Hope in Hell

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Hola!! Aquí un nuevo capítulo, lamento mucho la demora, infinitas gracias por su comprensión y sus palabras tan hermosas significan mucho para mi, LES MANDO UN FUERTE ABRAZO Y UN BESO!!

Al parecer esto de la pandemia ya va mejor en mi país y eso me ha hecho sentir mucho mejor, estoy muy emocionada por lo que viene en la historia.

Me disculpo infinitamente por no contestar todos lo comentarios, haré posible por responder algunos más, no piensen por nada del mundo que las ignoro, les juro que no es al propósito.

También he estado leyendo los capítulos anteriores y he notado algunas inconsistencias en la historia, hasta ahora creo yo no es nada grave, pero si es necesario hágamelo saber si algo no cuadra en alguno de los capítulos, con confianza haré las correcciones.

Espero que les guste este capítulo y los que vienen.

Las quiero mucho!!

Besos!!





I

Hubo un silencio sepulcral, uno donde ni siquiera podías percibir el aire golpeando los cristales o la casa crujiendo como siempre, Brahms te miró, su rostro aún medio oculto entre la sombra del pasillo, su expresión era de completa incredulidad, como si le hubieras comunicado cualquier secreto del universo.

—¿Yo? — dijo en un susurro—. ¿Salir de aquí?

Su sorpresa era comprensible, pero al mismo tiempo podías ver como, hace años seguramente, la idea de abandonar esa mansión había desaparecido de su mente, era verdad, él era un asesino, pero de la misma forma sus padres amasaban una cantidad absurda de dinero, lo habías sabido desde que el abogado te había vendido la casa meses atrás, fortuna que por supuesto habría sido de ayuda para ayudar a Brahms a salir de ahí. La decisión de sus padres de mantener al ojiverde escondido entre las paredes seguramente había perdido fuerza y al final podías imaginar que era él quien les prohibía dejar ese lugar rotundamente.

Los carceleros se habían vuelto presos cuando Brahms se convirtió en aquella desalmada bestia que casi terminó con tu vida meses atrás.

Sus ojos verdes se perdieron en la nada y pasados unos segundos te enfocó de nuevo, había irritación en su rostro, verdadero desconcierto por tu comentario.

—No —dijo el pelinegro secamente—. No he dejado este lugar en años... —agregó con un susurro.

Podías ver que su mente estaba lejos de ahí, muy posiblemente en el día en el que había sido confinado a ese lugar, después de que se quemara la mitad de su rostro.

Lo miraste preocupada pero no insististe más, ya pedías demasiado con esperar de él una actitud "normal" pero hacerlo abandonar ese sitio, eso solo podía ser bajo circunstancias especiales e imperativas.

Su mano se estiró hacía ti, podías ver qué estaba visiblemente consternado, por la conversación que habían tenido y por la petición que le habías hecho.

—La llave... —dijo con tono críptico, sabías que se refería a la del armario de la cocina y se la entregaste sin más. El ojiverde se dio la vuelta y viste su sombra desaparecer.

Tu corazón se contrajo un poco, recordabas lo normal que había sido todo mientras comían esos dulces e incluso mientras buscaban el famoso libro, después todo se había resumido en el sótano prohibido y un desconocido amenazado tú bienestar junto con el de Brahms.

INTOXICATED [BRAHMS HEELSHIRE X TÚ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora