~{Koyuki x Aizou}~

70 7 18
                                    

-Sempai~- dijo el menor de los Shibasaki hacia el mayor con una sonrisa pícara desde detrás del sofá. 

-¿Eh...?- Koyuki se giró hacia esa dirección algo adormilado, pues como estaba a punto de dormirse gracias a la medicina que tomó para la gripe, una medicina nueva que prometía curar rápidamente ésta con sólo dos días en casa.  Luego de mirarlo por unos cuantos segundos sin reaccionar, sonrió de una manera cálida hacia el rubio, cosa que le extrañó en algo.- Ah, Shibasaki está también en mi sueño~

-Yo sé que soy el chico de tus sueños, sempai, pero no sabía que lo ibas a decir así.- al comenzo su tono fué en broma, pero al ver que el albino no cambiaba de expresión comenzó a extrañarse.- Ehh... ¿Está todo bien?

-Sí, claro, siempre quise soñar algo como esto...- en ese momento Aizou estaba bastante confundido por lo que había escuchado, definitivamente así no era como su sempai actuaba con él. Le dió la vuelta al sofá para poder verlo más de cerca, pero éste se comenzó a acercar con una mirada un poco somnolienta.- Si es un sueño... ¿Será que puedo llamarte por tu nombre, Aizou?

En ese momento, el mencionado no pudo evitar sentir cómo su corazón se aceleró por aquellas palabras, pues era la primera vez que le llamaban por su nombre de pila, pero de todas formas captó toda la situación con ese mismo diálogo.

Ayase creía que estaba soñando.

No sabía cómo reaccionar ante eso, estaba algo nervioso y algo feliz por lo cerca que estaba, pero al mismo tiempo no quería hacer parecer que se estaba aprovechando de su estado. Estaba a punto de tocar su frente para ver si tenía fiebre pero en ese instante el mayor lo abrazó con dulzura, haciéndolo sonrojar violentamente. Luego de unos segundos, inconcientemente correspondió su abrazo.

-¿Sabes? Me gusta mucho estar contigo, Aizou...- dijo con un tono calmado.

-S-sempai...  ¿De... de verdad está todo bien?

- Claro, no podría estar mejor... qué bien que aquí no soy tan tímido.- Shibasaki no podía estar más abrumado por sus alrededores, realemnte disfrutaba el hecho de que su amado no actuara tan tímidamente con él, pero temía que algo malo fuera a pasar. Sin aviso alguno, Koyuki rompió el abrazo y lo miró a los ojos.

-Supongo que si es un sueño, podría intentar...- a medida que hablaba, acercaba más su rostro al del menor con obvias intenciones de besarlo.

"¿Sabes qué? Al demonio, un beso no haría nada malo, y seguramente van a pasar como mil años hasta que él vuelva a actuar... a-así..."

Pensó el de ojos ámbas mientras cerraba de a poco sus ojos hasta sentir algo suave sobre sus labios, para seguir ese beso que, siendo sincero, estaba esperando desde que salió de su casa. Mientras lo hacía, Ayase tomó sus manos y las entrelazó con las suyas, dejando un poco perplejo al rubio, pero aún así, feliz de que finalmente tomase la iniciativa. Justo cuando ambos pensaron que el beso estaba a punto de volverse más intenso, el albino calló dormido en el sofá, casi como si estuviera inconciente.

-¡Sempai!- exclamó preocupado el menor mientras trataba de hacerlo reaccionar, pero se calmó un poco al notar que simplemente se había dormido. Notó que al lado de sofá, en la mesa de café había una caja de un medicamento junto con una receta que con una letra desastrosa y casi ilegible decía.

__________________

Efectos secundarios: Dolor de cabeza, fiebre, delirio y sueño repentino y aleatorio.

__________________

Eso explicaba todo, junto con unas aspirinas y un termómetro que estaban junto a la caja. Ya tranquilo, Aizou se limitó a acomodar a Koyuki en el sofá, ponerle el abrigo que tenía puesto como manta y usar su celular mientras éste descansaba, aunque en el fondo se moría de ganas de ver la reacción de su amado al hecho de que todo lo que pasó en realidad no fue un sueño.

¿O sí?

__________________________

Ya ni me acuerdo quién lo pidió pero ahí está, por si alguien lo quiere(?

__________________________

Extra:

-Señor Somoya ¿Por qué no ha llegado el señor Shibasaki?

-Ay ¿Qué sé yo? Dijo que tenía algo importante para hacer, pero no creo que haya algo más importante que un ensayo.

-¿Ha intentado llamarlo?

-¡Obviamente! No soy idiota, pero no contesta las llamadas.

-Bueno, suerte que aún faltan un par de meses para el lanzamiento de su próximo vídeo.

-Sí, sí, como sea, pásame el teléfono, voy a llamarle a Suzumi entonces...

Conclusión: Estamos Enamorados [Honeyworks One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora