Kara se detuvo. Su mente viajó al instante en el que Lena la había rechazado, al momento exacto en el que la joven de ojos verdosos le rompía el corazón. Comenzó a sentir una opresión en el pecho y una garra alrededor de su cuello que le dificultaba la respiración. No se sentía bien. Era como si acabara de salir del coma, como si despertara de una pesadilla para descubrir que todo era real. Se llevó las manos a las sienes tratando de hacer que el incipiente dolor remitiese.
-¡Ahhh! -exclamó. Sus piernas cedieron cayendo de rodillas.
-Kara -Escuchó a Lena gritar antes de sentir como unas manos la sujetaban. El perfume de la joven Luthor la envolvió a la par que sus brazos. Lena había tratado de mostrarse fría, distante, de crear una máscara de indiferencia, pero el disfraz hacía aguas por todos lados. "Maldito amor", pensó mientras la tenía en su regazo. Sus ojos volvieron a encontrarse, como aquella vez en su despacho. Ya no había confusión en las pupilas azules, sino miedo, un miedo que Lena sentía como propio.
-Perdóname, por favor -consiguió decir Kara en apenas un susurro-. Yo...
-No debiste hacerlo -replicó Lena alejándose de ella. Tenerla tan cerca le resultaba insoportable. La ayudó a incorporarse y se sentaron en el sofá, guardando las distancias-. No merece la pena morir por nadie y menos por mí. Fue una estupidez.
-No hagas eso, Lena. Te lo suplico.
-¿Hacer qué? Eres una idiota irresponsable.
-¿Cómo dices?
-¿Te crees que el mundo es lo suficientemente maravilloso como para prescindir de Supergirl? ¿Qué National City puede quedarse sin heroína? La ciudad te necesita.
-¿Sabes qué, Lena? Eres una cobarde. Una maldita cobarde.
Lena negó con la cabeza incapaz de creerse lo que estaba escuchando
-Yo no fui la que trató de quitarse de en medio. No te atrevas a llamarme cobarde.
Kara enmudeció. Eso había sido un golpe bajo.
-No lo entiendes. ¿Sabes lo que es que cada vez que amas a alguien de una forma u otra te lo arrebaten? No puedes ni imaginar lo que es la soledad para alguien como yo. Puedo volar, detener balas, aterrizar aviones, pero no puedo besar a la persona a la que amo, no puedo compartir mi vida, amanecer junto a ella.
Ahora era a Lena a quien no le salían las palabras. Kara se levantó y se sentó junto a ella.
-Siento no habértelo dicho antes -continuó-. Solo quiero protegerte. Mis padres eran como yo y no pude... -su voz se quebró-. No me dejes -añadió entre sollozos. Escondió el rostro entre sus manos. Lena se las apartó, alzó su barbilla e hizo lo que una cobarde jamás haría. La besó. La besó dejando en sus labios su contestación. Kara se apartó con lentitud saboreando el beso. Quería mirarla a los ojos para ver que expresaban. Retrocedió, asustada. Había un reflejo rojo. Lena estaba pálida.
-¿Qué me está pasando? ¿Lena?
Kara se acercó a la vidriera que conformaba las paredes del despacho. Las venas de su rostro resaltaban sobre su piel. Kara se tocó las mejillas recorriendo con sus dedos lo que parecían cicatrices.
-No, por favor. Otra vez no.
Se giró hacia Lena, la cual la miraba con preocupación.
-El antídoto -susurró. Abrió los ojos, comprendiendo. Sentía como la rabia inundaba su mente, lo que no tenía claro era si se debía a la kryptonita roja o al hecho de saber que su recuperación no había sido tal. Lentamente, se acercó hasta la joven Luthor, pero cada paso que daba la alejaba cada vez más de sí misma. Necesitaba gritar, sacar de lo más profundo de su ser lo que pensaba.
-Kara, no te acerques más, por favor -suplicó Lena entendiendo las palabras de su madre. Era ella la que activaba su parte oscura. Podía ver como los ojos de Kara se enrojecían al disminuir la distancia-. Kara, por favor. No me obligues a...
Antes de que pudiera terminar de hablar una mano se aferró a su pecho alzándola unos centímetros del suelo.
-Hazlo, por favor -le pidió Kara. Sus ojos cambiaban de color constantemente-. Sé que lo sabes. Por favor -repitió. Lena se perdió en sus pupilas. Ella la amaba. A Kara. En ese instante obtuvo la respuesta que tanto deseaba. En el mismo instante en el que una aguja se clavaba en el cuello de Kara.Lena estaba de pie, junto a una puerta cerrada. Estaba nerviosa. Sin embargo, eran nervios de entusiasmo, no de preocupación.
Una joven de cabello pelirrojo se aproximó a ella a toda velocidad.
—Espera, Alex —La tomó por el brazo evitando que su mano contactara con el pomo de la puerta—. Ella está bien. Debemos hablar.
Alex la miró con el ceño fruncido. Algo en Lena la desconcertaba. Tenía un extraño brillo en los ojos. Terminó cediendo a la petición de la Luthor y se sentó en el sofá. Estaban en el apartamento de Kara. Lena creía que era lo mejor que se despertara en un sitio que sintiera como suyo, que reconociera.
—¿Qué ha pasado?
—Lillian ha pasado. El frasco que le quitaste no era un antídoto. Digamos que ahora tiene kryptonita roja en su sist...
—¿Qué? —La interrumpió con un alarido—. No, no puede ser. La última vez...Ella...dijo cosas...—Todavía le dolía recordarlo. Lena la tomó de las manos.
—No volverá a pasar. No lo permitiré —Había una profunda determinación en su voz—. Te lo prometo. Mi madre puede hacerme todo el daño que quiera, pero a ella no...
Alex clavó sus ojos en los suyos con reproche.
—Sin mí puede vivir, si se pierde a sí misma no.
—¡Dios. Lena! Todavía no lo entiendes —dijo alzando la voz. Se levantó del sofá con brusquedad—. Ella te necesita. Te necesita a su lado. Le pides que renuncie a otro ser amado. Después de todo lo que ha perdido.
—No. La que no lo entiendes eres tú. Si la matan seré yo la que pierda a la única persona que me ha amado de verdad. La única —replicó tratando de controlar el tono de su voz.
—Lena...
—No necesito tu compasión. Necesito que me ayudes a sacar la kryptonita de su sistema.
—¿Por qué lo haces? —Alex sabía que estaba yendo en contra de los deseos de Lillian.
—Creo que he encontrado la manera de que podamos estar juntas. Pero...
—¿Pero?
Lena suspiró. Estaba cansada.
—Kara tendría que elegir entre National City y yo.
—¿Cómo?
—Tendría que renunciar a sus poderes.Gracias por leer y por lo comentarios (me animan a seguir escribiendo). La historia avanza poco a poco. Espero que os haya gustado.
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Nueva Era (SuperCorp) TERMINADA
Fanfiction¿Puede el amor derribar los prejuicios, sanar las heridas, perdonar las mentiras? Os invito a descubrirlo.