INTOXICATED [BRAHMS HEELSHIRE X TÚ]

Tears

Hola! Aquí les traigo otra parte de mi historia. Ojalá les guste! 

Muchas gracias por todo su apoyo! nunca pensé que esta historia fuera a ser del agrado de alguien! En verdad me animan mucho a continuar! Lamento mucho la espera pero hay veces que mi cabeza no me da para escribir a Brahms, es un personaje tan cambiante, tan repentino, escribí este capitulo dos veces porque no terminaba de gustarme. Les puedo decir que esta historia es como a fuego lento, trato de que la relación de los personajes sea lo más acercada a la realidad, vamos que no te enamoras de un personaje con problemas mentales a la primera xD. En verdad espero que disfruten el cap, y una disculpa si es corto pero estoy escribiendo por capitulos y no se que tan largos son hasta que ya he plasmado la idea. Besos!

Como engranes que se atascan en una maquina, tu cerebro se detuvo en seco, casi podrías decir que se quedó en blanco.

"A mi" Había dicho Brahms y de inmediato te diste cuenta de lo que estaba pidiendo.

—No... —susurraste llena de horror. No estabas dispuesta a acercarte tanto a ese hombre, su sola presencia te asqueaba, ni siquiera podías imaginar tocarlo con tus labios.

—Beso de buenas noches... —volvió a decir, en un tono en el que te dejaba saber que no quería repetirlo de nuevo.

Gracias a la luz de la lamparilla de noche pudiste ver el esmeralda de sus ojos brillar con impaciencia.

—Por favor —hablaste con la voz ronca— Sólo déjame ir... —pediste sintiendo tanto tus piernas como tu determinación perder fuerza.

Sabías perfectamente que desobedecer te traería muchos problemas, pero tu mente estaba cansada, el encuentro con la oficial y el intento de escape había quebrado tu espíritu de nueva cuenta.

—Dijiste que ibas a cuidarme linda ___________ —dijo la voz infantil.

Brahms estaba apenas a unos centímetros de tu rostro.

Cerraste los ojos tratando de armarte de valor pero tu alma se resistía, tu cuerpo ya no quería seguir ordenes. El hombre se acercó más a ti y pudiste sentir levemente el calor de su respiración en tu mejilla.

Repentinamente tomó tu rostro desde la barbilla y entraste en pánico al instante empujándolo con tus manos y golpeándolo en el estómago con furia.

Te sorprendiste al ver que cayó de rodillas al instante y soltó varios quejidos de dolor, sabías que no lo habías golpeado con la fuerza suficiente como para hacerle daño, pero no te quedaste para ver la razón por la cual tu golpe lo había doblegado de esa manera.

Saltaste su cuerpo y te echaste a correr fuera de la habitación por el pasillo color salmón camino a las escaleras, no quisiste mirar atrás mientras bajabas con desesperación los escalones de madera haciéndolos crujir con cada paso.

Pasaste de largo por la terrorífica pintura de los Heelshire, podías ver la chimenea al fondo de las escaleras, estabas tan cerca, apenas habías llegado al descanso del primer piso sentiste tus pies atorarse con la alfombra...

Aunque quisiste sostenerte de algo tus manos solo se movieron en el aire y después de sentir tu cuerpo volar varios metros, te invadió el agudo dolor del filo de los escalones por todo tu ser hasta que tu rostro impactó con el suelo, lo último que pudiste ver fue la gran puerta de madera al final del pasillo.

Pinchazos y dolor en todo tu cuerpo fueron sacándote de la oscuridad lentamente, tu cabeza daba vueltas y la luz de afuera te lastimaba los ojos, era la segunda vez que te despertabas así, y por dentro esperabas que no se hiciera una costumbre, todo de repente te pareció un Deja Vu de la mañana siguiente en la que te encontraste por primera vez con Brahms.