrosamente en la cima del monumental librero en la habitación que conducía al invernadero.