Rules

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Hola de nuevo! Aquí les traigo un nuevo cap, debo decir que escribir a Brahms es un deleite lo disfruto tanto :3 espero les guste! gracias por todo!!

Besos!




















El tiempo en tu habitación se había convertido en un limbo, no sabías si pasaban horas o minutos, Brahms te había dejado atada en la cama, la soga comenzaba a hacer estragos en tu piel y tenías hambre.

Esa mañana había dejado claras sus intenciones, había puesto al muñeco de porcelana en la silla a un lado de la puerta y no se lo llevó cuando salió de ahí, dejó a sus verdes ojos vigilándote, tratabas de no verlo pero sentías su presencia, el recordatorio de todas las amenazas que su versión de carne y hueso te había hecho.

Tus labios estaban secos y partidos, cada centímetro de tu cuerpo dolía a causa de la persecución de la noche anterior y tu garganta ardía en consecuencia del intento de estrangulamiento, todo tu ser estaba deshecho.

Tal vez lentamente tu mente comenzaba a aceptar la situación o tal vez te habías quedado sin lagrimas, pero por fin habías dejado de llorar y de nueva cuenta tomaste la decisión de no darte por vencida, por más oscuro que fuera el camino, siempre habías encontrado la luz. 

Sacudiste los recuerdos tristes de tu mente y con las manos atadas te quitaste la maraña de cabello de la cara, afuera podías percibir un leve tono naranja en el cielo, era el atardecer, habías pasado todo el día ahí encerrada. Después de la terrible tormenta del día anterior rezabas porque al menos no pasara lo mismo esa noche.

Hubo un crujido proveniente de la puerta de tu armario y a pesar de que tu corazón de inmediato se aceleró, ya sabías lo que venía, aún no tenías claro porque Brahms te había dejado ahí, pero suponías que decidió esperar a que te calmaras o a que te resignaras, lo que sucediera primero.

Su sombra se dibujó con la tenue luz anaranjada que estaba por extinguirse, recogiste las piernas por instinto y aunque hubieras querido tragar saliva tu boca estaba completamente seca.

Brahms se acercó al interruptor de luz y tus pupilas se quejaron al instante haciendo tus ojos arder, debían estar rojos e hinchados de tanto llorar. Inmóvil lo viste pasearse por la habitación, su rostro cubierto por la máscara reparada iba y venía, no sabías si buscando algo o considerando la idea de liberarte, en verdad esperabas que fuera la segunda.

Súbitamente se abalanzó sobre la cama haciéndote ahogar un grito.

Ya habían pasado por esa situación en la mañana, él había dejado claro que no iba a dejarte ir, tú sabías que no podías estar ahí amarrada para siempre.

Sus salvajes ojos te miraron a través de los oscuros agujeros, su respiración chocaba contra la máscara, usaba la misma ropa cubierta de sangre y su cabello estaba humedecido por el sudor. Todo en él aseguraba una muerte segura sí se le desafiaba pero tú no habías llegado tan lejos solo para perecer en las manos de un maniático.

Tu primera resolución fue acostumbrarte a las miradas mordaces ya que eran su forma primordial de amenazarte.  Brahms no se movía ni un centímetro, sus dos manos descasaban sobre la cama a cada lado de tu cuerpo y la máscara apenas a unos treinta centímetros de tu rostro, por dentro te morías de miedo pero si querías sobrevivir tendrías que ser fuerte.

Ninguno de los dos parpadeo por al menos un minuto hasta que el hombre se hizo hacía atrás y te escudriño por otros dos minutos, en los cuales no te atreviste a desviar la mirada.

—¿Vas a cuidarme,  verdad linda? —escuchaste la voz de niño decir una vez más, contuviste el aliento tratando de parecer indiferente al hecho de que un tono así saliera de un hombre de 30 años, tus ojos quisieron soltarse a llorar pero apretaste ligeramente los puños, negándote a ti misma la opción de verte débil una vez más, aunque no sabías por cuanto tiempo podrías mantener la fachada.

INTOXICATED [BRAHMS HEELSHIRE X TÚ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora