Capítulo 15. Conflicto.

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En el D.E.O todavía se preguntaban cómo demonios las cámaras de seguridad de la sala de interrogatorios habían dejado de grabar justo cuando los detenidos escapaban. Winn se devanaba los sesos intentando descubrir qué había pasado con aquellos dos hombres a los que no habían podido identificar. Ni jugar con las pistolas que tan cuidadosamente guardaba en el cajón de su escritorio lograba disminuir su frustración.

-Alex -gritó para llamar la atención de la pelirroja, la cual hojeaba unos folios en el puesto de mandos-. Alex -repitió rompiendo la concentración de la agente y ganándose una mirada malhumorada.

-¿Qué? -cuestionó con hastío.

-Todo esto no tiene sentido, Es imposible que se hayan evaporado. Imposible. No dejo de darle vueltas y sigo sin tener nada claro -posó la pistola en encima de su mesa con desgana.

-No sé qué quieres que te diga, la verdad.

-Alex, yo estoy tan furioso como tú, pero no sirve de nada que frunzas el ceño. Y por mucho que me mires así no vas a conseguir matarme. Espero. Visto lo visto, puede pasar cualquier cosa -una sonrisa nerviosa curvó sus labios-. ¡Oh, venga! Sólo era una...

-Tienes razón. Todo escapa a la lógica humana -respondió sin mudar el gesto-. Y que las cámaras no estuvieran grabando tampoco ayuda, precisamente -recalcó la última palabra con sorna-, pero, claro, alguien se olvidó de revisar el sistema, tal y como yo le dije que hiciera.

-Agente Danvers, discutir no nos va a ayudar a encontrar a esos hombres.

La voz firme de J'onn apareció en escena intentando aplacar los ánimos.

-He decidido convocar una reunión urgente. Necesitamos toda la información posible. Alex, quiero que busques un lugar neutral.

-¿Qué? ¿Un lugar neutral?

-Sí. A la reunión asistirán los mejores agentes de la D.E.O. y...

-No -gritó Alex, viendo por donde iban los tiros.

-Lena Luthor.

-¿Qué? -dijo Winn con la cara desencajada. Tal era su desconcierto que no dudó en pellizcarse para comprobar que no estaba soñado. La rojez en su brazo le dejó aún más confuso.

-También quiero que estén presentes Supergirl, la agente Sawyer y Mawxwell Lord. Cualquier ayuda es poca.

-No creo que sea buena idea.

-Si en menos de diez minutos logras decirme el paradero de esos dos hombres estaré encantado de anular la reunión. Me hace tanta gracia como a ti. Pero, está claro que han utilizado algún tipo de tecnología para escapar. Esto es serio. Tenemos que encontrarlos como sea. Avísame cuando tengas la localización.

Antes de que Alex pudiera protestar J'onn ya le había dado la espalda.

-¿Crees que sabe algo que nosotros no? -preguntó Winn mirando a Alex con preocupación.

-¿Hay alguna forma de recuperar las cámaras? -cuestionó de vuelta la agente.

Winn negó con la cabeza.

-No consigo saber cómo lograron desconectarlas. En el sistema no hay ningún rastro.

Alex suspiró.

-Está bien, al menos busquemos esa localización.

-Creo que sé un sitio que sería perfecto.

-Ilumíname.

-Cat-Co.

-Estás de broma, ¿no? ¿La redacción de una revista te parece el sitio idóneo para que tenga lugar una reunión confidencial?

-Hombre, si lo dices así, muy bien no suena. Pero, Cat Grant conoce nuestra organización y no nos traicionaría. Los periodistas tienen un código ético.

Alex alzó una ceja ante su último comentario.

-Bueno, vale, no todos.

-Mejor me voy a dar una vuelta porque mis ganas de matarte van in crescendo cada vez que abres la boca.

-Te dije que lo sentía. ¡Ni que tú no te equivocaras!

-Lo hago, pero jamás, jamás, he desobedecido una orden directa por muy disconforme que estuviera.

-No lo creí importante, vale. Yo...

-La resolución de un problema está en los detalles, Winn. No lo vuelvas a olvidar.

-Alex, de veras...

-Sigue pensando. Necesito que me dé el aire.

Una hora más tarde una pensativa Alexandra Danvers entraba en la comisaría de policía de la ciudad. Cada vez que se sentía perdida recurría a Maggie o a Kara. A la segunda la suponía trabajando, así que había decido ir a visitar a su novia aprovechando que era su tiempo de descanso. La puso al corriente de todas las novedades. Sin embargo, su respuesta no fue la esperada.

-Estoy de acuerdo con J'onn, cielo. Una ayuda nunca viene mal.

-Maggie, por favor. Somos una agencia secreta con todo al alcance de nuestras manos. Tenemos recursos con los que el FBI ni siquiera puede soñar.

-Entonces, ¿por qué no sabes cómo se escaparon?

Ante su pregunta sólo pudo boquear.

-Vale -respondió al fin-. Es un buen punto. Pero, ¿qué pueden aportar Maxwell o Lena que no podamos nosotros?

-Otra perspectiva. A veces hay que desenfocar para encontrar el enfoque adecuado.

-Me parece razonable lo que dices, pero también hipócrita.

-¿Hipócrita?

-Sí. Hasta hace poco te molestaba que Supergirl se interpusiese en vuestras operaciones y créeme, no he olvidado la cara que me pusiste cuando te enseñé la placa el día que nos conocimos.

-No soy hipócrita. Supergirl debe tener en cuenta la labor policial, es lo mínimo. Nosotros podemos morir cada vez que intervenimos. A veces, se le olvida. Y tú, cielo, aquel día venías en plan "qué hace aquí la incompetente policía". Muchas veces os creéis mejores que el resto sólo por ser agentes secretos y no hay quien os mire a la cara. Sí, soy de un rango mucho menor. Sí, el presupuesto de la comisaria es lo que se gasta Winn en sus figuras de acción, pero yo daría mi vida por cualquier ciudadano de ahí fuera al igual que tú. Por eso juré la constitución, por eso defiendo la ley y por eso amo lo que hago. Cuando protesto es por las formas. No tengo dueño, tengo superiores y tengo derecho a quejarme cuando invaden mi espacio personal de mala manera, así que no, no soy una hipócrita.

Antes de que pudiera seguir hablando Alex plantó un beso en sus labios.

-¡Dios! Normal que me enamorara de ti nada más verte -dijo con una sonrisa orgullosa ensanchando su cara.

-¡Vaya! Eso no me lo habías dicho -replicó Maggie y le devolvió el beso. Después otro y otro. Estaban empezando a confundir sus cuerpos entre una maraña de brazos y piernas cuando sonó el teléfono.

-¡Porras! -exclamó Alex con la respiración acelerada.

Maggie descolgó el auricular y a los pocos segundos su mirada se oscureció. Su mandíbula se encogió, su cuerpo estaba tenso.

-Cielo, ¿qué pasa?

Maggie la miró con preocupación. Había colgado con lentitud intentando postergar lo máximo posible la respuesta.

-Maggie, me estás asustando. ¿Qué pasa?

-Es Kara.

-¿Qué ha pasado?

-Ha hecho una tontería. Eso es lo que pasa.

Nueva Era (SuperCorp) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora