Alex llevaba un buen rato sin decir nada, ignorando la mirada angustiada de Lena. Era una propuesta sorprendente cuanto menos porque parecía partir del egoísmo.
—Es la única forma de que deje de ser una amenaza para mi madre —dijo Lena tratando de reducir su incomodidad. El silencio comenzaba a pesar más que sus palabras—. Si se vuelve mortal, una humana más, pasará a nuestro bando.
—¿Y Lillian tendría que protegerla? —cuestionó Alex con una mueca irónica—. A tu madre le da igual lo que sea Kara. Lo que odia es lo que representa. Kara es la esperanza, y sabes perfectamente lo que significa perderla.
Claro que lo sabía. Se contuvo para no dejar que el sarcasmo dominara su réplica. Suspiró. Abrió la boca para continuar, pero...
—No podemos arrebatarle sus poderes —sentenció la agente. En su tono se dejaba ver la autoridad de su cargo, el cual se debía al servicio público. El bien común antes que el propio. La ley antes que el corazón. Lena la entendía, pero no creía que Alex se estuviera poniendo en sus zapatos. Si lo hiciera trataría de quitárselos.
—Me alegra saber que, a pesar de todo, me sigues considerando lo suficientemente egoísta como para anteponer mi felicidad a la de Kara.
Alex sacudió la cabeza sin entender a qué venia eso.
—Jamás le pediría a Kara que renunciara a una parte de sí misma y mucho menos por mí. La quiero como es. No me pertenece. Si en algún momento esa línea se cruzara, me iría de su vida. Me ha costado entenderlo. Digamos que no recibí una buena educación emocional —Una sonrisa resignada cruzó su rostro—, aunque sé jugar al ajedrez como nadie. En fin. Perdona. —Volvió a suspirar—.Tenemos que hacer creer al mundo que Supergirl se ha ido, sin que su mensaje se diluya.
—Supergirl es la esperanza. Es lo único seguro que tenemos. Si ella desaparece...
—Es ella o National City. Tarde o temprano acabará muerta, Alex. Sin ella, mi madre no podrá justificar sus ataques. Los ciudadanos no la seguirán.
—¿Y qué pasa con el resto de aliens? ¿También deberán renunciar a usar sus poderes? Te recuerdo que están siendo hostigados, perseguidos. Que Supergirl no esté alentará aún más a los que los acosan. Nadie los detendrá. La D.E.O. no dará abasto.
—Ahí es donde entra L-Corp.
Alex entrecerró los ojos. Creía saber lo que quería decir. Sin embargo, antes de que pudiera verbalizarlo Lena se le adelantó:
—Estoy trabajando en una especie de suplemento que proporciona habilidades especiales. Eso equilibraría la balanza. Con Supergirl fuera de juego mi madre no tendría motivos para sus ataques y si los humanos pueden competir en igualdad de condiciones con los aliens...
—No estás hablando en serio. ¿Esa es tu solución? —la interrumpió—. Darnos poderes. Como si fuéramos inferiores —Alex la miraba con decepción—.¿Quieres jugar a ser Dios? ¿Y cómo sería la cosa? ¿Quién tendría acceso a ese suplemento? ¿Sólo los ricos?
—Alex, no estás entendiendo. Sólo quiero...
—¿Sólo quieres qué? —Se levantó del sofá, presa de un enfado creciente. Le horrorizaba lo que estaba escuchando salir de la boca de Lena.
—Sólo quiero ayudar. Quiero que todo se acabe. Nada más, Alex. Nada más —gritó soltando un alarido—. Nada más —repitió en un susurró que se perdió entre sus dedos. Tenías las manos cubriendo su rostro.
—Creo que hay una decisión que es mía, Lena.
La joven Luthor y Alex se giraron con rapidez.
—Kara, ¿se puede saber qué haces? —Alex se acercó a ella y la ayudó a ir hasta el sofá. Lena se había quedado petrificada.
—Tu madre tiene un sentido del humor terriblemente doloroso.
Algo en la mente de Lena hizo "clic" y con presteza se separó de las hermanas Danvers.
—No puede acercarse a mí, Alex. Soy yo la que activo su parte oscura —mencionó con frialdad.
