Conclusión: Estamos Enamorados [Honeyworks One-shots]

~{Souta x Akari}~

Yuri [X] 

Shojo [O]

Yaoi [X]

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~{¡Buenos días, Hayasaka!}~

-Hina, ¿estás segura en serio de esto?- preguntó el chico de ojos dorados a su amiga con una expresión insegura. Ella simplemente asintió con una sonrisa divertida y le dió unas cuantas palmaditas en el hombro.

-No te preocupes, Mochita, estoy segura de que luego de esta idea Hayasaka caerá rendida a tus pies~

- E-está bien... pero si esto llega a fallar le diré a Yukki que cambiaste de lugar con Nacchan, Haruki y conmigo para podr estar más cerca de él en la ceremonia de entrada.

- ¡M-me voy a asegurar de que funcione!- respondió la menor un poco más angustiada y se dirigió hacia el cajón de sus zapatos en la entrada de la escuela.- ¡Nos vemos, Mochita!

-¡Nos vemos, Hina!

Souta apretó la carta que tenía en sus manos con algo de fuerza pero con cuidado de no arruinarla. Lo que acontecía era que ambos amigos de la infancia  habían tratado de idear un plan para acercarse a sus amores platónicos, Souta por su parte le había prometido que le hablaría bien de ella a Koyuki Ayase, su amigo y enamorado de la chica de ojos violeta; mientras que Hina pensó en que el castaño escribiera unas pequeñas cartas que podría llevar a Akari Hayasaka para poder expresarle sus sentimientos poco a poco a poco sin tener que afrontar los nervios de hablarle a la cara.

Ya era por la mañana y algunos estudiantes no habían llegado. Para la suerte de Mochita, el escritorio de la pelimorada estaba vacío así que pudo acercarse para depositar la carta.

Estaba nervioso, un cuatrillón de veces más de los que normalmente estaba en presencia de la dulce chica de cabellos púrpuras, sentía cómo su mano temblaba al sentir que el papel calló en el centro del escritorio. Había repasado mil veces en su mente lo que tenía escrito en esa carta.

"¡Buenos días, Hayasaka

No me puedo presentar bien, pero puedes llamarme "M" y escribí esta carta por que me daba demasiada vergüenza hablarte en persona pero no podía quedarme callado si este será nuestro último año aquí.

La verdad es que tú me gustas mucho, desde el primer año en la Sakuragaoka que estuvimos juntos, pero nunca tuve el valor de decirlo, e incluso ahora tuve que escribirlo en vez de decírtelo a la cara.

Sé que es tonto y probablemente digas que no, pero...

¿Me dejarías seguir hablándote por cartas?

Si es así, por favor deja tu respuesta en el armario del salón.

Con cariño, M."

La mayor parte de la carta la había escrito Hina luego de haber escuchado su historia con lujo de detalles, añadiendo sus expresiones románticas tan características, pero que expresaban tan bien lo que sentía que no cambió una sola palabra.

Cuando estaba a punto de volver a su lugar, una curiosa y conocida voz lo llamó.

—Mochizuki, ¿qué es eso que dejaste en mi escritorio?— habló la joven aludida en aquel escrito con bastante intriga. Su inocente mente pensaba que podría ser algún examen que entregaban de vuelta o una nota académica, pero la reacción del chico no iba acorde a sus pensamientos. Souta se había alterado y alcanzó a murmurar un par de incoherencias antes de huir de la escena, sonrojado hasta donde más se podía, eso sí, dejando la carta aún frente a su compañera.

Por el resto del día estuvo preocupado  tratando de evadir a la chica que tanto quería, en el receso se aseguró de alejarse del lugar que sabía que ella frecuentaba y de llegar segundos antes que el maestro para que fuese sólo cuestión de llegar y preparar sus materiales, sin poder hablar con nadie.

Luego de unas dos o tres clases más que pasaron como un chispazo, prosiguió con su plan y salió del salón lo más rápido posible, ya que ese día los clubes aún no estaban activos. Al cruzar la entrada, la extraña sensación de un fino toque tanteando su hombro llamó su atención.

Volteó esperando no encontrar a nadie y que hubiese sido su imaginación, pero frente a él se encontraba ahora la dulce figura de Akari Hayasaka, sonriendo con una expresión que fácilmente hubiera podido causarle un paro cardíaco por sobredosis de emoción.

—Buenas tardes, Mochizuki. — dijo con un brillo cálido en sus ojos rojizos mientras con ambas manos le entregaba una carta.

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Éste iba a ser el primer OS que iba a publicar como una especie de 'muestra' pero nunca la terminé xd. Venía con un dibujito muy cringy de cuando no sabía usar el Sai pero por el bien de su salud ocular, lo borré ;-;