Conclusión: Estamos Enamorados [Honeyworks One-shots]

~{Natsukoi x Mona}~

¿Recuerdan lo que dije hace unos capítulos sobre Monne? Apliquen lo mismo para Natsukoi

Advertencia: Lenguaje fuerte, más de lo normal.

Yuri [X]

Shojo [O]

Yaoi [X]

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~{¿A dónde vas?}~

Ya habían pasado unos nueve u ocho días desde la gran discusión entre Natsukoi Enomoto y Mona Narumi. Los gritos aún resonaban en la cabeza de la chica desde lo más profundo de sus recuerdos, y no exactamente de una manera agradable.

<<¡No tengo que escuchar tus estupideces, maldito aborto fallido!>>

<<¡Entonces lárgate, perra egocéntrica!>>

<<¡Miren quién habla! Cállate, hijo de puta.>>>

Un escalofrío le recorrió el espinazo, lo que en ese momento había soltado con toda la rabia del caso, ahora eran balas que se disparaba a sí misma. El caso es que ahí estaba, justo frente a la casa de la familia Enomoto, con una bufanda que ella misma había aprendido a tejer, y, por más que le doliera, los números de teléfono de Yuuri Somoya y Aizuu Shibasaki. Esperando que eso fuese suficiente para complementar su disculpa sincera de forma física, se dirigió hacia el timbre de aquella casa, pero antes de poder hacer que sonase, la puerta se abrió revelando la figura de la hermana de la persona a la cual buscaba.

No se veía normal y eso se notaba a simple vista. Traía puesto un vestido negro hasta la rodilla junto con unas medias y tacones bajos de igual color. En su cabeza se alzaba un broche de flores oscuras del que colgaba un pequeño velo que cubría parte de sus ojos, pero en vez de alzar su cabello en su clásico rodete, lo tenía en tres coletas bajas, cosa que era poco usual en ella. Apenas vio a Mona ahí en su pórtico, con ropas coloridas y una bolsa de regalo en sus manos, no pudo evitar soltar el ramillete de flores que cargaba y cambiar su expresión deprimida a una furibunda.

-¡¿Qué mierda haces tú aquí?!- exclamó en un grito que fácilmente hubiera podido llegar hasta la casa de los Setoguchi, pero que de todos modos aturdió bastante a la rubia frente a ella.

-¿Nacchan, por qué gritas así? Yo sólo vine a hablar con Natsukoi...- apenas mencionó el nombre del chico, la mayor se alteró hasta el punto de apretar sus puños y bajar la cabeza.

-¿Vienes... a... hablarle...?- murmuró bajo, antes de levantar su mano izquierda con rapidez y bajarla para darle un fuerte golpe a la recién llegada en la cara, dejándole una marca bastante notoria.-¿¡Vienes a hablarle a mi hermano luego de todo lo que le causaste!? ¡Eres una maldita perra!

-¿Qué pasa contigo, Natsuki? ¿Por qué estás actuando como una loca desesperada?- su ignorancia sobre la situación la llevó al punto en el que estaba temblando, no sólo de la rabia, sino también por las lágrimas que empezaban a aparecerse en sus ojos sin que ella quisiera, demostrando de nuevo su debilidad.

-¿Que qué me pasa?- susurró de nuevo, ésta vez apretando su falda entre sus dedos.- Mi hermano está muerto. Natsukoi murió de Hanahaki.

-¿Hana...haki?

Mona frenó todo lo que estaba por decir y simplemente cayó le rodillas al suelo. ¿De verdad Natsukoi había muerto por su culpa? ¿Por esa razón? Lo recordaba bien, la vez que su hermana mayor le había hablado sobre aquella brutal enfermedad.

"Hanahaki: es una enfermedad conocida por hacer que el enfermo tosa una mezcla de sangre y pétalos de flores frecuentemente. Se puede tratar en un hospital por unos días, pero sólo hay una persona que puede curarlo, ya que el Hanahaki es causado por un amor no correspondido..."

-Si me disculpas, me voy a su funeral.- ignorando completamente le hecho de que la mente de su amiga se estaba rompiendo, Natsuki emprendió camino hacia dicho lugar luego de limpiar sus lágrimas, apretando el ramillete de flores en sus manos.

Y Narumi quedó allí, de rodillas en el pórtico, con sus manos sobre el suelo, pero sin hacer más movimientos fuera de temblar. Todos los recuerdos que había pasado con aquel chico se repitieron en su mente como si fueran escenas raídas de una película antigua. Las gotas de llanto salado no tardaron en caer en el piso y en sus rodillas, pero ya ni era conciente de eso cuando la última vez que vio al chico volvió a su memoria de la forma más clara posible.

Un espasmo llegó a su garganta, picaba bastante, cosa que terminó en una tos ahogada a la par de su llanto. Hubiera podido ser una reacción natural, peor ahora en vez de haber lágrimas en el suelo y en ella misma, había sangre. Abrió los ojos aterrada, miró lo que acababa de salir de su boca y al no poder siquiera hablar, simplemente lo observó atónita.

Justo ahí frente a ella había un pétalo amarillo...

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Pedido por @___honeymonne :D

Ah siento que los últimos han sido demasiado sad ;-; El siguiente va a ser más ligero xd