Le irritaba sobremanera tener que alejarse de Kara por las malas artes de Lillian.
—¿Estás segura de eso? —cuestionó Alex.
—No pienso hacerte una demostración si es lo que me estás pidiendo. La última vez casi no lo cuento —Abrió los ojos al percatarse de lo que había dicho—. Yo... Perdona...No quería...¡Dios! —Se llevó las manos a la cabeza—. ¿Veis? Es esto precisamente lo que busca mi madre. ¡Volverme loca! ¡Dividirnos! —exclamó con rabia—. Estoy harta de sus juegos. No puedo predecir cuál va a ser su siguiente paso. Sólo faltaba que Lex apareciese en escena. ¡Por el amor de Dios! Soy Lena Kieran Luthor. No puedo esconderme más. Es hora de hacer algo al respecto— Mientras hablaba daba vueltas por la habitación haciendo aspavientos con las manos. Sin darse cuenta se había situado detrás de Kara, a apenas unos pasos. La joven Danvers se tensó en su sitio. Sentía unas incontrolables ganas de darse la vuelta.
—Kara, mírame, por favor —le pidió Alex. Su hermana la obedeció con dificultad.
—Lena tiene razón. Voy a hacerlo, Alex. Supegirl tiene que desaparecer. Soy un peligro para...—miró de reojo a la joven Luthor—... todos. La agente no dijo nada. No debería haberse quedado callada, puesto que Kara malinterpretó su silencio.
—¿No estás de acuerdo? Tú, precisamente tú —Sus manos entrelazadas se separaron.
—Kara...
—Siempre me has dicho que soy demasiado buena. Pues no. Soy egoísta, tengo ambiciones como los demás y deseo que sufran aquellos que se lo merecen. Y sí, algunos se merecen sufrir y tengo que controlarme para no hacerles daño, aunque en el fondo lo deseo. Cada vez que veo a Lillian imagino su rostro ensangrentado, sus ojos sin vida.
—Kara, no eres tú...
—Sí, sí lo soy. Es lo que no entiendes Lena. Tú y yo somos iguales. ¿Por qué eres incapaz de aceptar que eres una persona excepcional con un corazón puro, noble capaz de albergar la bondad? No somos blancos o negros. Ni siquiera yo lo soy. No se trata de buenos o malos. Se trata de qué parte de nosotros mismos queremos mostrar. De elegir. Es fácil dejarse arrastrar por la maldad.
—Eso significaría que en mi madre hay algún rastro de bondad. Y no lo hay. De otro modo, jamás nos trataría de separar.
—No es verdad y lo sabes. Tú misma estás tratando de averiguar si ella te quiere. Y eso es porque crees que es capaz de amar y quien ama puede vencer a sus demonios.
—¿De qué estás hablando? ¿Cómo...?
Alex las miraba como quien ve un partido de tenis sin conocer sus reglas, presenciando el intercambio de palabras desde las gradas sin tener ni idea de qué va el juego.
—Kara, ¿de qué...?
—Lena está tratando de sintetizar el suero de la verdad para saber si su mami la quiere, ¿no es adorable, Alex? Todo en el más estricto secretismo.
La agente le hizo un gesto a Lena, la cual tras un sonoro suspiro devolvió a Kara al mundo de los sueños. La reportera se desvaneció en el sofá. Sus ojos se cerraron ocultando unas pupilas de intenso color rojo.
—Esta conversación no ha terminado —dijo Alex—. Me parece que ninguna de las dos está en sus cabales.
—Alex...
—Ahora no. Vamos a la D.E.O. Tenemos que sacarle este veneno del cuerpo. Pero, debes tener una cosa clara. Somos lo que somos y si no te amas a ti misma, serás incapaz de creer que te mereces ser amada. Y Kara te ama a ti —Clavó sus ojos en los verdosos de Lena—. A una humana.
Intentaré terminar la historia. Siento tardar tanto en actualizar, pero no me puedo comprometer a nada. Gracias por los comentarios. En serio, gracias. No me los merezco.
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Nueva Era (SuperCorp) TERMINADA
Fanfiction¿Puede el amor derribar los prejuicios, sanar las heridas, perdonar las mentiras? Os invito a descubrirlo.